Por Marta Mengual, en Hoteles y Alojamientos

La decoración: un aspecto a tener muy en cuenta

21 febrero, 2019 (17:18:59)

A la hora de montar un negocio hostelero o de alquilar una vivienda vacacional, solemos centrarnos en la ubicación, la negociación con los proveedores, el público objetivo al que nos dirigimos, la rentabilidad económica del proyecto, etc. Pero… ¿qué hay de la decoración? Tanto al turista como al cliente en general le gusta sentirse como en casa. De hecho, ¿a quién no? En este sentido, qué menos que ofrecerle a nuestro huésped, inquilino o comensal un lugar estéticamente atractivo, diáfano, aseado y, en definitiva, agradable. Y para ello conviene cuidar especialmente un aspecto a veces olvidado como es la decoración.

La decoración puede transformar por completo un inmueble, sea del tipo que sea. Un espacio algo (o muy) desordenado, destartalado o, en general, descuidado no gusta a nadie, y menos a quien tiene que pagar por estar en él. Por ello conviene emplear tiempo, esfuerzo y dinero en la decoración del inmueble que pretendemos rentabilizar. Y no debemos tomarlo en ningún caso como un gasto, sino como una inversión totalmente necesaria.

Una idea muy extendida en el mundo del marketing inmobiliario es la de que “todo comunica”. En relación a ella, no hace falta decir lo que para bien o para mal puede comunicar a un cliente una buena o mala decoración.

Además, hoy en día no quedan excusas para dejar de lado esta faceta. La oferta es casi infinita, existen muchas gamas de calidad y por tanto también de precio, infinidad de información, consejos profesionales y casos prácticos que se pueden consultar a través de Internet, además la opción de contratar a un decorador profesional es cada vez más asequible. Si el presupuesto obliga o si se confía plenamente en nuestra propia creatividad, posibilidades y buen gusto, es muy posible llevar a cabo directamente y sin intervención profesional la tarea de redecorar la vivienda o negocio con muchas posibilidades de éxito.

Tanto la elección como la compra de muebles y artículos de decoración también se ha simplificado mucho gracias al comercio electrónico. Ya no es necesario pasarnos interminables días para arriba y para abajo, haciendo decenas o centenas de kilómetros de una tienda a otra o, lo que es peor, de un centro comercial a otro. Ahora basta con sentarse unos minutos delante del ordenador, la tableta o el propio móvil y navegar por la amplia gama de productos que nos ofrecen las múltiples tiendas online de muebles y decoración disponibles, con las ventajas que ello conlleva en el ahorro de tiempo, dinero y molestias logísticas: qué hacer con los niños (en caso de tener alguno), cómo desplazarnos hasta la/s tienda/s física/s que queramos visitar, cómo llevar los artículos a casa, etc. Todo eso pasó a mejor vida.

Los comercios electrónicos de este sector nos ofrecen la posibilidad de ver todo su catálogo y realizar compras de forma ágil y sencilla, así como elegir entre distintas formas de pago (tarjeta, transferencia bancaria, contrarrembolso, Paypal, pago fraccionado, etc.) y enviar recibir los artículos adquiridos a la dirección que deseemos. Un proceso casi mágico para comprar todo aquello que necesitemos, también en muebles auxiliares o artículos decorativos, al que cada vez se resisten menos personas, incluidas aquellas más reticentes a las nuevas tecnologías. Y es que ya lo dice el refranero: “renovarse o morir”. He ahí la cuestión.