El consejero catalán de Turismo advierte a los partidos que la ecotasa no tienen nada de interesante
28 agosto, 2003El conseller catalán de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo, Antoni Fernández Teixidó, advirtió ayer en Palma a los partidos interesados en implantar la ecotasa en Cataluña de que los resultados de su aplicación en Baleares han demostrado que este impuesto "de interesante, nada. Todo lo contrario". Tras firmar un convenio para que Baleares y Cataluña colaboren en materia turística y tras ser recibido por el presidente de las islas, Jaume Matas, Fernández consideró que los datos ofrecidos por el Govern balear sobre la ecotasa "confirman" la tesis de CiU y del gobierno catalán de que "las cosas no han de ir por aquí". "Desde la Generalitat siempre hemos sido muy contrarios a una iniciativa de estas características", añadió el consejero, quien adujo que las informaciones de Matas y Flaquer han "confirmado" la "percepción" del gobierno catalán de que no se debe añadir un nuevo gravamen, y menos con la oposición del sector turístico. Fernández afirmó que la aplicación o no de un impuesto turístico similar a la ecotasa es "materia conflictiva" en Cataluña, ya que algunos grupos políticos -"republicanos, socialistas e Iniciativa per Catalunya"- creen que este gravamen "puede ser un horizonte interesante". "Me parece que Baleares es un lugar idóneo para decir que de interesante, nada, sino todo lo contrario", declaró el responsable de la política turística catalana, quien alegó sobre todo los "muchos impuestos" que ya pagan los ciudadanos y el hecho de que, a veces, un "instrumento técnico acaba convirtiéndose en "político", y la "red" de este último "te acaba atrapando". Admitió que queda "mucho por hacer" en materia de inversiones medioambientales pero se preguntó si "tiene sentido un impuesto específico cuando el hecho impositivo de este gravamen no queda claro". Abundó en este aspecto al cuestionarse si realmente los fondos recaudados con el impuesto se han dedicado a inversiones relacionadas con la conservación del entorno. El conseller, que dijo que sólo sería partidario de aplicar este impuesto si hubiera una demanda social y del sector, se mostró, no obstante, dispuesto a hablar con los miembros del anterior gobierno de las islas que pusieron en marcha el impuesto, así como con otros defensores y detractores de la iniciativa.