Venecia instala tornos para controlar la llegada de turistas

En concreto, se han colocado barreras de acceso en las proximidades de la estación de Santa Lucía, único punto de llegada por tierra, uno antes del puente de la Constitución, también conocido como de Calatrava –diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava-, y otro antes del puente de los Descalzos. El objetivo es controlar el número de turistas que accede al centro de la ciudad y cuando la afluencia sea inasumible la policía cerrará los accesos al centro histórico.

El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, ha señalado que se trata de una medida experimental que prevé implementar "pocos días al año", en puentes o festividades en los que se espere la llegada masiva de visitantes.

Se pretende así frenar el creciente deterioro de la ciudad, que recibe anualmente cerca de 30 millones de turistas. Además, ante la creciente llegada de visitantes, los residentes están optando por abandonar el centro de la ciudad debido a la especulación inmobiliaria y al deterioro de algunos edificios por la humedad (Venecia prohibirá la apertura de nuevos hoteles en el centro). En 1961, Venecia contaba con por 137.150 personas, mientras que ahora apenas superan los 50.000.

Se han colocado barreras de acceso en las proximidades de la estación de Santa Lucía, único punto de llegada por tierra.

Esta medida se une a la decisión de restringir la llegada de cruceros de grandes dimensiones, ya que gran parte de la masificación de Venecia se debe a la llegada masiva de cruceristas -el año pasado desembarcaron a 2,5 millones de personas-.

Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha amenazado con eliminar a Venecia de la lista de Ciudades Patrimonio de la Humanidad si no toma medidas urgentes destinadas a salvaguardar el patrimonio.

Críticas a los controles

La decisión de instalar tornos en los accesos a la ciudad no ha estado exenta de polémica. Un grupo de vecinos se manifestó el domingo en contra de la medida, pues en su opinión suponen una demostración de “la voluntad del Ayuntamiento de transformar de forma definitiva Venecia en un parque temático”.

Estos grupos creen que el turismo ha disparado los precios de la vivienda tanto para alquilar como para comprar, por lo que señalan que los residentes no necesitan “puertas en la ciudad" sino "casas y políticas de fomento de la residencia.