Crisis por coronavirus

Los cielos de Brasil se recuperarían dos años antes que los de la región

La IATA estima que el cabotaje brasileño recupere los niveles previos a la pandemia a fines de 2021

Publicada 27/08/20 -Actualizada 20/09/20 02:02h
Los cielos de Brasil se recuperarían dos años antes que los de la región

El director de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para Brasil, Dany Oliveira, aseguró que el mercado aéreo de cabotaje de ese país recuperaría los niveles previos a la pandemia de COVID-19 a finales de 2021, es decir, dos años antes que lo previsto para los domésticos del resto de los países de la región. En tanto, las compañías brasileñas avanzan en su reconstrucción, bajo la “nueva normalidad”.

Tal como lo viene contando HOSTELTUR, Brasil sigue avanzando en su proceso de reapertura, cuya expectativa está puesta hoy más del lado de la demanda que de la oferta, debido a que el país es el segundo más afectado del planeta por la pandemia de coronavirus. Aerolíneas, transportes terrestres, hoteles, restaurantes, bares, atracciones turísticas y agencias de viajes reabren día a día, pero las ocupaciones siguen siendo bajas y en muchos casos no llegan a cubrir los cupos máximos establecidos por las restricciones.

Desde el propio momento de la paralización de la actividad, en marzo pasado, la compañías aéreas han iniciado un serio proceso de reestructuración que llevó, por ejemplo, a que Latam Brasil se acogiera al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos; a Azul a complementar rutas de cabotaje con Latam Brasil y asumir rumores de fusión; y a Gol también a una situación muy compleja en materia financiera. Las tres se vieron severamente afectadas y todas ellas acudieron al Estado en busca de financiamiento para sobrevivir.

Según la IATA, Brasil lograría voler a la "normalidad" aerocomercial a fines de 2021

Según la Asociación Brasileña de Empresas Aéreas (Abear), las peores cifras del sector se registraron en abril, cuando la demanda de pasajeros se redujo un 93,09% frente al mismo mes de 2019 en vuelos nacionales y un 98,7% en los internacionales, aunque afirmaron que la situación ha ido mejorando gradualmente.

En junio, el Gobierno federal, liderado por Jair Bolsonaro, decidió, a pesar del riesgo sanitario que la decisión implica, autorizar vuelos de cabotaje y a la fecha ya hay 700 despegues por día, de acuerdo a la entidad. Para el director de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para Brasil, Dany Oliveira, la evolución es sumamente positiva.

“En julio la demanda se recuperó un 22% frente a junio, y la expectativa es que al final de este año estemos operando al 70% de lo que era en 2019, y que al final de 2021 retomemos los niveles de la prepandemia, al menos en vuelos domésticos", le confió el directivo a la agencia EFE.

Estas proyecciones colocan a Brasil en un proceso de recuperación significativamente más rápido que el que verifica el resto de los países del continente. Según la IATA, tras una caída esperada del 55% en el número de pasajeros este año, las aerolíneas de la región sólo recuperarán los niveles prepandemia en 2023 en vuelos domésticos y en 2024 en los internacionales. Como se desprende de esta afirmación, Brasil volvería a la “normalidad” hasta dos años antes que sus vecinos americanos.

De hecho, el organismo mantiene su previsión de que Brasil, que ostenta dimensiones continentales, pueda convertirse en uno de los mayores mercados mundiales de aviación, pasando de los 120 millones de pasajeros con los que terminó 2019 a unos 420 millones en 2039.

Para readaptarse y sobrevivir, Azul y Latam Brasil operan conjuntamente 64 rutas domésticas

Por su parte, el vicepresidente de la IATA para las Américas, Peter Cerdá, agregó: “La ventaja de Brasil es que, pese a que restringió los vuelos internacionales, no cerró sus aeropuertos durante la pandemia, como otros países, además de haber adoptado rápida y adecuadamente protocolos de seguridad para el transporte aéreo”.

Desde luego, Cerdá no desconoció la crítica situación de las empresas, pero sostuvo que confía en su capacidad de adaptación y reconversión. “Lo que sí es seguro es que el tamaño de las aerolíneas será menor; que la demanda será menor; y que habrá nuevas reglas de juego”, reconoció.

Efectivamente, con sus aviones en tierra las aerolíneas tuvieron millonarias pérdidas en el segundo trimestre. Por ejemplo, las de Gol fueron de R$ 1.997 millones (unos US$ 357 millones) y las de Azul, de R$ 2.940 millones (unos US$ 526 millones).

Y, dado ese escenario, están implementando fuertes recortes presupuestarios. Tanto Gol como Azul firmaron acuerdos colectivos con los sindicatos en los que establecieron una reducción de los salarios y de las jornadas de trabajo de cerca del 20% hasta diciembre de 2021. En cambio, tras fracasar en un acuerdo similar, Latam Brasil anunció el despido de 2.700 empleados, entre pilotos, copilotos y auxiliares de vuelo, que representan el 40% de su plantilla.

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