La isla filipina de Boracay cierra por seis meses

Las autoridades prohibieron desde la medianoche el acceso de visitantes a esta isla ubicada unos 300 kilómetros al sur de Manila, informó el Departamento de Medio Ambiente, mientras las cadenas de televisión locales mostraban imágenes del fuerte dispositivo de seguridad con cientos de uniformados para evitar incidentes.

"Necesitamos rehabilitar Boracay para que sea una isla segura, viva y sostenible desde el punto de vista ambiental", dijo el secretario de Medio Ambiente, Roy Cimatu, en un comunicado.

Aunque de momento no existe un plan concreto para remodelar Boracay, el ministro se comprometió a poner en marcha durante los seis meses de cierre una "solución de primeros auxilios" para evitar vertidos al mar y mejorar las infraestructuras.

Cimatu prometió "restaurar los sistemas de aguas residuales y desechos sólidos", así como "demoler estructuras ilegales, ya sean grandes o pequeñas" y "revisar la red de carreteras y transporte" en esta isla de 1.032 hectáreas.

Desde hoy solo los residentes con su debida identificación o personas con autorización del Gobierno pueden acceder a Boracay, uno de los principales enclaves turísticos de Filipinas que solo el año pasado recibió a 2 millones de visitantes.

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El pasado febrero Duterte calificó la isla como una "cloaca" por la contaminación de sus aguas, y posteriormente ordenó el cierre total al público durante seis meses para solucionar los problemas medioambientales.

Empresarios y trabajadores de Boracay protagonizaron en las pasadas semanas frecuentes protestas para exigir al Gobierno que modernice la isla por fases en lugar de optar por la vía radical.

Alrededor de 36.000 personas verán afectados sus medios de vida por la clausura de Boracay, mientras las pérdidas podrían alcanzar los 56.000 millones de pesos (874.000 euros, 1.070 millones de dólares), según estimaciones. EFE