LOS RRHH DESDE OTRO PUNTO DE VISTA

En los últimos años, con nuevas y viejas tecnologías, el sector de los Recursos Humanos ha sufrido un auge impresionante. Las empresas se han dado cuenta que el seleccionar bien o mal a su personal supone una diferencia de costes importante. Por ello, quien más quien menos, con un puesto directivo y relacionado, aunque sea tagencialmente con los RRHH, lee libros sobre el tema, asiste a conferencias, se preocupa de seguir el tema en los medios, recorta artículos, se renueva en cursos, pone velas al santo correspondiente y, en definitiva, se mantiene al día de lo que se mueve en este proceloso mundo de la selección de personal. Pero hay una cosa con la que no se cuenta, por mucha preparación que tengas: El factor humano. Y si me van a decir que precisamente eso es lo que se intenta controlar desde esta disciplina, ya les digo, desde mi humilde experiencia, que eso sino imposible de controlar, si es insufrible.

Permitanme que les traslade aquí un caso en el que me he encontrado en los últimos tiempos, como pequeño ejemplo y que, desgraciadamente, no es excepcional.

En el diálogo que sigue la "E" corresponde a la Empresa, y la "A" al Aspirante a trabajador de la misma:

-E- Buenos días.

-A- Buenos días

-E- Me puede decir.....

(Suena el teléfono móvil de A....¡y lo coge¡)

-E-........

(Cinco minutos largos de conversación de A, más tarde)

-E- ¿No le parece que no da muy buena imagen coger el teléfono cuando está usted en una entrevista de trabajo, y hace esperar más de cinco minutos a su entrevistador?

-A-Es que la llamada era para otra entrevista que tenía después de esta y no podía dejar de cogerla. Además, ustedes me habían citado a las 12'00 y son las 12'30

-E-Es cierto, pero usted se ha presentado a las 12'15, y al llegar usted tarde hemos tenido que hacer pasar a otros candidatos.

-A-Pués esto es lo que hay.

-E- Bueno, muchas gracias por venir, le entrevista ha terminado.

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Simplemente, no tengo palabras con las que seguir. Aunque creo que sobran.