La entrevista de Carmen Porras

"Una buena parte de la oferta de los hoteles urbanos no tiene futuro"

Pablo Torres, consultor hotelero en TSA Solutions, nos ofreces desde Londres su visión sobre el sector y el mercado británico

Publicada 14/03/21 -Actualizada 10/04/21 02:02h
"Una buena parte de la oferta de los hoteles urbanos no tiene futuro"
  • "Muchos viajes corporativos van a desaparecer, algunos para siempre y otros al menos en el medio plazo"
  • "Los británicos tienen muchas ganas de viajar y si no lo están haciendo ya es porque no les dejan"
  • "Desde fuera no se entienden los cierres perimetrales. Es difícil explicarle a un británico que puede ir al Mar Menor, pero no a Torrevieja"

Entrevista/ La crisis sanitaria ha sido especialmente dura con el sector turístico, una circunstancia que no deja al margen a ningún país. También en el Reino Unido "la situación es muy mala", asegura Pablo Torres, que desde hace más de seis años trabaja en Londres como consultor hotelero en la firma TSA Solutions. Se muestra preocupado por los establecimientos centrados en los viajes corporativos y asevera tajante: "Hay que ser honestos, creo que una buena parte de la oferta de los hoteles urbanos no tiene futuro". Es más optimista, en cambio, con los desplazamientos de ocio, señala que el mercado británico tiene ganas de salir y destaca que "cualquier familia británica de clase media suele viajar al extranjero tres o cuatro veces al año, y si no han podido viajar en un año no han gastado ese presupuesto".

Lleva más de seis años en Londres trabajando como consultor hotelero. ¿En qué situación está la hotelería en el Reino Unido?

La situación es muy mala. Hay bastantes hoteles cerrados porque no salen los números, aunque a algunos les merece la pena seguir abiertos por temas de visibilidad, para atender a cierta clientela corporativa o por temas de buscadores. En Londres, la ocupación no llega al 10%, los hoteles están en un 6-8% más o menos, y en otras ciudades pasa lo mismo. Los hoteles solo pueden alojar a clientes que tengan razones inexcusables por trabajo o porque sean funcionarios y trabajen en hospitales o juzgados o bien por circunstancias especiales como que tengan que asistir a un funeral y necesiten alojarse en un hotel.

¿Qué tipo de iniciativas están llevando a cabo para resistir esta situación?

Llevamos ya un año en esta situación, pero siempre moviéndonos en plazos cortos, de cinco semanas, dos meses… Como no son medidas a largo plazo, nadie se decide a cerrar, a reconvertir y a reconocer que esto no tiene sentido, en algunos casos no les queda más remedio, sobre todo a los hoteles corporativos. Una de las consecuencias de la pandemia es el fin de muchos viajes corporativos.

Hay muchos hoteles de ciudad, no solo en Londres, también en otras ciudades grandes como Madrid o Barcelona, que viven de los eventos o del cliente que va entre semana, y muchos de esos viajes van a desaparecer, algunos para siempre y otros al menos en el medio plazo

Aquí por ejemplo, en Londres, las grandes corporaciones han dado la orden a sus empleados de que pueden teletrabajar de aquí en adelante, con lo que los hoteles que están situados en sus proximidades van a sufrir.

¿Qué se puede hacer entonces con esos hoteles?

Esa es la cuestión. ¿Los convertimos en una residencia estudiantil, en serviced apartments, que los llaman aquí, un espacio de coworking, de colinving…? Algunos espacios de eventos se están utilizando ahora como espacios de coworking, también se está haciendo en España, pero es algo muy puntual. Luego están los grandes salones de eventos, algunos con capacidad para hasta 1.000 personas, cuando la mayoría de estos eventos si se vuelven a hacer serán híbridos, con lo cual ya no hace falta este gran salón. Entonces, ¿qué hacer con esos espacios? De momento no hay una respuesta.

Pablo Torres lleva más de 20 años de trayectoria profesional en el sector turístico, los últimos seis en Londres, trabajando en la empresa de consultoría hotelera TSA Solutions como performance consultant, según su denominación en inglés.

Como consultor hotelero, desde su compañía, ¿qué soluciones proponen?

En mi opinión personal, hay que buscar otros segmentos. Algunos siguen creciendo, como es el del trabajador remoto, que puede quedarse en un hotel a largo plazo, con lo que habría que reconvertir ciertas habitaciones en estudios para dar cabida a ese perfil de cliente, también las zonas comunes en espacios de trabajo, como un lugar para compartir. Pero adaptar los espacios requiere una inversión y ahora mismo muchas compañías no tienen el dinero.

Lo que se hace en este momento es mirar las cosas en el corto y medio plazo, pero se debería mirar en el largo. Hay que ser honestos, creo que una buena parte de la oferta de los hoteles urbanos no tiene futuro

Es muy tajante en su afirmación. En el sector reconocen que los viajes corporativos y el segmento MICE tardará en volver a niveles previos a la crisis, pero confían en su recuperación.

Hay una demanda que está deseando viajar, pero es sobre todo en el ámbito del ocio. Es el efecto champán, en cuanto se pueda viajar, la gente lo hará, los viajes de ocio se dispararán en los próximos meses, pero es como el champán, sale muy rápido de la botella, pero también baja muy rápido. Pero el perfil de personas que hacía un Madrid-Barcelona, Madrid-Palma para pasar una noche o dos para visitar a dos clientes o para ir a dos reuniones es difícil que vuelva.

Según un estudio que se dio a conocer en un reciente webinar que organizamos sobre revenue management de España y Latinoamérica, un 17% del corporate business no va a volver nunca. Si se aplica esto a hoteles, un 10-15% va a sobrar porque no habrá clientes.

Se está polarizando el turismo, o eres muy barato o eres lujo, pero el hotel de 3 o 4 estrellas que está en medio va a sobrar

Por otro lado, usted vive en Londres y conoce muy bien el mercado británico, nuestro principal mercado emisor, ¿tienen ganas de volver a España?

Tienen muchas ganas de viajar y si no lo hacen es porque no les dejan. Hay dos perfiles de clientes entre los viajeros ingleses, el que es fiel al destino o el que va solo por precio. El reto para España es seguir captando a ese segundo tipo de cliente. Grecia acaba de anunciar que probablemente el 14 de mayo abra incondicionalmente sus fronteras a los ingleses, si soy inglés optaré por este destino, porque en España no sé cuándo van a abrirlas. Además, hay que tener en cuenta que desde fuera no se entienden los cierres perimetrales entre las regiones. Es difícil explicarle a un británico que puede ir al Mar Menor, pero no a Torrevieja porque implica un cambio de comunidad autónoma.

¿Cómo están viviendo las limitaciones a la movilidad?

En el entorno turístico, no hay una noticia buena, pero si miras a otras industrias, esta situación les ha venido hasta bien, como el gran consumo, en alimentación las ventas están disparadas; al sector de la informática les va genial. Esta situación ha favorecido que las familias hayan ahorrado más, hace poco se publicaba aquí que las familias inglesas han ahorrado 100.000 millones de libras este año -más de 116.000 millones de euros-. A las personas que no trabajan en el sector servicios, en especial en la hostelería, realmente no le ha afectado la pandemia.

Cualquier familia británica de clase media suele viajar al extranjero tres o cuatro veces al año, y si no han podido viajar en un año no han gastado ese presupuesto y tienen muchas ganas de viajar

La salida del Reino Unido de la Unión Europea es ya una realidad. ¿Se percibe en la sociedad alguna diferencia en esta nueva esta pos-Brexit?

En el día a día no se nota porque la pandemia está enmascarando un poco las consecuencias del Brexit. Creo que se empezará a notar cuando la pandemia esté más controlada. Lo que se puede apreciar es una pérdida de población en Londres, se estima en unas 700.000 personas, el 10% de la población. En parte porque se han ido de la ciudad al poder teletrabajar, pero también porque muchos de ellos son extranjeros, de la Unión Europea, que trabajan en el sector servicios y se han quedado sin trabajo y no se pueden permitir vivir en Londres. Eso unido al Brexit que, digamos, exige integrase en el sistema, ha hecho que mucha gente se haya ido.

Cuando se recupere el sector servicios -bares, restaurantes…- va a hacer falta mucha mano de obra y eso va a ser un problema porque el 95% de las personas que trabajan de cara al público en Londres son extranjeros

Por su experiencia conoce ampliamente los diferentes departamentos de un hotel, además dirige el programa superior Total Revenue Management en la Universidad de Alicante. ¿Cuáles son los principales retos de la formación para mejorar la empleabilidad y adaptarse a las nuevas exigencias del mercado?

Yo estudié Turismo hace 20 años, que por cierto creo que es una denominación demasiado amplia, tendría que ser más específica, como Dirección Hotelera o Dirección Comercial, y lo que veo es que no hay muchos cambios en este tiempo. A los estudiantes les siguen diciendo lo mismo, que las salidas son básicamente oficinas de turismo, agencias de viajes o recepción de hotel y ahí se acaba todo. No hay conocimiento de herramientas digitales, no se conoce el día a día de una empresa porque la educación en España está muy alejada de la misma. Tenemos que virar hacia un modelo dual.

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