Por hosteltur-np-100, en Innovación

Viajes Marsans intenta tranquilizar a sus empleados

11 enero, 2010

Este 2009 que acaba de terminar los empleados de Viajes Marsans han cobrado la última nómina del año a la vez que la paga extra, el 21 de diciembre. Algo que, por su antelación, no se recuerda en la empresa y que es interpretado como un gesto para trasladar un mensaje de tranquilidad. Un detalle relevante al que se ha sumado otro menor como el mantenimiento de la cesta de Navidad, pese a la crisis, a diferencia de otras muchas empresas que la han suprimido.
 
Por otro lado, a mediados de diciembre se reunieron con el Comité Intercentros que representa a los trabajadores, el director económico financiero de Marsans, Vicente Muñoz, y la directora de Recursos Humanos, Amalia Rodríguez. El motivo de la reunión convocada por la empresa fue desmentir que Viajes Marsans estuviera en venta. Comunicaron a los representantes sindicales un mensaje de parte de los copropietarios del grupo, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, asegurando que la agencia no se iba a vender, ni a Orizonia ni a nadie. Al menos de momento, y mientras persistiera la situación de crisis, poco apropiada para vender.
 
No obstante, el ambiente que se respira entre los empleados, tanto en las agencias de viajes, como en las sedes administrativas, “es raro”, en palabras de uno de ellos. Un ambiente que se ha visto tranquilizado a finales de diciembre entre el grupo de empleados agraciados con el ‘gordo" de la lotería de Navidad, en contraste con “el mosqueo” entre el resto que no tuvo tanta suerte.
 
Crecen las peticiones de prejubilaciones
 
El caso es que el desanimo y la inquietud se ha instalado entre los trabajadores, a tenor de todo lo que está siendo publicado en la prensa sobre el grupo Marsans a raíz del cierre de Air Comet, de las posibles ventas de otras empresas para salvar la situación (entre ellas Viajes Marsans), de las deudas de los dueños con los bancos, y los tintes políticos que también ha tomado el asunto debido a la condición de presidente de la CEOE de Gerardo Díaz.   
 
Uno de los indicios del ambiente que se respira entre el personal es el crecimiento que está registrando el departamento de Recursos Humanos de peticiones de información sobre prejubilaciones, bajas voluntarias y excedencias. Unas bajas que serían muy bien recibidas por la empresa y que mitigaría para este 2010 el ritmo de despidos que emprendió en 2008 y ha continuado durante 2009.
 
¿Venta, crédito o concurso de acreedores?
 
Pero para que cuajen los mensajes de tranquilidad que la empresa quiere trasladar a sus empleados, Viajes Marsans tiene que solucionar urgentemente su debilidad financiera. Según ha trascendido en diversos medios, la agencia necesita a toda prisa una inyección económica de más de 100 millones de euros para seguir operando. Y es que el saco roto en que acabó convirtiéndose Air Comet le ha costado al grupo más de 200 millones.
 
Para salvar esta crítica situación se abren tres posibles vías. Que los bancos abran la mano y vuelvan a dar crédito a Pascual y Díaz, un incierto objetivo en el que están volcados ambos socios y que se está viendo condicionado por los intereses políticos que conlleva el cargo de presidente de la CEOE de Gerardo Díaz.
 
Otra vía es la de la compra. Una posibilidad de la que se viene hablando desde hace meses, bastante antes del affaire Air Comet, y que muchos dan por seguro aunque nadie, ni comprador ni vendedor, lo tienen claro. Orizonia, que lleva tiempo intentado aumentar su red de agencias, ha dejado claro su interés, pero está esperando que la crítica situación de Marsans baje el precio de la posible operación, además de intentar hacerse una clara idea del verdadero volumen de deuda que hay detrás. Una operación que podría tener una fórmula en la que Pascual y Díaz mantuvieran la propiedad, asumiendo Orizonia la gestión, si bien es sólo una de las hipótesis manejadas.
  
Y la tercera vía sería la convocatoria voluntaria de un concurso de acreedores, con la esperanza de aguantar y sobreponerse a la actual situación gracias a la posposición de los pagos, a lo que también contribuiría apreciablemente una posible quita pactada con los proveedores por encima del 20% de la deuda.
 
Lo que nadie quiere plantear (aunque algunos lo piensen, recordando el caso de Viajes Meliá) es el cierre de la agencia de viajes decana del sector español - título-licencia nº 1- que este año cumple su centenario, y cuya marca es posiblemente la más conocida del mercado. Sus cerca de 2.000 empleados, cansados de tanta especulación, no acaban de asimilar la situación que atraviesa el buque insignia del grupo Marsans.
 
 José Manuel de la Rosa (josemanuel.delarosa@hosteltur.com)