Turismo en crisis

Para IATA, el Gobierno argentino está violando las normas internacionales

Piden reconsiderar la percepción del 35% al turismo emisivo, implementada la semana pasada

Publicada 22/09/20 -Actualizada 20/10/20 02:00h
Para IATA, el Gobierno argentino está violando las normas internacionales

A través de un comunicado, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) se sumó a las críticas del sector turístico argentino a la implementación de una percepción del 35% a los viajes al exterior, sumada al “Impuesto País” del 30% y a otras tasas vigentes que sobrecargan el precio en casi un 80%. La entidad pidió rever la medida que, según afirmó, incumple con el Convención de Chicago y dificulta la recuperación de la actividad.

Este lunes 21 de septiembre por la mañana, las agencias de viajes de toda la Argentina marcharon por las calles de sus ciudades para reclamar la eliminación de la percepción del 35% al turismo emisivo implementada la semana pasada por el Gobierno nacional, como una manera de intentar contener la fuga de dólares. Pero, además, ese 35% de retención a cuenta del Impuesto a las Ganancias se suma al llamado “Impuesto país”, del 30%, y a otras tantas tasas que elevan la carga sobre la tarifa final en un 77%.

Por la tarde, al reclamo se sumó la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que emitió un duro comunicado solicitando a las autoridades que “reconsideren urgentemente el impuesto adicional del 35% que se ha aplicado con efecto inmediato a los boletos de avión internacionales vendidos en el país.

Aeropuerto Internacional de Ezeiza, Argentina

“Este hecho podría afectar aún más al sector de los viajes y el turismo del país, profundamente golpeado hasta ahora por la pandemia”, afirma la entidad, que señala que la suspensión de la aviación en el país durante más de seis meses ya causó cierre de Latam Argentina y el anuncio de tres aerolíneas internacionales que no volverán al mercado tras la apertura.

De acuerdo a la IATA, esto “tendrá un impacto significativo en la conectividad aérea del país y la imposición del nuevo impuesto reducirá aún más el atractivo del país para las aerolíneas” y, en ese sentido, prevé que la demanda en el mercado local en 2020 desminuya por lo menos un 67%, con respecto a 2019. Como resultado, estiman, “los ingresos de las aerolíneas generados por el mercado se reducirán en US$ 3.260 millones, lo que pondrá en peligro 19.820 empleos directos y disminuirá la contribución de la aviación al PIB del país en US$1.630 millones”.

En ese sentido, la Country Manager de IATA para Argentina, Paraguay y Uruguay, María José Taveira, afirmó: “Esta decisión no podría haber llegado en un peor momento. Debido a las medidas implementadas para enfrentar el COVID-19, la aviación en Argentina ha estado en tierra durante medio año. Aún no contamos con una fecha oficial para el reinicio de los vuelos domésticos e internacionales y nos imponen más impuestos gubernamentales”.

María José Taveira, Country Manager de IATA para Argentina, Paraguay y Uruguay

“Así no se puede reactivar la demanda, ni se permitirá a esta industria ser un catalizador de beneficios sociales y económicos que contribuya a mejorar la debilitada economía del país y su población una vez que se reanuden las operaciones tras la pandemia”, aseguró la directiva.

¿Cómo queda entonces conformada la carga impositiva sobre el billete aéreo? En detalle, IATA indicó que Argentina ya cobra el “Impuesto País” del 30% sobre la tarifa pagada en pesos argentinos; el Impuesto DNT (Fondo Nacional de Turismo), del 7%; la Tasa de aeropuerto para salidas internacionales, de US$ 51; la tasa de la ANAC (Impuesto de la Autoridad de Aviación Civil), de US$ 8; el Impuesto de Inmigración, de US$10; y ahora, el 35% de percepción que, aunque luego puede recuperarse tras un largo trámite, forma parte del precio.

Al respecto, la entidad opinó: “IATA se opone firmemente a cualquier forma de impuesto o tasa en la que los ingresos resultantes no se reinviertan en la industria de la aviación y se destinen simplemente a aumentar los ingresos del Gobierno general”.

Por eso, denuncian que “la imposición del nuevo impuesto contradice directamente las políticas aceptadas en materia de tributación publicadas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)”, el organismo especializado de las Naciones Unidas. Argentina, como nación signataria del Convenio de Aviación Civil Internacional (Convenio de Chicago) y Estado Contratante de la OACI, está obligada a adherirse y cumplir normas como el artículo 15° del Convenio de Chicago, que citan: “Ningún Estado contratante impondrá derechos, impuestos u otros gravámenes por el mero derecho de tránsito, entrada o salida de su territorio de cualquier aeronave de un Estado contratante o de las personas o bienes que se encuentren a bordo”.

Finalmente, vale contextualizar que de la carga fiscal del boleto descripta anteriormente se deduce que Argentina incumple estas normas desde antes del 35%; y que, previo a la pandemia, el país ya llevaba casi dos años de caída libre para su emisivo.

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