España, en el 15º lugar en competitividad turística a nivel mundial

Publicada 13/03/07
España, en el 15º lugar en competitividad turística a nivel mundial
En el Informe de la Competitividad del Turismo en 2007, emitido por primera vez en su historia por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que estudia el grado de competitividad del sector turístico en 124 países, España aparece en el décimo quinto lugar. Los tres primeros puestos los ocupan Suiza, Austria y Alemania, respectivamente.
Según el referido informe, España ocupa el segundo lugar en infraestructuras turísticas y el tercero en conceder prioridad a los viajes y el turismo. En este sentido, el estudio destaca que España está demostrando el reconocimiento que otorga a este sector, como un importante "conductor" del crecimiento de la economía española. El Foro Económico Mundial, que no es una institución turística, ya que sus estudios y análisis se refieren al conjunto de la economía mundial y no a un sector específico, para hacer su análisis de competitividad turística toma en cuenta una serie de factores, 13 en total, subdivididos en tres aspectos básicos: marco regulador del turismo, infraestucturas y entorno empresarial y recursos humanos, culturales y naturales. Teniendo en cuenta estos parámetros, el WEF considera que el primer puesto a nivel mundial le corresponde a Suiza --seguida muy de cerca por Austria y Alemania--, gracias a su "extremada seguridad y los excelentes indicadores de salud e higiene", además de una regulación medioambiental "de las más severas pero también de las más efectivas del mundo". Otro factor que tuvo en cuenta en su informe es el hecho de contar con algunas de las más respetadas escuelas de dirección hotelera. Tras Suiza, Austria y Alemania, se ubican Islandia, Estados Unidos, Hong Kong y Canadá. Por debajo de España, están, por solo mencionar algunos países europeos, Bélgica, que ocupa el puesto 21, Portugal, en el 22, Grecia (24), Irlanda (27) o Italia (33). Si bien España se sitúa en la segunda posición en infraestructuras turísticas en general, en el caso de las infraestructuras aéreas se posiciona justo detrás de Francia en el ranking general, con un séptimo puesto, mientras que en las infraestructuras terrestres y las técnicas ocupa los puestos 18 y 32, respectivamente. Otros aspectos en los que España no ocupa puestos destacados son los marcos legales, la higiene, las regulaciones políticas y la seguridad en las que ocupa las posiciones 25, 21, 45 y 46, respectivamente. La peor posición la ocupa en el apartado de competitividad de los precios en el sector, al ubicarse en el 105 lugar. Para Germán Porras, experto del Grupo Estratégico de la OMT, "el diagnóstico podrá gustar más o menos, se podrá estar de acuerdo en mayor o menor medida con él, pero es así como el Foro Económico Mundial ve la competitividad del sector turístico español", afirma y añade que "este análisis ayuda a identificar los problemas de competitividad del turismo español", cuya solución corresponderá, "en algunos casos, al sector privado, como son las relativas al factor precios" y en otros casos "la mayoría, al sector público". José A. Tamargo (actualidad@hosteltur.com)
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Comentarios 1
Sin duda hace falta analizar el informe con un cierto rigor antes de emitir un juicio, pero no me parece un resultado sorprendente. Con independencia de nuestra competitividad turística, el problema de fondo viene -y no es nuevo- de nuestra falta de competitividad como país en general. Para empezar nuestro sistema educativo, donde -por ejemplo- el aprendizaje de idiomas sigue siendo una asignatura drámaticamente pendiente, sin que ninguna Administración lo solucione y donde el fracaso escolar desperdicia el posible talento de miles de futuros profesionales; para seguir con nuestro desprecio por el bien común (la limpieza es cosa de los ayuntamientos...), los alarmantes casos de corrupción urbanística, la falta "real" de sensibilidad medioambiental y, tal vez en primer lugar, la inseguridad especialmente grave en muchos puntos estratégicamente vitales de nuestra geografía turística. Desde Felipe II o antes hemos tenido una proverbial habilidad para fundirnos las gallinas de los huevos de oro, desde la plata y el oro de las Américas a las divisas turísticas. Derrochamos todos y sufrimos a unos administradores públicos extremadamente ineficientes. Sólo desde un cambio profundo en los valores, en la educación y en la formación, en una mayor autoexigencia como ciudadanos y una mayor exigencia a nuestros dirigentes, podremos mirar con más optimismo al futuro. Mientras tanto nuestros administradores públicos tratarán de maquillar la realidad con datos cuantitativos, cuanto más espectaculares mejor, lo cualitativo es discreto y no forma parte del discurso político.