La nueva ola frena las reservas de vacaciones de invierno en Alemania

"Es previsible que los contagios de la COVID, que actualmente están aumentando drásticamente, volverán a reducir la demanda de vacaciones de invierno", constata el documento, que recuerda además que numerosos países están clasificando a Alemania como zona de riesgo para viajar.

"Las restricciones de entrada todavía afectan principalmente a las personas no vacunadas, pero no sabemos que sucederá en unas pocas semanas con el aumento exponencial de los casos de coronavirus. La industria de viajes puede enfrentarse a unos difíciles meses de invierno", vaticina

A la mala situación sanitaria del país, con récords días atrás de más de 75.000 casos diarios y tras haberse superado la barrera psicológica de los 100.000 muertos desde el inicio de la pandemia, se suma ahora además la amenaza de la variante ómicron, con lo que estas previsiones de TDA pueden empeorar.

Este deterioro de la situación sanitaria supone un vuelco en las reservas respecto a octubre: ese mes aproximadamente la mitad de la facturación correspondió a reservas de vacaciones de invierno, la mayor parte para los meses de noviembre y diciembre, mientras que casi una quinta parte fue para las vacaciones reservadas “de último minuto”, con salida en octubre

Los destinos de larga distancia como Estados Unidos y Tailandia en particular experimentaron un fuerte crecimiento respecto al mes anterior, mientras que República Dominicana, Maldivas y Emiratos Árabes Unidos también contaban con una gran demanda en las rutas de larga distancia

Según las cifras que expone TDA, las reservas de vacaciones de verano se situaron finalmente un 54% por debajo del mismo periodo de 2019, con lo que el volumen de negocio "todavía está muy por debajo del nivel de lo que se viaja normalmente".

No obstante, en comparación con la temporada del 2020, las ventas de verano de este año son mucho mayores: han supuesto un aumento del 167% correspondiente a casi 3.500 millones más de ventas de paquetes turísticos.

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Así las cosas, los resultados del verano, que fueron significativamente mejores que el año anterior, no compensan las pérdidas sufridas en la temporada anterior 2020/21, de un -94%: el año turístico, que va de noviembre de 2020 a octubre de 2021, termina ligeramente mejor que el año anterior, con un 3,5% más de ventas, pero en última instancia con pérdidas igualmente altas en comparación con los niveles prepandemia, de un -68%.

"La industria de viajes todavía se ve muy afectada económicamente por la crisis del coronavirus. El descenso en las ventas en la industria este año es del 70% en comparación con 2019 y nos estamos preparando para otro año difícil en 2022", señala presidente de la asociación de agencias y turoperadores alemanes DRV, Norbert Fiebig.