Juegos Olímpicos de 2016

Barra da Tijuca busca capitalizar su exposición como barrio olímpico de Rio

A las atracciones naturales se sumará nueva infraestructura y servicios

Publicada 02/11/15
Barra da Tijuca busca capitalizar su exposición como barrio olímpico de Rio

La ciudad de Rio de Janeiro pretende convertir Barra de Tijuca, el barrio que concentrará gran parte de las instalaciones y competiciones de los Juegos Olímpicos de 2016, en un nuevo polo turístico de la ciudad más emblemática de Brasil.

El proyecto es una iniciativa de la Alcaldía, la Asociación Brasileña de la Industria Hotelera (ABIH) y el Rio Convention & Visitors Bureau para aprovechar la exposición internacional que Barra ganará durante los Juegos Olímpicos y darle uso permanente a los 15.000 cuartos de hotel que el barrio ganó para los Juegos, incluso de cadenas lujosas como Hilton, Hyatt y Trump.

La campaña entre operadores de turismo busca promover Barra como un polo que, además de lindas atracciones naturales y una importante infraestructura turística, cuenta ahora con las más modernas estructuras deportivas de Latinoamérica, incluyendo el primer campo de golf olímpico del mundo, además de la Villa y el Parque Olímpico.

El barrio, hoy con 300.000 habitantes -dos veces la población de hace 10 años, ofrece una gran variedad de opciones de diversión, gastronomía, cultura y comercio, además de decenas de kilómetros de playas, lagunas y manglares, todo enmarcado entre las dos mayores reservas forestales urbanas del mundo.

Barra, que hasta hace 50 años era una región deshabitada, también cuenta con el mayor centro de convenciones de América Latina, una agitada vida nocturna, conocidas discotecas, 18 casas de espectáculos y 18 grandes centros comerciales, incluyendo uno que reúne las marcas de ropas y accesorios más lujosas del mundo.

Villa Olímpica de Barra Da Tijuca.
Villa Olímpica de Barra Da Tijuca.

Si antes era una región aislada, con prácticamente dos únicas vías de acceso, los Olímpicos le permiten estar hoy totalmente conectada al resto de la ciudad, con tres sistemas de vías exclusivas para autobuses, una de las cuales la une de forma expresa al aeropuerto internacional de Río, y una línea del metro en construcción.

Ciudad del rock y el deporte

El principal impulsor del frustrado plebiscito de 1988 para convertir al barrio en municipio independiente, Roberto Medina, propietario de la marca Rock in Rio, colocó a Barra en el mapa mundial al hacerla sede de uno de los mayores festivales mundiales de música.

"Barra tiene las condiciones de convertirse en un nuevo destino turístico dentro de un gran destino como Río", dijo a Efe el presidente de la ABIH en Río de Janeiro y del Rio Convention & Visitors Bureau, Alfredo Lopes.

El dirigente agregó que, para mantener un "flujo equilibrado e ininterrumpido de buenas tasas de ocupación", pretenden promover mundialmente las atracciones del barrio y lanzar "una guía, un mapa y un logotipo específico de Barra que refuerce su identidad".

Otra de las estrategias es convertir a Barra en epicentro de grandes eventos corporativos, algo ya garantizado en 2015, cuando el barrio fue escogido para más de 50 congresos y ferias que atrajeron a 800.000 participantes e ingresos millonarios.

"Barra tiene condiciones de competir con Sao Paulo como el mayor destino de convenciones de Brasil", dijo Raúl Melo, socio de la primera agencia que comenzó a ofrecerle a los turistas alojados en el barrio, además de los tradicionales paseos por Río, tours específicos en Barra de Tijuca.

Según Melo, el turista típico que viene dos días a Barra para una convención y se queda otros dos para visitar el Pao de Azúcar, el Corcovado o el Maracaná, ahora puede extender su viaje otros dos para hacer paseos dentro del barrio.

Otra operadora que apuesta por el potencial de Barra es Ecobalsas, que ofrece paseos de barco en la laguna de Marapendi en los que es posible ver los manglares de la región y su rica fauna, que incluye aves, caimanes y una infinidad de aves.

Barra da Tijuca tiene 18 kilómetros de playas, parques, lagos y reservas naturales.
Barra da Tijuca tiene 18 kilómetros de playas, parques, lagos y reservas naturales.

"Comenzamos a operar hace seis meses y ya ofrecemos unos 40 vuelos semanales", dijo el vocero de otra empresa también dispuesta a explotar el nuevo nicho y que aprovecha un aeropuerto que opera en medio de Barra para ofrecer vuelos en helicóptero que sobrevuelan las atracciones del barrio, incluyendo las instalaciones olímpicas.

Museos y parques

Una de las principales atracciones del barrio es el Museo de la Selección Brasileña, que, con sistemas de última tecnología, exhibe los cerca de 200 trofeos conquistados por la "Canarinha", incluyendo las cinco copas mundiales, así como uniformes y recuerdos de los ídolos del fútbol brasileño.

Otra importante atracción es el Museo Casa do Pontal, ubicado en medio de una reserva ambiental y que, con unas 8.000 artesanías de 200 artistas de 24 estados brasileños, posee la que es considerada como principal colección de arte popular del país.

A pocos kilómetros, el Sitio Burle Marx, con 3.500 diferentes especies en 365.000 metros cuadrados, reúne una de las principales colecciones de plantas tropicales y subtropicales del mundo.

Otras atracciones son el Parque Natural de Prainha, con 166 hectáreas de un bosque que escala desde la playa hasta espectaculares miradores, un parque acuático con 42 atracciones, un criadero que ofrece paseos en caballo, el mayor huerto de palmeras de Brasil, dos pistas de patinaje en el hielo, un circuito de karts y la Ciudad de las Artes, nueva sede de la orquesta sinfónica.

Los visitantes, sin salir del barrio, también pueden visitar la hacienda sede de "Maxi Cana", un alambique que produce 32.000 litros por mes de cachaza, caipirinha y otras bebidas, que también exporta a países como Inglaterra, Australia y China. 

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