El Gobierno cántabro antepone la conservación del arte rupestre a su uso turístico

Durante su participación en los cursos de verano de la Universidad de Cantabria (UC), donde coordina un seminario titulado "Las cuevas como recurso de turismo cultural y natural", el representante de la Consejería de Turismo indicó que en Cantabria hay un modelo dual: por un lado está El Soplao, cuyo valor es geológico, y por otro las siete cuevas con arte rupestre, abiertas al público. Así, resaltó que mientras El Soplao "tiende a un uso masivo, aunque racionalizado, en cuanto al número de personas que acceden", en las cuevas con arte rupestre las visitas son más limitadas "porque prima la conservación". En este sentido, añadió que se están llevando a cabo estudios para que pueda acceder el máximo número de personas, "pero respetando por encima de todo la conservación". Por su parte, el director del proyecto del Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias), Félix Fernández de Castro, consideró que el equilibrio entre la promoción turística y la conservación de las cuevas "se consigue con mucho cuidado". Fernández de Castro advirtió de que el problema consiste en que cuando una cueva con arte rupestre se deteriora, el daño "es prácticamente irreversible, no tiene marcha atrás". "Por desgracia ?añadió-, el destino nos lleva a que las cuevas con arte casi no se puedan visitar". El responsable de la cuevas cántabras recordó, a este respecto, que Altamira "ha pasado de tener miles de visitantes a prácticamente cero". Agregó que la mayoría de los nuevos hallazgos no se abrirá al público, como la cueva de Caín en el País Vasco o la de Covaciella en Asturias, "porque la experiencia demuestra que se deterioran". HOSTELTUR (actualidad@hosteltur.com)