El sueño de ser sede olímpica: ¿es el turismo el único legado?
El Gobierno de Brasil ya tenía claro que en Río "el turismo sería el gran legado", pero el beneficio rápido del "boom" urbanístico también cuenta
Publicada 01/08/21 -Actualizada 25/08/21 02:03h
Los expertos dicen que, gracias a ser sede olímpica, Tokio se posicionará en el turismo deportivo. No ahora, sino "más adelante", gracias a las modernas instalaciones deportivas que albergan las competiciones olímpicas. Ese es también el sueño de París 2024, Los Angeles 2028 y de Brisbane 2032, porque sin duda los juegos son un inmejorable escaparate para las ciudades que los acogen. Sin embargo, ¿a dónde fuer a parar el sueño de las anteriores sedes de los JJOO? La realidad está muy lejos del sueño, y al final, quizá los juegos sirvan solamente a intereses urbanísticos y, sí, claro, al sueño cuatrianual de los esforzados atletas.
Una semana hace de su elección y Brisbane sigue celebrando que será sede de los JJOO en 2032.
Pero, ¿qué ha sido de las antiguas sedes de los JJOO? También lo celebraron en su día, y en la inauguración de los juegos lucieron galas y colores, desfilaron, se emocionaron y mostraron al mundo su cara más amable, suntuosa, ingeniosa, rica, disciplinada o chabacana, según los gustos.
¿Pero qué queda del sueño olímpico de Río 2016, Londres 2012, Pekín 2008 o Atenas 2004? Poca cosa, y si retrocedemos en el tiempo el fiasco es aún mayor.
"Todo un éxito"
Según recoge en un reportaje hecho en febrero lasillarota.com, seis meses después de los juegos de Río 2016 el diario O'Globo ya denunciaba el abandono absoluto de las instalaciones que habían acogido las competiciones deportivas y que habían costado 4.200 millones de euros.
Incluso el mítico estadio Maracaná, que se convirtió en símbolo del país, quedó a merced de las inclemencias del tiempo y el vandalismo, sin seguridad ni nadie que velara por su mantenimiento o su uso deportivo.
Como ocurre siempre cuando terminan los JJOO, el balance es de "todo un éxito". En Brasil, sin ir más lejos, el Ministerio de Turismo aseguró que El 88% de los turistas extranjeros de los JJOO quisiera volver a Brasil, con unas valoraciones altísimas de los turistas internacionales en todos los campos: elogiaron los aeropuertos un 94,6%; la seguridad un 88,4%; y también el transporte público, con un 86,5%.
El 87,1% de los encuestados internacionales calificó las instalaciones deportivas donde tuvieron lugar las competiciones, como buenas o muy buenas. Las valoraciones más críticas fueron para los precios de las entradas a las pruebas olímpicas, con un 50,8% de valoraciones negativas por parte de los brasileños y el 42,4% por parte de los turistas internacionales.
La planta hotelera de Rio creció en 9.500 habitaciones antes de los JJOO, repartidas en 38 nuevos hoteles.
Aunque no todos los brasileños tenían claro lo del gran éxito.
Y es que en Brasil tuvo lugar un gran debate sobre la conveniencia o no de ser sede olímpica en un momento complicado para el país y con un difícil clima político: La polémica Olimpíada 2016, ¿oportunidad para el turismo? "El gran legado de los JJOO será el turismo", decía ya entonces en Gobierno de Brasil.
Y quizá fue cierto, porque Brasil superó su récord de turistas, con 6,6 millones de visitantes en 2016, el año en el que fue sede olímpica, según un comunicado del ministerio de Turismo brasileño, lo que suponía un aumento del 4,8 % sobre 2015. Aunque como no es oro todo lo que reluce, ni lo que sale en los comunicados oficiales, un grupo de unos 30 hoteles brasileños denunció al Comité Organizador Río 2016 por el impago de 4 millones de reales (1,25 millones de dólares, 1,13 millones de euros).
La realidad es tozuda...
Pekín 2008
En Pekín 2008 las cosas no han sido diferentes. Las instalaciones deportivas tienen el mismo aspecto que las brasileñas, 11 años después de los juegos. Según recuerda Lasillarota.com costaron 40.000 millones de dólares.
Lo curioso es que la capital china volverá a ser sede de los juegos olímpicos, en este caso de invierno, en 2022. Por supuesto, las instalaciones deportivas construidas para los juegos de verano no servirán, por lo que se repetirá el boom urbanístico.
En Atenas, en 2004, las cosas no han ido por otro camino a pesar de que en esa ocasión los JJOO volvían a su cuna por segunda vez en la era moderna. La primera vez fue en 1896.
Las inversiones en la capital griega para albergar los juegos oscilaron entre los 9.000 y los 12.000 millones de dólares, según si se trata de fuentes oficiales o no. En esa ocasión el Gobierno decidió no tener patrocinadores privados por lo que todo ese dinero procedió del bolsillo de los griegos. La deuda, el déficit y el desempleo, como recoge este reportaje, fueron la herencia del estallido colorista y efímero de los juegos.
¿Y Londres 2012?
Aquí la historia es distinta, porque la capital británica hizo, tras los juegos, que las instalaciones construidas desde cero fueran recicladas y utilizadas por los deportistas y los ciudadanos, hasta el punto de que si en 2012 un 44% de los británicos no estaba contento con ser sede olímpica y gastar 11.000 millones de euros, un año después el 75% reconocía que los JJOO habían sido todo un éxito.
Un ejemplo de lo ocurrido con todas las instalaciones olímpicas de Londres es el del centro acuático, reconvertido en piscina pública.
¿Y qué ocurre con el turismo?
¿Cuáles serán los efectos de los JJOO de Tokio 2020 -celebrados en 2021 por la pandemia- en el futuro? Muchos expertos tienen los peores augurios, aunque desde la compañía de analítica de datos GlobalData apuntan algunos efectos positivos, como explicamos en Tokio 2020: los efectos positivos en el turismo nipón tardarán en llegar.
Los juegos de Tokio se celebran sin público y sin afluencia de turistas internacionales a la ciudad y a las sedes olímpicas. Como ha reconocido a HOSTELTUR Ralph Hollister, analista de Viajes y Turismo de GlobalData, “no cubrirán rápidamente la inversión perdida debido a la ausencia de visitantes internacionales y las restricciones que se aplicarán a los nacionales. Pero Japón sí se beneficiará a largo plazo gracias a la creación de una oferta turística más fuerte y variada para los próximos años”.
Otra mejoras que quedarán para la ciudad son las realizadas en las conexiones de transportes, de cara a los futuros viajes de negocios y de ocio dentro del país
A ello se suma la ampliación de la Terminal 2 del Aeropuerto Haneda, llevada a cabo en parte para incrementar su capacidad con la mirada puesta en el crecimiento del turismo internacional tras las Olimimpiadas, dado que esa terminal antes era sólo para vuelos domésticos y ahora alberga puertas de embarque para operaciones internacionales.
Las previsiones de GlobalData indican que los niveles prepandemia de visitantes nacionales en Japón se recuperarán en 2022, con un incremento esperado de un 6,3% en la Tasa Compuesta de Crecimiento Anual (CAGR, por sus siglas en inglés) entre 2021 y 2024, año en que se producirá la recuperación del turismo internacional en el país.
Y de cara al futuro, el reto es qué hacer con las instalaciones deportivas, si parecerse a Atenas, Pekín y Río o bien, a Londres
“Japón tiene ahora una amplia variedad de modernas instalaciones deportivas de categoría mundial que pueden albergar futuros eventos deportivos que podrían compensar las pérdidas de las Olimpiadas. Estas nuevas infraestructuras reforzarán el posicionamiento del país en la presentación de su candidatura para futuros eventos, ya sean de perfil elevado multideportivo o de un solo deporte", aventura Ralph Hollister.
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