Albert Llorca, especialista en Sociología del Ocio y Psicología del Turismo

Adults only, una demanda que irá a más porque "falla la educación de los niños"

El "proteccionismo excesivo" hacia los menores que ha arraigado en los últimos 25 años "genera una especie de disculparlo todo, justificarlo todo"

Publicada 05/10/11 -Actualizada 15/07/18 23:22h
Adults only, una demanda que irá a más porque "falla la educación de los niños"
  • "Ahora la gente se sorprende cuando ve a un niño educado en un espacio público"

Albert Llorca es Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, profesor titular de Sociología del Ocio y Psicología del Turismo en la Escuela Universitaria de Turismo de la Universidad Autónoma de Barcelona. Con él hemos hablado acerca del trasfondo social que subyace tras el auge de productos turísticos donde no se permiten niños. Esta entrevista forma parte del tema de portada Adults Only, el producto de moda que ya es tendencia, publicado en la revista HOSTELTUR de octubre.

¿De qué modo los cambios sociodemográficos actuales están influyendo sobre la demanda turística?

Vivimos en un mundo en que paulatinamente ha aumentado el tiempo disponible y el prestigio del ocio. Este prestigio sería un tipo de actitud colectiva, difundida a través de la publicidad y los medios de comunicación, promocionada por los poderes públicos, que hace que cada vez la gente tenga más interés en sentirse más cómoda, más bien con ella misma, haciendo actividades de ocio. Un ejemplo sencillo lo tenemos con el cambio de ritmo de vida que se produce entre los días laborables y los de fin de semana, o con las vacaciones.

¿A qué velocidad se pueden producir nuevas demandas?

Influyen las modas, que son rápidas y efímeras. Por ejemplo, hace pocos años se puso de moda ir a centros deportivos, donde no se trataba tanto de hacer un ejercicio saludable, sino de obtener un aspecto vistoso. La moda tiene una potencia brutal, utiliza la publicidad y puede impulsar cambios bastante rápidos. De hecho, nuestro mundo actual es bastante rápido, en el sentido de que se generan urgencias para hacer ciertas cosas o conseguir tal o cual imagen.

¿Qué cambios sociales podrían explicar el incremento de la demanda de productos turísticos Adults Only?

El hecho de que haya gente de que se queje de la presencia de niños en espacios de ocio, y que opte por ir a espacios exclusivos para adultos, obedece en parte a un sistema de valores y tendencias educativas que no funcionan bien. Tenemos un problema grave de educación, comenzando por la familia y acabando por las instituciones públicas. Es decir, hay un cierto proteccionismo hacia los niños, excesivo, que se ha dado durante bastantes años… Esto está dicho por muchísimos autores y gente muy solvente. El proteccionismo, llevado a los últimos extremos, genera una especie de disculparlo todo, justificarlo todo, dar por natural aquello que quizá no lo es tanto. ¿Las criaturas de dos a cuatro años pueden aprender cosas? Sí. Y pautas de conducta, desde luego. Esto no significa represión ni nada por el estilo. Pero las nuevas pedagogías de los últimos 30-40 años que se han puesto de moda han dado esta idea.

¿Resultado?

Si los responsables máximos, que son los padres, consideran que no hay que poner muchas pautas al niño, acaba ocurriendo que en los lugares públicos los niños hacen ciertas cosas que podrían parecer normales a los ojos de los padres, pero no lo son tanto. Este comportamiento a su vez genera el rechazo de otras personas, que dicen “yo no quiero tener que soportar esto”.

¿Cree que la demanda de servicios sólo para adultos no será una moda sino que puede ir a más en el sector turístico?

Diría que sí. O como mínimo se mantendrá, mientras no se produzca una recuperación de las pautas de educación. Pero los cambios sociales siempre van para largo cuando se trata de valores, pautas y formas de conducta. Ahora llevamos 25 años en que esas pautas más permisivas se han ido instalando. Para desintalarlas, necesitaremos un tiempo similar o más. Porque esa transformación, con cambios visibles cuando se produzca, la tendrá que ver la gente de la calle. Ahora la gente se queda sorprendida cuando ve a un niño educado en un espacio público, porque esto habitualmente no se da. Esto antes no era así, al contrario. Hace 25 años quien llamaba la atención era el niño maleducado.

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Comentarios 1
Con todos mis respetos, parece poco científica y pobre la explicación, ese causa-efecto que parece desprenderse de su artículo, vamos, que la supuesta "mala educación de los niños" crea tendencia. Por otra parte, el concepto bueno o malo es relativo, no sé en qué lugares públicos ha efectuado usted su medida de lo mal o bien educados que están los niños y basándose en qué, ¿en la educación de hace 30 o 40 años? Le sugiero buscar alguna base un poco más científica para explicar sus afirmaciones, que, tal vez en este caso tengan más que ver con "no querer o no soportar estar niños" (tal cual, sin necesidad de huir de una supuesta mala educación).