Zontur advierte de que la actual incertidumbre puede provocar bajada de precios y reducción de las capacidades aéreas

El presidente de la Agrupación Hotelera de las Zonas Turísticas de España (Zontur), José Guillermo Díaz Montañés, asegura que si se prolonga la situación de incertidumbre respecto a la guerra de Irak, que ha motivado un descenso en la demanda, el "cierto nerviosismo" que se produciría en el mercado podría desembocar en una bajada de precios de los hoteles para incentivar las reservas y en el recorte de las capacidades aéreas previstas por los turoperadores para España para el verano. "Los turoperadores, según evolucione el mercado, están pensando reducir capacidades en los puntos en los que no pueden llenar los aviones", destacó Díaz Montañés en una rueda de prensa que ofreció ayer en Torremoinos (Málaga) con motivo de la celebración de la asamblea general de su asociación. El presidente de Zontur explicó que los mayoristas de viajes tomarán esta decisión a finales de marzo, dentro de unas tres semanas. En referencia a la posible bajada de precios de los hoteles para reactivar la demanda, destacó que "cada cuál es muy libre de aplicar las tarifas que estime oportuno, pero nunca hay que renunciar a satisfacer al cliente", de modo que un descenso de los precios no debe ir acompañado de una bajada de la calidad de los establecimientos. Respecto a las previsiones para verano, Díaz Montañés indicó que también hay una "gran incertidumbre", ya que debido a la coyuntura internacional "es complicado hacer previsiones hasta que no se resuelva la situación actual". Dentro de esta incertidumbre, "España como destino está mejor posicionado que sus competidores habituales" de la cuenca mediterránea. Como ejemplo de este hecho, destacó que en enero el mercado británico cayó un 7 por ciento en general, mientras que en España sólo lo ha hizo un 2 por ciento, "habiéndose desplomado las ventas en los competidores de España en el Mediterráneo Oriental". Sin embargo, la principal preocupación de los hoteleros es que una posible guerra produzca un retraimiento de la demanda que lleve a los potenciales turistas a no salir de vacaciones. Díaz Montañés también constató la preocupación por parte de los empresarios hoteleros respecto a la proliferación de alojamientos ilegales, como a su juicio lo prueba el hecho de que, a pesar de que aumenta el tráfico aéreo, éste no va acompañado de una evolución en la ocupación. Respecto al comportamiento del turismo durante este invierno, Díaz Montañés explicó que éste ha dependido de las zonas. Así, Canarias ha tenido una ocupación "similar" a la de 2002, ayudada por "alguno concesión en los precios que ha hecho en algún momento". En Baleares, el invierno "ha sido muy malo", con más del 50 por ciento de la planta hotelera cerrada, se han producido caídas en la ocupación y un "gran esfuerzo en los precios". En cuanto a los destinos peninsulares, la Costa del Sol ha estado tres o cuatro puntos por debajo de las cifras de 2002 y se ha visto "muy afectada" por el descenso de llegadas de canadienses y estadounidenses, mientras en Benidorm también ha habido descensos de entre 1,5 y 2 puntos y en Cataluña la ocupación ha sido similar a la de 2002.