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El Gobierno autonómico prepara una 'ley de hierro' para acabar con las 120.000 plazas turísticas alegales en Baleares

13 agosto, 2003

La Conselleria de Turismo está preparando una Ley de Viviendas Vacacionales que sirva para luchar contra la oferta de alojamientos alegales que existe en Baleares. Según estudios elaborados por la Conselleria de Turismo durante la época de Celestí Alomar, más del 40% de la oferta de alojamientos en Baleares era alegal. Ahora la oferta turística alegal asciende a 405.834 plazas. En cuanto a las plazas alegales la cantidad podría ascender a 120.000. El Anuario económico de La Caixa de 2003 también informa que de las 163.442.751 de pernoctaciones que se registraron en Baleares en 2002, 87.345.013 estancias fueron de estancias no regladas. Estas estancias no regladas, también denominada oferta turística alegal, representa un 53,4% del total de pernoctaciones. Las cifras del Anuario Económico de La Caixa de 2001 confirman un crecimiento de 20.830 pernoctaciones no regladas en Baleares de 2002 respecto a las cifras de 2001. La Conselleria de Turismo se ha puesto también un primer deber: en Pollença y Cala D`Or hay registradas 1.500 viviendas vacacionales que se pueden legalizar cuando se aplique la Ley. El texto jurídico tendrá un borrador en el mes de enero y, según confirmó ayer a EL MUNDO / El Día de Baleares el director general de Planificación y Ordenación Turística, Pep Aloy, la intención es mostrar el borrador este mismo otoño a los diferentes representantes del sector. «Me gustaría que todos los implicados pudieran valorar el texto y que todos aporten sus matices y opiniones», remarcó Aloy. Turismo también va a intentar que en la próxima temporada turística o, a lo más tardar en la siguiente, quede fijado un marco jurídico fijo que sirva para controlar toda la oferta turística alegal. Este control que quiere ejecutar el Govern no tendrá repercusión ni en Ibiza ni en Menorca, ya que los Consells Insulares de estas dos Islas tienen competencias en este asunto, del que carece el Consell Insular de Mallorca. Baleares, como recalcó Aloy a este periódico, será la primera comunidad autónoma turística que cuente con una Ley de este tipo. Cataluña, Andalucía y Canarias, que también ha visto como se ha incrementado el turismo residencial, todavía no tienen previsto ningún plan de este tipo. En cualquier caso, el director general del Govern aclaró que la normativa «no irá contra el mercado». Y lo explicó: «El mercado es quien pone y quita. También reconocemos que existe una demanda en este tipo de segmento, con un tipo de cliente familiar que le gusta estar en casa, que busca tranquilidad, pero lo que tenemos que saber es quien lo hace de una forma legal y quién no». Para ello, el Govern creará «un registro profesional y permanente de todos los que se dediquen a este tipo de explotación turística, también de aquellos que se dediquen exclusivamente en los meses de verano y también intentaremos localizar todas las casas que actúen así». El presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, consideró «muy difícil» definir como alegal este tipo de oferta, «ya que muchos propietarios se ven amparados por el Código Civil o la Ley de Arrendamientos Urbanos». A juicio de Cañellas, uno de los principales problemas radica en que «todo apartamento o inmueble es susceptible de ser arrendado». «Detrás de todo este asunto», prosiguió, «se suele encubrir una bolsa de economía sumergida. Lo que hay que hacer es descubrir si pagan o no impuestos». Para el presidente de los hoteleros mallorquines se hace absolutamente necesario «definir qué es lo que interesa al Govern, que define que si le interesa la industria turística clásica, con establecimientos turísticos o lo que le interesa es el turismo residencial». En esta misma línea, Pere Cañellas también se preguntó: «¿Cuál es el turismo que crea más riqueza? Hasta ahora (durante la etapa Celestí Alomar al frente de la Conselleria de Turismo) se atacaba al turismo que creaba riqueza. Ahora lo que se tiene que hacer es instrumentar unas pautas políticas para que el turismo clásico pueda rodar y al otro turismo controlarlo más». El director de Planificación y Ordenación Turística, Pep Aloy, se ha comprometido a agilizar todos los trámites administrativos para agilizar las licencias de actividades turísticas. «Estamos intentando descongestionar al máximo toda la burocracia, buscar la agilidad en la administración. Ahora, con las nuevas tecnologías, y en particular con Internet, todo resulta mucho más sencillo. Tenemos que agilizar los procecidimientos que afectan como cualquier otra norma», resaltó Aloy. Para el responsable turístico, que tiene claro que esta nueva etapa de la Conselleria se han acabado los estudios y planes: «Es hora de la acción», reconoció que en la administración autonómica balear muchas veces «se marea mucho la perdiz».¿Y cómo? Existen dos procesos administrativos, la licencia previa y la utilización definitiva que no hacen sino que quienes quieren instalar un negocio de actividad turística finalmente lo monten sin una licencia, arriesgándose a posibles multas, tal y como argumentó el director general de la Conselleria de Turismo. Aloy también explicó cuáles eran los parámetros sobre los que se miden el turismo alegal: 1) Reglas de juego muy difusas, que se comercialice a través de un catálogo, Internet o turoperador. 2) Que exista una rotación. «No es lo mismo alquilar un chalet o un apartamento un mes o incluso 15 días que alquilarlo cada semana, con una rotación constante de clientes». 3) También se puede denominar turismo alegal cuando si, además, el alojamiento turístico tiene incorporado algún otro tipo de servicio como limpieza o manutención o algún servicio complementario. La lucha contra las plazas turísticas alegales ya está en marcha. Y esta vez, anuncian, va en serio. (A.R., diario El Mundo-El Día de Baleares, 13/08/03) 

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