Crónica desde la T2 de Barcelona

La T2 de Barcelona vive un día negro por el accidente de Germanwings

Publicada 24/03/15
La T2 de Barcelona vive un día negro por el accidente de Germanwings

La terminal T2 del aeropuerto de Barcelona, normalmente una balsa de aceite desde que fue relegada al tráfico de aerolíneas low cost y charter, se ha convertido este martes en un epicentro informativo a escala global.

Tras el accidente del avión de Germanwings que cubría la ruta Barcelona-Dusseldorf en los Alpes franceses, decenas de periodistas y equipos de TV han acudido a la T2 para realizar el seguimiento informativo.

A la terminal principal han ido llegando algunos familiares de las víctimas, visiblemente emocionados.

Miembros de un dispositivo de seguridad y atención dispuesto por Aena inmediatamente han acompañado los familiares hasta un área del aeropuerto habilitada para esta trágica ocasión.

Ello no ha evitado algunas tensiones con los medios de comunicación e insultos de los familiares hacia los equipos de TV y fotógrafos que buscaban declaraciones e imágenes.

La T2 de Barcelona vive un día negro por el accidente de GermanwingsLa T2 de Barcelona vive un día negro por el accidente de Germanwings

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La T2 de Barcelona vive un día negro por el accidente de Germanwings

Hacia las 13:45 horas, los periodistas que estábamos en el aeropuerto hemos podido recoger las declaraciones de Ignacio Rubio, presidente de la Asociación española de usuarios, empresarios y profesionales del transporte aéreo que ha acudido a la T2.

“Se está hablando de un descenso de emergencia y de un avión antiguo, pero creo que es un error asumir eso por cuanto los aviones se desmontan cada x horas de vuelo y es impensable que ese avión tuviera un problema mecánico y estuviera volando, pues se habría detectado”, ha remarcado este experto.

Y es que en caso de emergencia, añade Rubio, “el avión habría bajado a un altura de 6.800 metros, es un procedimiento estándar que se aplica por parte de la tripulación. Pero se habrá producido un problema añadido que habría provocado el accidente, lo que tendrán que determinar las autoridades. Desconocemos si han sido circunstancias metereológicas u otras”.

Mientras escribo estas líneas dos pasajeros extranjeros sentados junto a mi me preguntan a qué se debe el ir y venir de periodistas, y los gritos de algunas personas que se oyen a lo lejos.Les explico que esta mañana un avión que había despegado de Barcelona se ha estrellado en los Alpes franceses. Se quedan de piedra. No sabían nada. Su vuelo despega en unas horas. Lo cogerán, claro.

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