Estudio de Esade

Dividir Europa en zonas libres de Covid, alternativa para activar el sector

Publicada 12/05/20 -Actualizada 05/06/20 02:01h
Dividir Europa en zonas libres de Covid, alternativa para activar el sector
  • Un informe propone que las zonas europeas menos afectadas por el virus puedan recibir turistas internacionales
  • Plantea que se permita la movilidad entre zonas de diferentes países de la UE etiquetadas como “verdes" a través de una red certificada
  • Esta propuesta podría salvar la temporada estival en el sur de Europa, aliviando los costes económicos del cierre del turismo internacional

Nos enfrentamos a un verano lleno de incertidumbres, con grandes limitaciones en los desplazamientos y con el temor a que la cancelación total o parcial de la temporada estival arrastre a numerosos países europeos a una crisis económica aún más profunda de lo que ya es. La situación sería aún más grave para los estados del sur de Europa, como España o Italia, que dependen del turismo mucho más que los del norte. Con el fin de paliar esta situación, el Centro de Políticas Económicas EsadePol, de la escuela de negocios Esade, ha publicado un estudio que propone dividir Europa en regiones que han logrado controlar la pandemia de la Covid-19, etiquetadas como 'zonas verdes', para facilitar los viajes entre ellas.

Miquel Oliu-Barton, profesor de Matemáticas de la Universidad Dauphine de París, y Bary Pradelski, profesor de Economía y miembro del Oxford Institute, los autores del informe "Reconectar “zonas verdes” europeas: una propuesta para salvar el turismo" publicado por Esade, plantean etiquetar cada región con el color rojo (si el virus no está controlado) o verde (si está bajo control).

Con esta distinción creen posible evitar la propagación de la pandemia y poder reiniciar la actividad económica a una escala más local, teniendo en cuenta que varios estados europeos han puesto en marcha sus planes de desconfinamiento por regiones.

Plantean que se permita viajar entre zonas libres de la enfermedad, estén o no dentro de un mismo país. Se crearía así la red certificada de zonas verdes, que se incrementaría a medida que progrese la contención del virus.

A modo de ejemplo explican que si Bavaria (Alemania) y Mallorca son considerados destinos seguros por una autoridad europea común, se les otorgaría la “etiqueta verde UE”. De este modo se podría viajar entre ambas zonas con la misma garantía de seguridad que entre dos zonas verdes de un mismo país.

“Permitir los viajes entre zonas verdes puede ayudar a salvar el sector turístico y, muy probablemente, a mejorar la viabilidad económica de varios países europeos”, afirman los profesores

Estrategia en tres niveles

Los autores de la propuesta plantean desarrollar una estretegia en tres niveles, que tendría que coordinarse a nivel europeo:

  • Dividir cada país en áreas geográficas, como regiones, provincias o departamentos. Estas divisiones podrían organizarse desde cada región de forma independiente, para así poder tener en cuenta las distintas limitaciones políticas y económicas.
  • Etiquetarlas como verdes o rojas, en función de si el coronavirus está controlado. Las etiquetas verdes deberán ser uniformes en todos los países, fiables y seguras. Tanto las condiciones para que sean reconocidas, como su administración, control y seguimiento podrían ser facilitadas por el Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC).
  • Las zonas verdes entrarían a formar parte de la red certificada de zonas verdes, donde los viajes son seguros y están permitidos.

"Estamos firmemente convencidos de que la red certificada de zonas verdes es una oportunidad única para que la UE pueda exhibir su fuerza, creando una situación win-win para todos los países e impidiendo que la temporada de verano sea víctima de la pandemia de la Covid-19"

Por otro lado, Miquel Oliu-Barton y Bary Pradelski defienden que su planteamiento tiene ventajas tantos sanitarias como económicas y políticas:

-Contener la propagación del virus, ya que se limitarían los desplazamientos. Además, la propuesta podría adaptarse a las necesidades regionales e incluso se podría introducir la "etiqueta ámbar" en las zonas en que el virus está más controlado, pero no lo suficiente para incorporarse a la red certificada de zonas verdes.

-Reducir la carga económica. El turismo es la actividad económica más importante en varios países del sur de Europa en verano. Los viajes turísticos intracomunitarios entre junio y octubre representan el 65% del flujo anual en España, el 60% en Italia, el 78% en Grecia y el 79% en Croacia, de acuerdo con los datos de la oficina estadística europea Eurostat referidos a 2019.

"Permitir el turismo paneuropeo en los meses de verano es, probablemente, el factor determinante más importante para la supervivencia económica de varios países europeos"

-Fomentar la identidad europea. Dar la oportunidad a las regiones de que "determinen su propia fortuna" supondría un potente incentivo para que sigan las normas, contribuyan activamente a controlar la Covid-19 y se sientan más identificadas con el proyecto europeo.

Los citados profesores consideran que la Comisión Europea debería liderar este proyecto, ya que “nuestro planteamiento de crear zonas verdes certificadas solo puede organizarse a escala paneuropea y, de hecho, es competencia de la CE (Tratado de la Unión Europea, Artículo 5.3)".

Además, señalan que esta institución tendría que emitir las etiquetas de forma autónoma a los países, para garantizar que el significado de las mismas no varía de unos a otros. De no ser así, los estados podrían tener incentivos para catalogar sus áreas como verdes y, en consecuencia, poner en peligro la viabilidad de la red certificada de zonas verdes

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