Ciudad de Frías en Burgos, un escenario que te sorprendera
25 junio, 2018 (11:36:05)Situada en la Comarca de Las Merindades, el nombre de Frías procede del término “Aguas Fridas”. Esta pequeña población burgalesa, que tiene el honor de ser considerada la ciudad más pequeña de España, es en la actualidad un importante y bellísimo núcleo turístico que forma parte del territorio de Raíces de Castilla. Pasear por sus calles y plazas y admirar su numerosos monumentos, resultado de su gran historia, significa embarcarse en un viaje en el tiempo que lleva a la Edad Media donde las damas, caballeros, campesinos, artesanos o monjes eran los verdaderos protagonistas.
CASTILLO DE FRÍAS.
Se trata de uno de los castillos roqueros más espectaculares de Castilla. De gran valor estratégico y situado sobre una peña que domina el Valle de Tobalina, su estampa coronada por la espectacular torre del homenaje es una de las postales más reconocidas de Castilla y León y símbolo de Frías en toda España. Cuando accedemos al interior nos recibe un arco ojival y una vez dentro nos encontramos con un gran patio de armas, la crujía de servicios, graneros, bodega y en el centro un aljibe. Al sur están las dependencias residenciales donde se conservan tres magníficos capiteles románicos.
CASAS COLGADAS
Otra de las estampas reconocidas de la ciudad de Frías es la que ofrecen sus casas colgadas. De toba y madera, en su construcción supieron aprovechar el reducido espacio que brinda “La Muela”, gran roca sobre la que se asienta la parte alta de la ciudad, siendo levantadas en los mismos extremos de la roca y fundiéndose con el precipicio. Claro ejemplo de un urbanismo que se adapta al escaso terreno, lo que obliga a desarrollar la casa hacia arriba y hacia abajo, excavando en la roca de toba y logrando superar las dos plantas de altura.
PUENTE MEDIEVAL
Estamos ante uno de los monumentos más importantes de Frías. Levantado durante la repoblación de estas tierras llevada a cabo por Alfonso VIII para salvar el paso del río Ebro, su origen probablemente fuese romano, siendo reconstruido en varias ocasiones durante la Edad Media. Pisar sus piedras significa caminar sobre la antigua calzada romana, muy importante para el comercio entre la Meseta y la Costa Cantábrica. En el centro se levanta majestuosa la torre para el cobro del portazgo, peaje que los comerciantes de la Bureba y Rioja y los rebaños trashumantes estaban en la obligación de pagar para ayudar a costear la carga económica que suponía tener un puente sobre el Ebro en la Edad Media.
IGLESIA DE SAN VICENTE MARTÍR
Situada en un lugar privilegiado, junto a un cortado rocoso y con unas espectaculares vistas del valle, este templo ha llegado hasta nuestro días con una extraña mezcla de estilos. La traza primitiva de la iglesia de San Vicente Mártir fue románica, estilo del que solo se conservan algunos restos y al que pertenecía la todavía recordada portada que se encuentra en el Museo de Claustros de Nueva York. En el interior destacan el retablo barroco del Cristo de las Tentaciones y los neoclásicos de la Soledad y el Mayor, la Capilla de la Visitación con una exquisita reja de forja, un retablo del siglo XVI del pintor Juan de Borgoña y dos sepulcros con ornamentación plateresca. No podemos dejar de mencionar la amplia colección de imaginería religiosa del siglo XVII, la sillería barroca, el órgano y diferentes pinturas religiosas.
OTROS MONUMENTOS DE FRÍAS
En este repaso por el patrimonio monumental de la Ciudad de Frías es necesario hablar del recinto amurallado y las diferentes puertas que aún se conservan, la Puerta de Medina, la del Postigo y la de la Cadena; el lavadero medieval y varios templos religiosos como las iglesias de San Vitores en la que destaca la portada gótica ubicada al sur de la construcción y la de San Martín de Tours en el barrio de Quintanaseca, pequeño templo románico con bonita espadaña y los conventos de San Francisco y el de Vadillo del que se conserva parte del claustro, varias capillas y una gran iglesia de época gótica.
Para finalizar nos acercaremos hasta el pueblo de Tobera donde se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de la Hoz, templo que sirvió en la Edad Media de hospedería a los peregrinos que se dirigían Santiago y donde podremos admirar los bellos saltos de agua del río Molinar a su paso por el pueblo.