Un post de Miguel Ángel Campo Seoane

¿Necesita España un Ministerio de Turismo o un empresariado fuerte y con objetivos claros?

Campaña #ministeriodeturismoya

Publicada 15/09/11 -Actualizada 15/07/18 23:22h
¿Necesita España un Ministerio de Turismo o un empresariado fuerte y con objetivos claros?

Si las asociaciones empresariales del sector turístico tuvieran claros los objetivos comunes y se reunieran en un lobby influyente y poderoso, tendrían más poder e influencia sobre las decisiones políticas en la materia que con la creación de un Ministerio de Turismo. Esta es la apuesta de Miguel Ángel Campo Seoane, la de un empresariado que tenga claro lo que necesita.

Le lectura del post Ministerio de Agricultura vs Ministerio de Turismo: no es el PIB, son los votos, Publicado por canalis el 29 de Agosto de 2011, me preocupó por cuanto pienso que una vez traspasadas las competencias del turismo a las Comunidades Autónomas, la existencia de un Ministerio de Turismo solo representaría un hándicap más para el desarrollo del mismo, lo que me animó a publicar el siguiente comentario en el mismo:

#4 “Excelente post Xavier, con datos que por su crudeza debieran hacer pensar a más de uno sobre la realidad de lo que significa la política en este país, donde “los representantes del pueblo soberano” miran tan solo por los intereses de la clase política y no por los de los ciudadanos que les pagan, en muchos casos su poco justificado salario.

Dices en el post “Según los datos de contabilidad nacional del INE, la agricultura y la pesca representan un 2,7% del PIB español, mientras que el turismo supera el 10%”, dato lo suficientemente elocuente, para verificar la poca necesidad de un Ministerio para una industria con tal poder, y sobre todo, que demuestra por activa y por pasiva que funciona sin necesidad de la existencia de un Ministerio propio.

Y pensando en profundidad, sobre si pudiera ser buena la existencia de tal Ministerio, me pregunto si más interferencias de la Administración del Estado sobre competencias transferidas a las Comunidades Autónomas, pudiera tener algún sentido, porque me parece que pudiera llegar a ser contraproducente, al crear un nuevo organismo al que sería preciso dotar de competencias, que dada la “competencia” que demuestra la Administración, podría terminar siendo un hándicap mayor en el futuro desarrollo de esta industria.

Vería con más capacidad de influir en el futuro desarrollo de la industria turística, una Confederación de Asociaciones de Empresas Turísticas, en la que sus equipos directivos fuesen acreditados profesionales del turismo, mejor que empresarios turísticos, que posiblemente como sucede con los políticos, pudieran estar más interesados en atender sus propios intereses, aparentar y salir en las fotos, que buscar solución a los problemas generales de la industria a la que deben representar, porque esa Confederación tendría detrás la fuerza de la parte más importante del PIB, pudiendo convertirse en el “lobby” con mayor capacidad de influencia del país, situación mucho más importante para esta industria, que la existencia de un nuevo ente de la Administración al que verse sometida.

Amigo Chema, dices “cuando los mercados emergentes nos "metan mano" entonces será cuando actuaremos y empecemos a buscar culpables.”. ¿Es que no llevan tiempo “metiéndonos mano”?, porque al paso que vamos, solo hace falta que pasen de esa fase a la de “violarnos” para darnos cuenta de que nos están haciendo “tras, tras por detrás”, como dice Antonio Recio en “La que se avecina”, ya que al paso que vamos, nos vamos a quedar en una industria de comedia barata.”

La única manera de hacer factible la existencia de un Ministerio de Turismo, sería el retomar por parte del Estado las competencias sobre el turismo, y no veo factible que las Comunidades Autónomas en la actual situación del país, pudiesen admitir ni por un solo momento que le sean retiradas las competencias sobre el “caramelo” que les regalaron, “Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita” decíamos cuando era niño, y señores nuestros políticos son como niños, pero mucho más interesados que éstos, que a los diez minutos de tener un capricho o haber recibido un regalo, se olvidan del mismo, y se les puede quitar sin otro problema, que el que pueda representar que cojan una rabieta y “berreen un poco”, lo que no es el caso, porque un político siempre quiere más, el problema es saber si lo quiere a favor de aquellos a los que representa, o para satisfacer su sentimiento de poder.

La experiencia que tenemos de la existencia de un Ministerio de Turismo durante todo el medio siglo anterior, desde perspectiva puramente profesional, en ningún caso movido por planteamientos políticos relacionados con la época en que se crea unido a la Información (censura de aquella época) como Ministerio de Información y Turismo, creado el 18 de julio de 1951 siendo durante 11 años su Ministro Gabriel Arias-Salgado, sustituido por Manuel Fraga Iribarne el 10 de julio de 1962, que permanece en el cargo algo más de 7 años, hasta el 29 de octubre de 1.969, siendo sustituido por Alfredo Sánchez Bella que permanece en el cargo durante algo menos de 4 años, para dar paso a Fernando de Liñán el 11 de junio de 1973, permaneciendo en el cargo algo menos de 7 meses, al ceder el puesto a Pío Cabanillas el 3 de enero de 1974 que permanece al frente del ministerio 14 meses y 8 días hasta el 11 de marzo de 1975, para ser sustituido por León Herrera Esteban el 11 de marzo de 1975 que está al frente del ministerio 9 meses, del 11 de marzo al 12 de diciembre de 1975, cediendo las riendas a Adolfo Martín Gamero que permanece en el cargo algo menos de 7 meses hasta el 5 de julio de 1976, en que da paso al último ministro del ramo Andrés Reguera que permanece al frente de ese Ministerio un año hasta el 4 de julio de 1977.

Al estar escribiendo esta relación de Ministros de cada vez más corta trayectoria, especialmente a partir de 1973, me ha hecho recordar una anécdota que me ocurrió siendo Director del Hotel Formigal en el inicio de la temporada de ski, durante el mandato de Pio Cabanillas, que al no tener relación directa con lo que tratamos en este post, he considerado de interés incluir en un nuevo post, que titulo “Un Director de Hotel, lo sea de Cadena Hotelera u hotel independiente puede exigir el respeto debido al puesto que ocupa”, al que se hará un link en este post, una vez publicado, dado que en la situación que se describe en esa anécdota, utilizo una expresión que resultó premonitoria.

Como veréis el Turismo ha ido siempre unido a algún otro ente de la Administración habiendo estado unido como una Dirección General al área de Gobernación, para en la actualidad aparecer dentro de la Subsecretaria de Industria, Turismo y Comercio dentro del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, sin merecer para nuestros políticos ni siquiera el nivel de Secretaria de Estado que ostentan:

  • La de Comercio Exterior, pese a la importancia que representa el turismo en el aporte de divisas que enjuga año tras año el déficit de nuestra balanza de pagos.
  • La de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información.
  • La de Energía.

Ni siquiera merece el nivel de simple Secretaria General dependiente de la mencionada Subsecretaria, como si merece Industria, para continuar el Turismo atado al Comercio Interior en una Secretaria General, ¿lógica posición? Si nuestros políticos opinan de poca importancia que para la economía del país, lo que representa el turismo internacional que nos visita.

Estando esta Comunidad embarcada a través del grupo MINISTERIO DE TURISMO, YA en una campaña de concienciación sobre la importancia del Turismo para la economía de nuestro país, considero de gran importancia que todos y cada uno tengamos una visión clara de lo que crear un Ministerio de Turismo puede representar para el futuro de esta industria, no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad, así después de esta introducción histórica, voy a convertirme un poco en el “Pepito Grillo” no sea que con las mejores intenciones, podamos influir para que se abra una “caja de pandora” de la que no sabemos qué males puedan salir.

Personalmente no creo necesaria la creación de un Ministerio de Turismo, si de que las principales asociaciones empresariales, dejen de una vez por todas los protagonismos que no llevan a ninguna parte, al fin y al cabo es una profesión en la que en el ámbito de cada parte, se conoce todo el mundo, y se sabe quiénes son los verdaderos protagonistas, los que están ayudando a dar estabilidad a la más importante industria del país, y quienes con sus actuaciones están empujando a todos a un abismo del que es difícil ver el fondo, una unión de las fuerzas económicas vinculadas al mundo del turismo, representada por profesionales de reconocido prestigio, puede convertirse en un “lobby” con mucho mayor poder de influencia sobre las decisiones que en materia de turismo se tomen por las Comunidades Autónomas, que el que pudieran tener sobre un Ministerio del ramo, lo único que necesitarían es tener objetivos claros, sobre los objetivos a cubrir.

Bonito sueño de verano, ¿Como puedo pensar que puedan tener objetivos claros sobre lo que necesita el turismo de nuestro país, si no tienen claros los objetivos de sus propias empresas? Cuando el objetivo de un hotelero es ganar lo máximo posible, está claro que no tiene objetivo, dado que el máximo posible no es cuantificable, y ese es precisamente el objetivo de la mayoría de un empresariado, al que en más de una ocasión he oído decir, “es que las cosas se hacen así”, lo que me hace recordar un proverbio chino que dice más o menos “Un método fijo, no es un método”, porque quién no tiene capacidad de adaptación a un mundo en constante cambio, está condenado a desaparecer.

En cuenta todos estos pensamientos con éste, inicio una serie de post en los que trasladaré mi idea contraria a la necesidad de un Ministerio de Turismo, basada en las experiencia vividas con ese Ministerio, mientras el mismo tuvo personalidad propia durante los años sesenta y setenta, porque creo que el Turismo Español lo que verdaderamente necesita es un empresariado que sepa lo que quiere, y si es incapaz de saber lo que quiere, que al menos tenga la capacidad de saber lo que necesita.

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Comentarios 2
Avatar Juan Campamar Juan Campamar hace 12 años
Miguel, excelente planteamiento, que comparto plenamente el punto de enfoque , gracias por deleitarnos con tanta informacion y exposicion, un fuerte abrazo.
Interesantísima reflexión. Enhorabuena.