Por CÉSAR GUTIÉRREZ CALVO, en Distribución Los viajeros afectados deberían solicitar los reembolsos a la compañía aseguradora

La UE establece un seguro a los organizadores de viajes que cubre su insolvencia

FETAVE recuerda a los clientes de Pullmantur y otras consursadas la existencia de seguros garantes de sus reembolsos. 25 enero, 2021 (14:03:33)

Madrid, 25 de enero de 2021. La crisis sanitaria del COVID-19 con las restricciones de movilidad por razones de salud pública, han creado una crisis sin precedentes en el sector turístico a través de una caída de la demanda y de una crisis de liquidez que ha llevado a diversos organizadores de viajes combinados y entre ellos empresas de cruceros como Pullmantur, a situaciones límite cuyo reflejo es la convocatoria de concursos de acreedores.

La crisis de liquidez ha derivado en un retraso en los reembolsos de aquellos viajeros que, en uso de sus derechos, no aceptaron la emisión de bonos de viajes como reembolso de los pagos efectuados por los viajes cancelados.

Las agencias minoristas comercializadoras de los productos de las sociedades organizadoras de viajes combinados, pese a encontrarse en situación crítica, por estar la gran mayoría de sus plantillas en ERTE, han venido colaborando tanto con los viajeros como con los organizadores de los viajes, para dar respuesta y satisfacción a los derechos de los viajeros, sin perjuicio de que el responsable de ello es el organizador del viaje.

Como solución a ese problema y al de los reembolsos de billetes aéreos, desde la protección de los derechos de los viajeros y para apoyar a los operadores turísticos y de transporte, FETAVE, Federación Empresarial de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viajes Españolas, ha reclamado reiteradamente desde mayo de 2020 la aplicación en España de la Recomendación (UE) 2020/648 de la Comisión de 13 de mayo de 2020 relativa a los bonos ofrecidos a los pasajeros y a los viajeros como alternativa al reembolso de viajes combinados y servicios de transporte cancelados en el contexto de la pandemia de COVID-19, reclamación a la que el Gobierno, a propuesta del Ministerio de Consumo, descubriendo “mediterráneos” dio una respuesta incompleta e ilegal con el Real Decreto Ley 11/2020 que tuvo que anular inmediatamente a requerimiento comunitario y a la que, solo recientemente, de forma incompleta y con dudosa eficacia, el Gobierno ha dado respuesta con una línea de crédito a las agencias, de aplicación a organizadores de viajes combinados, en condiciones muy diferentes de las sugeridas por la Comisión y que, nuevamente, como otras medidas adoptadas, quedará en un hacer que se hace sin hacer nada que resuelva el problema ni a los viajeros ni a los operadores.

En lo concerniente a los operadores turísticos la crisis ha entrado ya en una agudización de la crisis de liquidez y son varios (Trapsatur, Politours, Pullmantur, etc.) los que han pasado a la situación de concurso de acreedores e incluso de cierre ordenado y, en su caso, liquidación o bien liquidación como conclusión del concurso. Esto es, una situación de insolvencia de las que contempla la norma para que las compañías de seguro y caución afronten las responsabilidades.

El caso de mayor dimensión hasta ahora planteado es el de Pullmantur, actualmente en concurso de acreedores lo que supone una alteración en el orden de preferencia de las deudas de reembolso a los viajeros. Especialmente por lo que se refiere a su división de cruceros puede afectar a unos 65.000 viajeros con un montante de reembolsos de unos 50 millones de euros. Los constantes cambios por parte del operador en lo referente a su política de reembolsos está generando una sobrecarga de trabajo a las agencias minoristas que no perciben remuneración alguna y en situación de ERTE las plantillas. Pese a las acciones de las agencias para facilitar los reembolsos, siguen pendientes un alto número de viajeros sin recibirlos, y desde el operador no se garantizan los reembolsos pendientes ni los futuros de los bonos de viaje emitidos con un año de validez y ello sin que las minoristas comercializadoras tengan capacidad legal para forzar ni condicionar las devoluciones.

Dado que, ante la prolongación de la situación de salud pública que las diferentes autoridades sanitarias competentes de las Comunidades Autónomas y del Ministerio de Sanidad no parecen poder controlar, las previsiones apuntan a que hasta no antes del 2023, no se recuperará razonablemente la demanda, es razonable que ante la inexistencia de ayudas directas y suspensión o reducción de impuestos (IAE, IBI, etc.), y la inexplicable inaplicación en España de la Recomendación de la Comisión Europea de 13 de mayo de 2020 y el silencio de Consumo sobre ello, la crisis de liquidez y de demanda extiendan las situaciones de concurso de acreedores, e incluso liquidación de operadores, con su efecto sobre los derechos de los viajeros y tensionando la relación de los minoristas con sus clientes compradores de esos viajes combinados, a los que no podrán reembolsar los importes transferidos a los operadores.

FETAVE recuerda a los viajeros de viajes combinados cancelados y especialmente aquellos por causa directa o indirecta de la COVID-19, la existencia de un seguro de garantía ante la insolvencia del operador, con la identificación de la compañía de seguros con la que el seguro está contratado y a quien los viajeros deben dirigirse para hacer efectivos sus reembolsos de forma inmediata y ello sin perjuicio, en su caso, del derecho de la compañía de seguros de repercutir contra el operador turístico organizador del viaje combinado y, en caso de no respuesta del asegurador, el viajero puede denunciar ese eventual incumplimiento ante la Dirección General de Seguros.

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