Por Laura Pena, en Hoteles y Alojamientos

Te presento el archipiélago de las Islas Lofoten

El archipiélago de las Islas Lofoten, un archipiélago noruego situado por encima del círculo polar ártico, ofrece una riqueza paisajística fascinante. Una cadena de pronunciados fiordos, entre agua y hielo en invierno, o interminables paisajes verdes en v 24 marzo, 2020 (19:25:11)

Coge tu coche por la nacional E10 y verás como no puedes dejar de alucinar. Pero si no tienes ni idea de cuáles son tus escalas imprescindibles en un road trip por las islas Lofoten, aquí te dejamos una pequeña lista con los mejor del archipiélago: Los 10 lugares que no puedes perderte de Lofoten.

1. Reine. Un pueblo con encanto, es el pueblo idílico por excelencia de las islas Lofoten y uno de los más destacables de toda Noruega, con un paisaje totalmente embriagador entre acantilados, casitas de color rojo y montañas.

Imagen nota de prensa Hosteltur

2. Hamnoy. A 1 km de Reine se encuentra este pueblo donde podemos disfrutar de una estampa de portada. La imagen típica en la que todos pensamos cuando hablamos de Lofoten y sin duda una de las vistas más bonitas de las Islas.

3. Svolvaer. Es la capital y la localidad más grande, donde se pueden encontrar varios bares y restaurante. El atractivo es pasear por su puerto y el camino para llegar, de los paisajes más espectaculares de las Islas. No esperéis una gran ciudad, más bien un precioso lugar que solo es el aperitivo de lo que te espera.

4. Henningsvær. La Venecia de Lofoten. Por la estrecha carretera que llega al pueblo, podrás presenciar de los paisajes más bonitos de la Isla y llegando al pueblo comprenderás porque el apelativo de la Venecia noruega. Un pueblo encantador, que cuenta, por si fuera poco, con el campo de futbol más impresionante del mundo.

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5. Nusfjord, otro pueblecito con encanto de pequeñas casas de colores cálidos. Más que un pueblo, es un museo, por las pocas personas que la habitan. Recomiendo un paseo por su pequeño puerto, disfrutando del paisaje y del único ruido del revoloteo de las aves.

6. Playas de Ramberg, Uttakleiv (la más fotografiada de las Islas), Bleik y Kvalvika la playa de las Ballenas. Las maravillosas playas de Noruega, son de aguas azul turquesa que se pierde con el cielo celeste y los espectaculares fiordos nevados como fondo. Además de esto, si te digo que estas playas son las mejores localizaciones para ver auroras boreales…

Destacar que en primavera y verano en Kvalvika se pueden observar ballenas y una gran diversidad de fauna marina como cachalotes, orcas, águilas de mar... para ello basta con andar unos 2 km, un bonito sendero que se encuentra bien señalizado.

7. Flakstad Kirke. Uno de los mayores atractivos de las islas y que merecen una, son las iglesias. También muy recomendables en muchos casos por su localización para disfrutar de las auroras boreales. La de Flakstad, de 1780, es una bonita iglesia de madera color ocre, que resalta entre el manto blanco que forma la nieve en invierno. Otra imprescindible es la Iglesia de Vestvagoy, una iglesia de madera blanca de 1888 con un fotogénico cementerio adyacente. Por último, en Kavelvag, la Vagan Kirke, conocida como la catedral de Lofoten. Si queremos hacernos una idea de sus proporciones, pensad que hablamos de la iglesia de madera más grande de Noruega.

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8. Gimsoy Kirke. También uno de los paisajes más bellos que recuerdo por la espectacular foto para la retina que ofrece junto con las auroras boreales por la noche. Una iglesia de color blanco con un cementerio pegado al mar y rodeada de enormes montañas blancas.

9. Fiordo de Trolls. Un espectacular estrecho entre acantilados de decenas de metros de altura, formados en la época de las glaciaciones que supone un verdadero reto para los barcos que navegan por el Ártico.

10. Pararse en cualquier lugar. Si recorréis Lofoten en coche, cosa la que os aconsejamos como una de las mejores experiencias de viaje en coche por Norugea, veréis como los paisajes que parecen de otro mundo se hacen infinitos. Lo más bonito del viaje, dejar tiempo para poder disfrutar y hacer paradas en el camino cuantas os pida el cuerpo. Es realmente alucinante.

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