Castilla y León, destino de turismo termal

Los diez establecimientos de la región (tres de ellos en la provincia de Salamanca, en Retortillo, Baños de Ledesma y Babilafuente; dos en Valladolid en las localidades de Olmedo y Medina del Campo; otros dos en la provincia de Burgos, en Valdelateja y Corconte-Virtus; y uno en León, en Caldas de Luna; en Soria, en Burgo de Osma; y en Zamora, en Almeida de Sayago) facturan más de 25 millones de euros anuales. Con 1.500 plazas hoteleras, registran 300.000 pernoctaciones al año que representan una estancia de 2,43 noches, el doble de la media autonómica en hoteles.

Por ello Martín Benito defiende hoy una proposición no de ley en la Comisión de Cultura y Turismo de las Cortes de Castilla y León, en la que propone la inclusión de este segmento turístico dentro de las campañas de promoción generales y específicas de la Comunidad, con el fin de darla a conocer como destino de turismo termal, una modalidad cada vez más demandada en España y Europa, promocionando sus balnearios.

El portavoz socialista aboga por un cambio en la política de promoción turística de la Junta, a raíz de los malos datos en estancia media y pernoctaciones. Y es que en octubre Castilla y León perdió 43.000 pernoctaciones con respecto al mismo mes del año anterior, 25.000 en hoteles y 18.000 en turismo rural, mientras que la estancia media fue la más baja de España, con 1,7 días, frente a 3,2 de media nacional, según recoge Efe.