Por Javier Montes Castrillo, en Economía

Calafell acoge una de las citas históricas y más coloridas del mundo tuning

11 junio, 2017 (12:27:59)

Vehículos convertidos en auténticas obras de arte y no sólo porque incluyan piezas tecnológicas o mecánicas de última generación ni líneas aerodinámicas al estilo de los monoplazas de Fórmula 1 sino porque han conseguido el gran desafío: “marcar la diferencia”. Miles de conductores aficionados a personalizar sus vehículos han puesto sus ojos en la XVI edición del Tuning VAG Calafell 2017 que tendrá lugar mañana y el sábado en la localidad tarraconense de Calafell.

El sector, que se estima que llegó a mover 450 millones de euros al año y que empleó de forma directa a unas 8.000 personas en España, se reinventa cada año. Atrás queda la época dorada de esta afición cuando la gente se llegaba a gastar hasta 50.000 euros en personalizar su coche y unas 1.500 empresas vivían del tuning. Ahora el panorama es diferente aunque donde sigue reluciendo este estilo de vida es en los garajes particulares. Las estrecheces económicas, la moda del ‘do it yourself’ y los cientos de tutoriales que se pueden consultar en Internet hacen que muchos se lancen a la aventura de pintar ellos mismos sus vehículos. “Sabíamos que había un nicho de mercado y acabamos de lanzar ‘El garaje’, un nuevo espacio donde servimos todos los productos necesarios para personalizar un vehículo con un montón de efectos especiales, novedosos y exclusivos”, cuenta Belén Sanz, CMO de Pintar Sin Parar, un portal de Internet especializado en la comercialización de pinturas con sede en Lanzadera, la aceleradora que lidera Juan Roig en Valencia, precisamente una de las zonas donde la fiebre por el tuning sube unos grados.

Y es que la aerografía es la última moda del movimiento tuning, una técnica que consiste en pulverizar pinturas especiales sobre la carrocería o elementos de un coche provocando efectos camaleónicos o acabados ‘caramelo’ o ‘dorados’.

Para los aficionados al tuning hay una palabra clave: la diferencia. De ahí que las empresas de pintura ofrezcan una gama de alternativas casi infinita y a precios mucho más económicos. “Por cien euros puedes obtener un efecto cromo y ‘candy’ o por menos de quince le das un toque fluorescente a la carrocería”. Lograr un efecto camaleón, es decir, aplicar una pintura especial con la que se consigue un efecto cromático distinto dependiendo del ángulo desde el que se mire el coche, y la pintura termocromática, es decir, que el coche cambie de color cuando la temperatura supera los 27 grados dejando ver las tonalidades que hay debajo serán las tendencias que se podrán ver este año en la concentración de Calafell. “Basta con poner la mano en la carrocería para que durante unos segundos quede tu huella marcada”, explica Belén. Para conseguir estos efectos se emplea un aerógrafo, un instrumento con forma de pistola que usa aire comprimido para funcionar y desde el que se aplican las pinturas especiales. ¿El coste? “Todo depende del estado de la chapa pero si consideramos un coche que esté cuidado, con 1,5 litros, es decir, poco más de cien euros, pueden conseguir esos efectos camaleón”, matiza. El tiempo tampoco es impedimento. Un particular con algo de destreza podría pintar el vehículo en un día, incluyendo tiempos de secado y capas, y siempre se recomienda que posteriormente no se mueva el coche durante 72 horas para que la pintura se endurezca.

Consultadas diferentes estaciones de ITV confirman esta tendencia del tuning y aseguran que es perfectamente homologable a la hora de pasar las revisiones. “En estos casos nosotros sólo nos metemos con las posibles modificaciones estéticas que afecten a la seguridad del vehículo, es decir, alerones, frenos o ruedas”. Habrá que pasar por Calafell este fin de semana a ver qué pintan los coches que asistirán este año a una de las citas históricas del mundo del tuning.

Más sobre Economía