Artículo de opinión firmado por el presidente de CEHAT

Tribuna de Jorge Marichal: "España se calienta y el turismo se enfría"

Tribuna de Jorge Marichal: "España se calienta y el turismo se enfría"

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"Llevamos varios días oyendo en todos los informativos que hemos sufrido una de las más extensas olas de calor de los últimos años, que han provocado tremendos incendios que han afectado a muchas zonas de la llamada “España vaciada”, esa España rural de extensos bosques y de incalculable valor paisajístico y ecológico.

Estos incendios han acabado en esas zonas con la esperanza de tener un buen verano a los negocios recreativos, de hostelería y de alojamiento, pues las excursiones y actividades al aire libre han desaparecido, provocándose cancelaciones masivas, pese al esfuerzo de años de promocionar el turismo de naturaleza y de aventura que tanto auge estaba tomando. Asturias, León, Orense, Zamora y Cáceres no olvidarán la pesadilla de ver arder sus montes y afectará en grado extremo a los pequeños empresarios y trabajadores que apostaron por no irse de estas zonas a destinos turísticos urbanos o de playa, así como a los ayuntamientos y pequeños propietarios agrícolas y ganaderos. No seremos los empresarios quienes juzguemos las causas y soluciones, pero es necesario apoyar a que la reconstrucción sea lo más rápida posible y poder dar la esperanza de que haya futuro en sus planes de vida tras los fuegos.

Tribuna de Jorge Marichal: 'España se calienta y el turismo se enfría
Jorge Marichal, presidente de CEHAT. Fuente: CEHAT.

El título de este artículo tiene que ver también con los primeros comentarios que estamos recibiendo de la marcha de la temporada de verano, la más importante del conjunto de nuestro país en número de visitantes, gasto y pernoctaciones. Las previsiones que hicimos desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos indicaban que iban a ser similares en número de viajeros y de ocupación a las de 2024, que como todos coincidiremos, han sido las mejores de la serie histórica. Y, sin embargo, aunque el número de viajeros parece que aumenta, no es así el gasto medio por persona, ni tampoco el precio medio de los alojamientos, que ha dado lugar en algunas zonas a un descenso de la ocupación pese a las ofertas de última hora que se pueden ver en muchas plataformas y agencias de viaje. Puedo afirmar, “que sigue sonando la música, aunque se ha bajado el volumen”. La situación en sí misma no podemos clasificarla como preocupante, pero sí como un toque de atención de que se ha podido tocar techo y se ve una cierta fatiga en la demanda nacional y en algunos segmentos de la demanda extranjera.

Se señalan varios factores, pero muchos coinciden en que la inflación de los productos turísticos pueden ser la causa primordial. Ante un mantenimiento de la calidad, se observa una creciente preocupación de los viajeros por los precios. En muchos casos los aumentos son producidos por el enorme incremento de los costes a la producción, ya que la subida de las materias primas, los costes derivados de la asfixiante legislación medioambiental y de operaciones, el aumento de los costes laborales y de seguridad social muy agravado por el incontrolable auge del absentismo laboral que en muchas zonas o negocios ya roza el 20 %, hace que se ponga en riesgo la competitividad de nuestros destinos a nivel mundial.

No podemos pensar que el turismo es algo estático. Se ponen de moda de manera muy rápida destinos, igual que caen en picado otros. El mantenimiento de la competitividad es algo muy complicado para un empresario, pues muchos factores no dependen de su actuación. La saturación de algunas zonas, la falta de planificación, la falta de infraestructuras, la limpieza, la seguridad percibida, los movimientos sociales en contra o la falta de una adecuada formación de las personas que atienden al público, dañan la imagen de un destino, que puede ser irrecuperable. Mientras tanto, desde muchas administraciones, sólo se piensa en cómo gravar con más impuestos la actividad, desde el propio trabajo como la llegada de visitantes con tasas o impuestos encubiertos de dudosa finalidad, como se lleva años demostrando. Asimismo, nuevas normas y obligaciones, desde solicitar decenas de datos para controlar a los ciudadanos hasta exigir políticas de control sanitarias o responsabilidad fuera de toda lógica, repercutirán directamente en un aumento de costes que la demanda no acepta.

A primeros de mes de septiembre tendremos datos precisos de este enfriamiento, estamos a tiempo de tomar medidas, pero advertimos que todo parece indicar que la bonanza o el maná, se está moderando y no lentamente. Y esto no sólo va a afectar al propio empleo, sino a los 20 sectores económicos que en gran parte viven de la actividad, según el último estudio preparado por las Cámaras de Comercio. Así, comercios, transporte, entidades financieras, productores de alimentos y agricultores, empresas de logística y otros muchos, sobre todo entidades públicas, deben empezar a entender que es momento de poner medidas para que la música siga sonando, si no queremos que llegue el invierno al turismo, soporte de la economía española y del estado de bienestar que todos deseamos".

Jorge Marichal

Presidente de CEHAT

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