Rechazan reducir la indemnización a los pasajeros aéreos por retrasos

El Parlamento pide además endurecer la definición de las "circunstancias extraordinarias" en las que se exonera a las aerolíneas del pago de la compensación, circunscribiéndolas a acontecimientos que escapen de su control y "no podrían haberse evitado, incluso si la compañía hubiera adoptado correctamente medidas razonables". Cualquier aerolínea que deniegue una indemnización deberá demostrar la existencia de estas circunstancias por escrito al pasajero.

Los eurodiputados exigen además a las compañías que acepten en la cabina abrigos, bolsos y al menos una bolsa de compras en el aeropuerto además del equipaje de mano autorizado. Ello supondría acabar con la política de bulto único que imponen algunas aerolíneas de bajo coste.

Rechazan reducir la indemnización a los pasajeros aéreos por retrasos

El ponente parlamentario, el popular luxemburgués Georges Bach, ha defendido el endurecimiento de la normativa porque "en la actualidad estamos viendo un abuso masivo de los derechos de los pasajeros por parte de algunas compañías que ignoran las quejas o peticiones de los viajeros o citan de forma sistemática 'circunstancias extraordinarias' como base para denegar la compensación".

El Parlamento reclama además que el precio de los billetes de avión refleje desde el primer momento todos los costes asociados, como la comisión por pagar con tarjeta de crédito o por imprimir la tarjeta de embarque.

La Comisión de Transportes ha aprobado su posición negociadora por 37 votos a favor, 3 en contra y ninguna abstención. A partir de ahora deberá negociar con los ministros de Transportes de los 28 para pactar el texto final de la directiva, con el objetivo de lograr un acuerdo antes de que acabe la legislatura en mayo de 2014. La ministra de Fomento, Ana Pastor, apoya la postura de la Eurocámara por lo que se refiere a la compensación por retrasos.

La CE también intenta subir las horas mínimas de retraso en los vuelos necesarias para reclamar a las aerolíneas, pasando de las tres actuales a cinco en los vuelos nacionales, intracomunitarios o de menos de 3.500 kilómetros de distancia; y de 4 a 9 o 12 horas en los de larga distancia.