Jornada Hosteltur- Las Palmas de Gran Canaria

Los retos del turismo urbano en la era pos-COVID

Publicada 13/11/20 -Actualizada 10/12/20 02:09h
Los retos del turismo urbano en la era pos-COVID
  • Las agencias de viajes tendrán un papel destacado porque hay un tipo de cliente que va a necesitar un mayor asesoramiento, dijo Marián Muro
  • “La imagen de sol y playa nos ha eclipsado y no ha dejado ver otras cosas, como los destinos urbanos", señaló Arturo Ortiz
  • El director de Gijón Turismo destacó el valor de la inteligencia turística para la adecuada gestión de las ciudades

El turismo urbano se ha convertido en una de las alternativas de ocio más buscadas por los viajeros en los últimos años, pero al igual que el producto de sol y playa, se ha visto fuertemente impactado por la pandemia del coronavirus. Y ahora se enfrenta a nuevos retos que requerirán una mayor capacidad de adaptación y más flexibilidad ante una situación tan cambiante como la que estamos viviendo desde el inicio de la crisis sanitaria. Entre las nuevas tendencias, las ciudades secundarias serán más atractivas para los visitantes, que tenderán a huir de espacios masificados, según las previsiones de los expertos que participaron ayer en la mesa redonda "Turismo Urbano vs Covid-19, ¿cómo gestionar el presente y futuro inmediato?, que formó parte de la Jornada Hosteltur - Las Palmas de Gran Canaria celebrada ayer en formato virtual.

“Esta situación va a requerir mucha capacidad de adaptación y por ello hay que tener muy claro el foco para irse adecuando a las circunstancias”, indicó Marián Muro, directora general de Turisme de Barcelona. “Se requiere flexibilidad porque lo que necesitamos hoy no vale para mañana”, añadió Daniel Martínez, director de Gijón Turismo.

Entre las nuevas exigencias que este tipo de turismo requerirá a partir de ahora, Marián Muro destacó que se va a valorar mucho la seguridad sanitaria, por lo que la capacidad de atención médica del destino va a ser un factor muy apreciado. El control de aforos va a ser también una práctica habitual y, en consecuencia, las herramientas para gestionar la capacidad van a ser tener un papel fundamental, ya que permiten conocer la afluencia de visitantes a un lugar e incluso sugerir espacios alternativos para reducir las aglomeraciones.

Además, se mostró convencida de que las agencias de viajes volverán a tener un papel importante porque hay un determinado cliente que va a necesitar un mayor asesoramiento, que se le transmita confianza y se le ofrezca detallada información sobre las medidas de seguridad seguidas en un enclave concreto.

También destacó que "se va a huir de densidades" y, por tanto, van a tener más facilidades las ciudades medianas que las grandes, así como el transporte privado, que tendrá más recorrido que el público a corto plazo.

“Tenemos que repensar y reaccionar a lo que el mercado está demandando”, señalo Daniel Martínez, y en este sentido cree que va a haber una apuesta por experiencias no masificadas, en destinos abiertos

Coincidió también en el papel que tendrán las agencias de viajes para determinados segmentos. Al tiempo que destacó el valor de la inteligencia turística para saber lo que está ocurriendo en cada lugar y poder planificar.

El director de Hosteltur, Manuel Molina, que moderó la mesa redonda, recordó que este verano, en las ciudades españolas, se han registrado descensos en la facturación de entre el 50% y el 90%.

“Al turista le debemos que cuando vuelva se encuentre una cosa que sea mejor que la que dejó, que dejemos superadas los flujos de las ciudades, el turismo de masas", indicó Arturo Ortiz Arduan, consejero de la Oficina de Turismo de España en Berlín, aunque reconoció que "hay un turista que va a los sitios masificados porque están masificados”.

La demanda está cambiando debido a las circunstancias que les ha tocado vivir a los viajeros “y no pueden encontrarse con una oferta que se ha quedado congelada en febrero de 2020”, indicó

“Nos estamos adaptando un poco a ciegas sobre lo que va a venir, pero esa adaptación se va a producir y los turistas tienen que encontrar lo que están esperando: mayor seguridad sanitaria, mayor confianza en el viaje, que van a trasladar a la red de distribución en muchos casos", agregó.

Un desafío para España

Se están abriendo frentes de gran interés en el turismo urbano, con viajes de tres y cuatro días, “un potencial que España está aprovechando con un cierto retraso por la conectividad aérea", afirmó Ortiz, que destacó las dificultades para acceder a muchas urbes. "Para llegar a la mayoría de las ciudades españolas tienes que entrar por otra, lo que fagocita un poco al turista. Llegas a Madrid y te quedas aquí, no sigues a la siguiente; llegas a Barcelona y no te vas a ver Lérida”, indicó.

La conectividad es un factor clave para este tipo de viajes, añadió, y las aerolíneas de bajo coste han ayudado mucho en los últimos años a impulsar estos desplazamientos. De hecho, señaló que “la conectividad aérea está llevando turistas a ciudades muy secundarias, donde están rozando casi el turismo rural”.

España cuenta con importantes recursos, pero no estamos al nivel de otras ciudades europeas en el turismo de ciudad, porque "no somos vistos como sitios de turismo cultural o gastronómico", por lo que "ahí tenemos un importante trabajo que hacer”, aseveró. Una situación que el director de la OET de Berlín atribuye a que “nos ha eclipsado la imagen de sol y playa y no ha dejado ver otras cosas”.

Recordó que Italia ha trabajado muy bien su imagen cultural y relató que incluso en Alemania, el turismo urbano turco y griego ocupan un lugar destacado en las encuestas que se realizan entre los viajeros. Una circunstancia que, de acuerdo con Arturo Ortiz, “se ha beneficiado del turismo de sol y playa que llegaba allí, mientras que nosotros hemos empezado a hacer los deberes tarde”.

En el caso del mercado alemán, el idioma supone también una barrera, ya que si se quieren vender actividades y experiencias en la ciudad, los turistas germanos prefieren ser atendidos en su idioma, aunque muchos puedan entender el inglés. Por tanto, “acaba siendo la barrera que separa el desarrollo de muchos destinos en este mercado”, declaró Ortiz.

Alianzas entre destinos

La directora de Turisme de Barcelona reconoció que echa en falta una colaboración más estrecha con el resto de los destinos del territorio catalán. Destacó que las distancias no son largas y teniendo en cuenta que Barcelona tiene un 46% de visitantes repetidores, “tendríamos que mostrar de forma automática las extensiones de la propia ciudad”.

En su opinión, “tendríamos que pensar más en grande” y buscar alianzas. De hecho, manifestó que su departamento se está planteando realizar campañas de promoción con ciudades con las que la Ciudad Condal comparte un relato cultural o gastronómico.

Para destinos pequeños como Gijón, que tiene 280.000 personas, este tipo de alianzas es clave por la cercanía, según reconoció Daniel Martínez, ya que las tres principales ciudades de Asturias, que aglutinan el 80% de la población de la comunidad, están a menos de 25 minutos de distancia entre ellas.

“Como imagen de marca necesitamos esas alianzas, para trabajar bajo el paraguas de la marca Asturias. Esto es clave. Lo ha sido durante mucho tiempo y ahora lo es más todavía”, añadió. Considera que para la ciudad es muy beneficioso que el viajero se pueda desplazar a la montaña o a la playa que están a 15 minutos.

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