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La londinense Regent Street, española por un día

4 septiembre, 2006

Catorce comunidades autónomas llevaron a Londres lo mejor de su oferta para tentar y sorprender al numeroso y entusiasta público británico y los numerosos visitantes españoles que ayer acudieron al festival. Regent Street estaba abarrotada de gente en busca de su información acerca de algún destino de vacaciones o simplemente degustar la variedad gastronómica española. "Hoy he descubierto los churros con chocolate y me encantan", dijo a EFE el Lord Mayor (alcalde ) de Westminster, Alexander Nicolls, que además resaltó la "afinidad que existe entre dos países con una gran tradición cultural e histórica". De acuerdo con él se mostraron dos estudiantes norteamericanas, que disfrutaban de sendas porciones del típico desayuno español. "Yo estuve hace un año dos semanas en España y visité Toledo, Madrid y Andalucía- dijo a EFE Jenninfer Roling, estudiante de marketing en Londres- pero lo que hoy más me ha gustado han sido las torres humanas". España diversa Así es como denominaban en Londres a los "castellers", que Cataluña ha traído al festival. "Queremos romper con la imagen de turismo de sol y playa y mostrar nuestra cultura", dijo Ignasi de Delás, director del Consorcio de Turismo de Cataluña y agregó que "los castillos simbolizan la unión de personas de diferentes condiciones y edad que hacen una piña para hacer un proyecto juntos". Otro foco de concentración del público fue la paella valenciana gigante, que levantó el apetito de los londinenses. "La había probado antes pero no sabía cómo se llamaba", comentaba el japonés Manho Yip, que apuraba con satisfacción su plato de paella. Valencia preparó para este festival dos paellas, cada una de 500 porciones, en las que se emplearon 110 kilos de arroz. En la zona valenciana también coincidían en la idea de que quieren vender algo más, aparte de sol y playa, como "el turismo de salud, cultural, urbano, interior y de aventuras", apuntó la consejera de Turismo de la Generalitat Valenciana, Milagrosa Martínez. No obstante, Valencia creó una playa al estilo de la de Benidorm, que hizo las delicias de los más pequeños. Por su parte, Navarra llevó "una alfombra voladora", que permitía ver a vista de pájaro la región, mientras que en el local de Castilla y León se dieron clases de salsa, se creó una pista para karts y se mostró la oferta de turismo rural y deportes, mientras que Madrid optó por promocionar su arte y el turismo cultural con una representación de la Plaza Mayor y cuadros vivientes de "Las Meninas" de Diego Velázquez y "La maja vestida" de Goya. País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia se presentaron en un pabellón agrupado bajo el nombre de España verde, en donde se mostró artesanía típica de estas regiones, con actuaciones de gaiteros asturianos y "dantzaris" vascos, que asombraron a los londinenses, como también lo hizo el carnaval canario. Murcia mostró su oferta de deportes náuticos en una playa artificial, aparte de enseñar lo mejor de su cultura y de su tradición. En el local de La Rioja, el vino era el principal foco de atracción, mientras que los artesanos boteros, toneleros y creadores de almazuelas despertaron la curiosidad entre los británicos. Mientras que el espectáculo de doma de caballos de Baleares creó una gran expectación, mientras que los correfocs hicieron de las suyas entre el público, aunque las autoridades brfitánicas no les autorizaron encender fuego. El flamenco, el golf, la playa y la gastronomía -desde el jamón de Jabugo hasta el aceite de oliva con denominación de origen- estuvieron presentes en el pabellón de Andalucía, que atrajo multitudes con su desfile de modelos ataviadas de trajes de gitana. 

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