Elecciones 2019 en Argentina y Uruguay

Presidentes, estas son las prioridades del sector turístico

Estimular la economía es clave en ambos lados del Plata

Publicada 07/10/19 -Actualizada 30/10/19 02:04h
Presidentes, estas son las prioridades del sector turístico
  • Qué esperar para la temporada de verano, en un contexto de variación del dólar y retracción del consumo en Argentina
  • Las gremiales de turismo en Argentina plantean que quien asuma la presidencia deberá tomar medidas que reactiven a las Pymes
  • Desde Uruguay esperan un esfuerzo en la integración regional verdadera donde haya acuerdos comunes y unidad en temas clave

Qué esperar para la temporada de verano, en un contexto de variación del dólar y retracción del consumo; qué previsiones hay en torno a las inversiones y qué se necesita para hacer del turismo una política de Estado. Estos son algunos de los puntos abordados por HOSTELTUR con economistas, empresarios y asesores del sector.

El mismo domingo -27 de octubre- Argentina y Uruguay se someterán a elecciones en primera ronda para elegir a quien gobernará por cuatro y cinco años, respectivamente.

En Argentina el presidente Mauricio Macri asumió el 10 de diciembre de 2015 y, desde ese día, hasta diciembre de 2018 el precio del dólar se incrementó 286%, haciendo del peso la segunda moneda más devaluada después del bolívar venezolano, según datos publicados por Ámbito Financiero. Y al día siguiente de las elecciones primarias de agosto 2019 el peso se desplomó otro 30%, acumulando –con algunas variaciones- un aumento de 51% anual.

Como consecuencia, el consumo en Argentina se ha contraído en todos los sectores. En materia turística, los países fronterizos sufren el impacto de la retracción del mercado argentino, principal emisor de Sudamérica y uno de los de mayor gasto.

Preocupación regional

“Esta situación de inestabilidad afecta a las economías de todos los países que componen la FEDESUD. El efecto contagio siempre está latente”, comentó a HOSTELTUR Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y de la Federación Sudamericana de Turismo. “Esta situación no la quiere ninguno de los países que nos rodea porque atenta contra el buen desarrollo y funcionamiento de las estructuras”, dijo.

Este y otros temas de actualidad en la revista especial FIT 2019

Para el economista Joaquín Escardó el emisivo argentino “va a tener una merma”, como viene ocurriendo desde la devaluación de 2018, pero las vacaciones en el exterior este verano “estarán muy relacionadas con la estrategia de precios que tenga el mercado local, porque hoy sigue habiendo buenos precios para viajar afuera”.

Con tasas de interés que dificultan la financiación de viajes –a diferencia de temporadas anteriores- también jugarán un papel determinante las medidas que apliquen los países vecinos para seducir a los extranjeros.

Los reclamos de siempre

Aldo Elías, Roberto Amengual y Graciela Fresno, presidentes de CAT, de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT) y de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de Argentina (FEHGRA), respectivamente, plantearon que quien asuma la presidencia el 10 de diciembre deberá tomar medidas que reactiven a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes).

La “presión fiscal es grave”, dice Amengual, “sobre todo comparada con otras industrias que generan menos empleo”. Mientras el tema impositivo no se resuelva, “empezando por los Ingresos Brutos y el IVA, no vamos a poder atraer inversiones ni generar más fuentes de trabajo”, advierte Aldo Elías.

Joaquín Escardó, quien fuera también subsecretario de Turismo de Río Negro, agregó que "el costo laboral en el sector turístico es muy alto. En hotelería ronda el 45%-50%. Si no se trabaja sobre eso, está complicado”.

En ese sentido, planteó a HOSTELTUR que “el Decreto 814, que permitía computar parte de los salarios como crédito fiscal de IVA, sería una medida para repensar seriamente”.

Así como durante la gestión de Mauricio Macri se aplicó la desgravación del IVA a turistas extranjeros, el economista considera que para potenciar el turismo interno y hacerlo más competitivo, “sería importante pensar la posibilidad de descontar del Impuesto a las Ganancias ciertos gastos que uno tiene a la hora de vacacionar en Argentina”.

En lo que también todos coinciden es que, haya o no cambio de color político, es vital para la actividad turística la política de conectividad aérea. “Un país como Argentina no puede crecer a nivel actividad turística si no tiene conectividad, es decisivo profundizarla para sostener este cuarto lugar en el complejo exportador del país”, afirmó el presidente de CAT.

A su vez, piden una “activa participación del sector privado en las decisiones que tome el gobierno respecto al turismo”. Y como medida de acción inmediata “contener la inflación y bajar las tasas de interés”, ya que son dos “de los grandes conflictos que tiene la actividad económica y es lo que está poniendo patas para arriba todo el funcionamiento del país”, según Aldo Elías.

¿Y en Uruguay?

"Una elección de por sí calma las aguas, pero darle a la gente un nivel de certeza y tranquilidad sobre la estabilidad económica y política, eso ya es un paso alto", afirma Juan Martínez, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo.

Sus declaraciones aluden tanto a la elección en Argentina como a la de Uruguay -que seguramente se defina en segunda ronda, el 30 de noviembre- porque del turismo argentino depende, en buena medida, la industria turística uruguaya.

Para el próximo gobierno, sea del color que sea en ambas orillas del Plata, Martínez considera prioritario que haya "una reactivación de la economía en cuanto a mejorar los ingresos de las familias, y al sector turístico".

Y además, señala el líder empresarial, es necesario "hacer un esfuerzo en la integración regional verdadera donde haya acuerdos comunes, pasos migratorios ágiles o ninguno, seguridad ciudadana, sanitaria y ambiental en términos generales".

Como ejemplo menciona el problema de las cianobacterias que llegaron el último verano a numerosas playas uruguayas, obligando a cerrarlas. Es una crisis ambiental que se expresa en Uruguay pero tiene causas extraterritoriales y que no está en la agenda con la relevancia que debería tener.

Más allá del trabajo con sus vecinos Argentina y Brasil, Martínez considera que Uruguay debe procurar la integración regional con Chile y Perú, como mercados emisores.

En tal sentido, las claves están en trabajar en la conectividad y las tarifas aéreas, donde Uruguay cada vez está más rezagado.

Cuestionó, además, algunas decisiones del actual gobierno del Frente Amplio en Uruguay. "Hoy el Ministerio de Turismo no pone publicidad en Clarín, y es el medio de comunicación más importante de Argentina, la política turística tiene que estar integrada y separada de esas cosas".

En el caso brasileño sostiene que guste o no "hay que negociar con Bolsonaro, porque no deja de ser Brasil".

Prioridades legales

Uno de los desafíos en Uruguay "es que el Estado defina lo que es vivienda turística y separe a aquellos que hacen negocio con la vivienda del arrendador ocasional o eventual", pero siempre con un límite y un registro. Para el principal asesor jurídico del sector turismo, el abogado Julio Facal, “consagrar una nueva modalidad de alojamiento turístico” es vital para la calidad del destino y para la formalización del sector inmobiliario.

En este sentido la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (AHRU) ha presentado dos proyectos de ley, redactados por Facal: uno que protege al sector inmobiliario y reglamenta las condiciones que la vivienda turística debe tener, y otro específico sobre vivienda turística vacacional "que copia modelos hoteleros españoles y franceses".

Esto se complementa con un tercer proyecto de ley de regulación del comercio electrónico mediante plataformas online. Una forma de control electrónico del intermediario y también del prestador, que se propone garantizar el registro y ofrecer confianza respecto al cumplimiento de las condiciones.

Con estos cambios, necesarios para ordenar el sector, se propone atacar el informalismo, defender la calidad del destino, equiparar condiciones para los prestadores y respaldar al prestador formal. Además, asegurar al Estado un control de seguridad -habitabilidad, habilitaciones- y recaudatorio.

Por otro lado, indica Facal, la política turística en Uruguay tiene otra prioridad: la articulación entre el gobierno nacional y las administraciones locales que son "dueñas del territorio".

"Un prestador turístico a nivel nacional es desconocido por los gobiernos departamentales", afirma, por lo que es fundamental coordinar políticas, incentivos y permisos.

Como ejemplo pone la absoluta falta de incentivos al sector de alquiler de autos, o las diferentes bibliotecas en cuanto a permisos de construcción y habilitaciones ambientales. La coordinación de objetivos debe tener un norte claro: "Hay que desestacionalizar, generar fuentes de trabajo y nuevas formas de turismo".

Clima de negocios

"Si logramos bajar el déficit fiscal, mejorar la seguridad y seguir vendiendo bien a Uruguay, podríamos lograr desarrollar una nueva etapa de crecimiento y empleo", argumenta el contador Carlos E. Lecueder, titular del estudio Lecueder, que administra varios shoppings, el WTC, socio y desarrollador de dos de los tres hoteles Hilton en el país.

Para Lecueder, la prioridad en el largo plazo es la educación: "el país necesita gente capacitada". La seguridad pública es, en el corto plazo, otro gran problema que el próximo gobierno debe atacar.

Por otra parte, sostiene el empresario, "el clima de negocios hoy en Uruguay es bueno pero no es excelente, como hace un tiempo". ¿Por qué? "El gobierno tiene un déficit cercano a 5% del producto bruto y eso no ayuda al clima de negocios; tenemos una desocupación en el orden del 9% y eso tampoco ayuda porque uno va a un país porque hay mano de obra buena, y que haya mano de obra disponible no es algo positivo".

Sea cual sea el próximo gobierno "hay que promover la inversión para que haya más puestos de trabajo, y hacerlo desde un gobierno que maneje sus fondos con mucho cuidado".

¿Oportunidad, dólar alto?

En seis meses 3,7 millones de extranjeros visitaron Argentina, y con el dólar alto ven posible cerrar el año cerca de los 8 millones de turistas. A primera vista parece positivo, pero ese turismo internacional se concentra en cinco o seis destinos. Al resto del país la derrama no llega y, por la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos, tampoco están compensando con turismo nacional.

“Mientras podamos sostener un tipo de cambio competitivo va a ser muy bueno (para el receptivo)”, destacó Joaquín Escardó, pero “lamentablemente tenemos la inflación que nos juega en contra y hay que ver cuán rápido nos volvemos a atrasar”.

Según los empresarios hoteleros de AHT y FEHGRA, “los precios y las tarifas de nuestros servicios siguen perdiendo contra la inflación”, y pese a estar con mejores niveles de ocupación, “la rentabilidad es limítrofe al punto de equilibrio económico”, detalla Amengual.

En materia de turismo interno, el economista destaca que hasta diciembre hay menos ventas “pero no una caída acorde a la magnitud de la crisis. Hay que ver qué pasa en enero: viene lento y recién lo vamos a saber después de las elecciones. No esperaría un boom de turismo local, tampoco una caída”. Aunque advierte que “es probable que aquellos que compraban ciertos servicios u hotelería, vayan a categorías un poco más bajas”.

Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta

Inicia sesión
Comentarios 0

Esta noticia no tiene comentarios.