Por Javier Gutierrez Rodriguez, en Economía

Medina del Campo en Valladolid, la Villa de los Mil Planes

21 mayo, 2018 (20:29:49)

El catálogo patrimonial de Medina del Campo, también conocida como la “Villa de los Mil Planes” se completa con la Colegiata de San Antolín, el Palacio de los Dueñas, la Iglesia de Santiago el Real y las Reales Carnicerías; así como un número importante de casas nobiliarias, palacios, santuarios, iglesias, conventos, hospitales, capillas e interesantes ejemplos de arquitectura civil.

COLEGIATA DE SAN ANTOLÍN

Declarada Monumento Histórico-Artístico, sus orígenes se remontan al siglo XII, pero el templo que podemos admirar en la actualidad se debe a una remodelación llevada a cabo por los Reyes Católicos tras conseguir del Papa Sixto IV la Bula por la que se elevaba a rango de Colegiata la iglesia parroquial de San Antolín. Construido en su mayor parte entre los siglos XVI y XVII, en el exterior destaca la torre, la portada del siglo XVIII y por supuesto, el popular Balcón del Pópulo que tenía como función primordial la de celebrar misa los días que no fueran festivos, para que los mercaderes no tuvieran que ausentarse de sus tiendas y negocios. La mejor manera de descubrir la historia de la colegiata es visitar el interior con especial atención a cada una de sus capillas. En ellas podremos admirar diferentes estilos artísticos que nos llevarán a realizar un viaje por la historia del arte, desde el gótico hasta el más puro barroco, siendo el Renacimiento el estilo que más abunda y coincidiendo con su época de máximo esplendor. Además de las capillas, gran parte de las tallas que en ellas se exponen se pueden englobar en este estilo, destacando piezas como el Cristo de la Paz de Juan Picardo, la imagen de Nuestra Señora de las Angustias o el imponente Retablo Mayor.

Al igual que en el castillo, aquí podemos decantarnos por dos visitas. Por un lado, la torre de la colegiata con un recorrido guiado por las cinco plantas y el mirador con una duración aproximada de cuarenta y cinco minutos que se puede realizar de martes a sábado a las 10:30 y a las 16:00 horas y domingos y festivos solamente en horario de mañana. O bien el interior de la colegiata, cuya visita se realizará en grupos de entre 25 y 50 personas. En ambos casos, también es necesario realizar reserva previa.

OTROS MONUMENTOS DE VISITA OBLIGADA

Para hacer más completa nuestra visita a la Villa de los Mil Planes es imprescindible acercarnos a tres monumentos que están catalogados como Bien de Interés Cultural: el Palacio de los Dueñas, la iglesia de Santiago el Real y Las Reales Carnicerías. El primero de ellos es uno de los edificios civiles de mayor calidad artística de cuantos se edificaron en la villa medinense durante el Renacimiento. Mandado construir por don Diego Beltrán, primer Consejero de Indias durante el segundo cuarto del siglo XVI, acabo en manos de su nieta Mariana Beltrán que se casó con Francisco de Dueñas, de quien proviene el nombre por el que es conocido en la actualidad. El patio porticado, que presenta un conjunto de medallones, es un claro homenaje a la monarquía por parte de sus primeros propietarios y que tiene como modelo el Palacio de don Francisco de Cobos, actualmente Capitanía General de Valladolid. Entre susrelieves podemos encontrar los rostros idealizados de Fernando el Católico, Felipe Hermoso, Alfonso el Batallador o los reyes de la sección leonesa Fernando II y Alfonso de Badajoz.

Sede provisional de la Chancillería entre 1602 y 1604, última morada del Marqués de la Ensenada en su destierro y residencia habitual de reyes, en este palacio estuvo alojado durante dos semanas Carlos V en su último viaje buscando el retiro en el Monasterio de Yuste. Con la intención de visitar a sus hermanas, a su hijo Juan y a su nieto Carlos que vivían en Medina, fue el invitado del cambiante Rodrigo de Dueñas que en su afán por alagar e impresionar al monarca se comportó de forma ostentosa, lo que molesto al monarca y por lo que éste decidió pagar su estancia, negandose a recibirlo en su presencia y renegando de la hospitalidad del medinense.

El segundo de los monumentos es la Iglesia de Santiago el Real. Construida en el año 1533, hasta le expulsión de la Compañía de Jesús en 1767 fue la iglesia del noviciado del antiguo convento de San Pablo y San Pedro. Edificada bajo los cánones que responden al clásico estilo jesuita y según el proyecto de fray Bartolomé de Bustamante, presenta un exterior austero y planta de cruz latina con una nave y capillas laterales. Como anécdota contaremos que la primera piedra fue puesta por San Francisco de Borja, descendiente de Fernando el Católico y del Papa Alejandro VI. En su interior guarda auténticas joyas como tres retablos en la cabecera. El central salido del taller de Pedro de la Cuadra y los gemelos del crucero del de Francisco Palenzuela, así como dos estatuas orantes de los fundadores y una capilla que alberga una sorprendente colección de tallas relicario del siglo XVII.

Finalizamos nuestro viaje por la historia de Medina del Campo visitando las Reales Carnicerías. Este singular edificio es una de las pocas construcciones del siglo XVI destinadas al reparto y abastecimiento de carnes que han llegado hasta nuestros días. Su funcionalidad y simplicidad ha llamado la atención de historiadores del arte y arquitectos, calificándolo como el mejor ejemplo que puede encontrarse de esta tipología en España. Los Reyes Católicos autorizaron su construcción en el año 1500, pero las obras no comienzan hasta cincuenta años después, siendo finalizadas en 1562 bajo el reinado de Felipe II. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre a quien atribuir la traza de este edificio. Algunos lo vinculan a Rodrigo Gil de Hontañón y otros al arquitecto real Gaspar de Vega, pero lo que si parece estar claro es que buena parte de las obras fueron llevadas a cabo por los maestros medinenses Agustín Gallego y Juan del Pozo. En el interior y sobre las dos entradas principales se pueden admirar dos frescos, muy deteriorados, en los que se representan en un caso la Imposición de la casulla de San Ildefonso y en otro a San Miguel clavando una lanza al demonio que se encuentra a su pies. A lo largo de todos estos siglos desde su construcción ha sufrido diferentes reformas, siendo las más importantes las llevadas a cabo en los años 1595, 1621 y 1779. En el año 1931 este monumento es salvado de la piqueta al anularse la orden de demolición que pretendía su destrucción para aprovechar los materiales, siendo rehabilitado como mercado de abastos, función que cumple desde 1935 hasta nuestros días.

Pero el inmenso catálogo monumental de Medina del Campo no acaba aquí. Por sus calles y plazas podemos encontrar numerosos edificios civiles como laCasa Blanca, la Casa del Peso y las Casas de los Arcos; los palacios del Marqués de Tejada o del Almirante, del Marqués de Falces o de los Quintanilla; la Casa Consistorial, el Cuartel del Marqués de la Ensenada y la Estación de Ferrocarril. Y construcciones religiosas como el Santuario de Nuestra Señora del Carmen de Padres Carmelitas, las iglesias de San Miguel Arcángel y Santo Tomás; las ermitas de San Roque y de Nuestra Señora del Amparo, los conventos de Santa Clara, de Santa María el Real, de Santa María Magdalena, de San José y los restos del Convento del Corpus Christi, sin olvidar el antiguo Hospital de Simón Ruíz con la iglesia de la Purísima Concepción y San Diego de Alcalá y la Capilla de San Juan de la Cruz. Todo un vasto catálogo patrimonial artístico que hace de la villa medinense uno de los destinos arquitectónicos, culturales e históricos más importantes de toda Castilla y León y de España.

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