LA OTRA REPUTACION ON LINE
1 marzo, 2010 (11:52:10)
El post que ha publicado hoy Jaime Chicheri, titulado: TERREMOTOS EN CHILE – SOS TWITTER; ¿REALIDAD O HOAX , me ha hecho recordar una conversación que mantuve con un amigo hace unos días, y en la que me planteaba que antes o después esto de internet va a tener que encontrar algún tipo de frontera porque no era normal lo que estaba ocurriendo. Me comentaba como muestra el hecho de que para obtener una licencia de radio o tv, tenías que pasar las de Caín, solo con los papeles que había que obtener. Sin embargo, en internet, el más tonto hacía relojes y se ponía a emitir lo que quería, cuando y como quería, sin control ninguno…”y esto es solo un ejemplo”.
Esta conversación venía a colación de unas preguntas que yo le hacía sobre “la otra reputación on line”, o sea aquella que puede atentar contra la privacidad , en la que se puede difamar no solo a las marcas, sino también a las personas; donde sustituir la personalidad de otro es relativamente fácil; donde manipular correos y cambiar remitentes y destinatarios, al parecer, lo puede hacer un niño de primaria.
El montaje de textos, fotografías, “photoshos” de diversos tipos, entrar en correos privados, difundirlos o usarlos como arma arrojadiza contra empresas y personas, es algo que o bien no nos planteamos con la seriedad que esto requiere, o bien la mayoría no nos hemos dado cuenta de que jugamos con bombas de relojería.
Hace poco llegó a mi buzón un correo de esos que se mandan de forma multitudinaria y que pretendía ser algo gracioso. En el mismo se podía ver un texto en el que se hablaba de que se estaba buscando al propietario de una cámara digital que el primero que mandó dicho correo, había encontrado. Para que se pudiera identificar a los propietarios, adjuntaba las fotos de estos que se encontraban en dicha cámara. Las susodichas fotos contenían escenas de una pareja recién casada, y que combinaban sus viaje por las vegas, con las de sus sana vida sexual. Si realmente era o no una broma, no lo se, pero si me hizo pensar mucho en que como reaccionariamos cada uno de nosotros si viéramos nuestra intimidad expuesta como si fuera ropa tendida, y siendo juzgados por todos en público sobre quien, que y como eres.
Por otra parte las leyes existen, y como decía alguien, son lentas como una apisonadora, pero antes o después te terminan por coger. Así, en un mundo donde una foto puede dar la vuelta al planeta en horas con el nuevo “boca a boca”, no nos podemos olvidar que la información que manejamos, y es privada, viene siempre con un recargo que indica que un correo es privado y no puede ser utilizado, enviado, mostrado…. Porque tiene una multa que muy tranquilament e puede ser de 60.000 euros…
Ahora mismo, mientras escribo esto, hay cientos de millones de archivos, correos, fotos, estudios, …..corriendo por la red, y muchos de ellos manejados de forma inconveniente, pueden hundir en la miseria a empresas, marcas y personas… y todo eso con lo mejor del 2.0 a disposición de la estulticia y la mala baba.
No nos deberíamos olvidar de que esto lo hemos creado, y lo alimentamos, para crecer no para hacer naufragar.
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