Jardines productivos para crear experiencias de cliente únicas y sostenibles

Los jardines de hotel dejan de ser un mero elemento decorativo

Talleres de coctelería o pequeños jardines botánicos, algunas de las opciones

Publicada 05/06/19 -Actualizada 25/06/19 02:05h
Los jardines de hotel dejan de ser un mero elemento decorativo
  • El Wellington de Madrid dispone del huerto más grande del mundo en la azotea de un hotel, diseñado para proveer de verduras a su restaurante
  • Los huertos de los hoteles también pueden usarse como atractivo turístico y herramienta didáctica para realizar actividades con niños
  • Son iniciativas que, además de ofrecer al cliente experiencias diferenciales, tienen un impacto positivo directo en el medioambiente

Los hoteles están diseñando jardines productivos para atender las nuevas tendencias de mercado, con la creciente demanda de alimentos frescos, de origen local y a ser posible orgánicos, y crear experiencias de cliente únicas y sostenibles. Por ello cada vez son más los establecimientos que cultivan sus propias hierbas aromáticas y vegetales, incluso los hoteles urbanos están empezando a utilizar sus terrazas y azoteas para sembrar algunos básicos para la cocina, según han constatado en Optimus Garden.

Son muchos los ejemplos de hoteles alrededor del mundo que ya disponen de huertos en sus instalaciones, como el Westin New York Grand Central, el Omni Chicago Hotel o el grupo Accor, que ha instalado más de 1.000 jardines urbanos en sus establecimientos alrededor del mundo, como publicó HOSTELTUR noticias de turismo en ‘Los hoteles piensan en verde’.

En España el Silken Al-Andalus, en Sevilla, tiene un huerto de 200 metros cuadrados donde cultivan varios tipos de verduras ecológicas para su restaurante. También el Wellington, en Madrid, dispone de un huerto, el más grande del mundo en la azotea de un hotel, que se diseñó para proveer de verduras y hierbas frescas (más de 35 tipos distintos) a su restaurante ecológico.

Pero no sólo la cocina del hotel se beneficia con la creación de un jardín productivo, sino que el propio jardín se convierte en un elemento distintivo que permite al establecimiento crear novedosas experiencias de cliente en línea con las nuevas tendencias ‘eco-friendly’. Talleres de coctelería con hierbas frescas, catas de plantas aromáticas y flores comestibles, aprender a cultivar en la ciudad, o crear un pequeño jardín botánico son algunos ejemplos de actividades originales que se pueden desarrollar gracias a la incorporación de un jardín de hotel.

Cultivar un pequeño jardín botánico es una de las prácticas sostenibles hoteleras también en creciente auge, según destaca Optimus Garden.

Además los nuevos sistemas de cultivo vertical con LEDs de crecimiento permiten cultivar en cualquier tipo de espacio interior de forma sencilla y controlada, ya sea en restaurantes, bares o cafeterías, y al mismo tiempo aportan un gran valor decorativo.

Otros ejemplos

Los huertos de los hoteles, además de suministrar hortalizas, verduras y hierbas frescas para la alimentación de los huéspedes, pueden usarse como atractivo turístico y herramienta didáctica para realizar actividades, sobre todo para niños. De hecho Fuerte Hoteles ha construido huertos didácticos en varios de sus establecimientos en Andalucía, donde además reciclan los residuos orgánicos de los restaurantes para hacer compost para sus cultivos, evitando así el uso de fertilizantes químicos.

Por su parte la empresa Farm One y el conocido restaurante Atera, con dos estrellas Michelin, ofrecen desde hace tiempo en el corazón de Manhattan visitas guiadas y catas en la granja hidropónica situada en el sótano del restaurante, donde cultivan más de 200 variedades de flores, pequeños vegetales y aromáticas sin usar pesticidas ni productos químicos. Asimismo proponen talleres sobre hidroponía y cultivo en interior y organizan eventos fuera de sus instalaciones donde los invitados pueden degustar una selección de flores, germinados y hierbas aromáticas frescas poco comunes, maridados con cócteles; una experiencia única para la vista, el olfato y el gusto.

Finalmente, cultivar un pequeño jardín botánico es una de las prácticas sostenibles hoteleras también en creciente auge. Los jardines permiten a los huéspedes tener un lugar para relajarse y disfrutar de las vistas, pero también reconectar con la naturaleza y aprender sobre los diferentes tipos árboles y flores de la zona. Es una iniciativa que tiene un impacto positivo directo en el medioambiente y en el clima.

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