El segundo establecimiento de la familia Pérez-Sala en Barcelona rinde tributo a su legado

Casa Sagnier, nuevo hotel en la que fuera vivienda del afamado arquitecto

Es un hotel boutique de 5 estrellas con 51 habitaciones y suites

Publicada 09/04/22 -Actualizada 15/04/22 02:38h
Casa Sagnier, nuevo hotel en la que fuera vivienda del afamado arquitecto
  • Casa Sagnier, junto con Primero Primera, son hoteles hogareños en espacios singulares donde el ambiente local se mezcla con el turismo
  • El Hotel Casa Sagnier ocupa el edificio que el arquitecto construyó en 1892 como vivienda familiar y estudio de arquitectura
  • El hotel cuenta con 51 habitaciones, de las que seis son suites, distribuidas en un edificio de siete plantas, además del restaurante

El nuevo hotel Casa Sagnier se incorpora al portfolio de los Pérez-Sala sumándose a Primero Primera, la casa familiar, también en Barcelona, que se convirtió en un 5 estrellas en 2011. Ambas propuestas parten de premisas comunes: ofrecer un hotel hogareño en un espacio singular en el que el ambiente local se mezcla con el turismo y que respeta la historia del edificio. En este caso, la historia de la persona que lo proyectó y lo habitó por primera vez, Enric Sagnier, el arquitecto con mayor número de construcciones en la Ciudad Condal -380 obras catalogadas-, y uno de los más importantes de la época modernista junto a Gaudí, Puig i Cadafalch y Domènech i Montaner. El resultado es un hotel boutique de máxima categoría que alberga 51 habitaciones y suites, además del restaurante Cafè de l’Arquitecte.

El Hotel Casa Sagnier ocupa el edificio que el arquitecto construyó en 1892 como vivienda familiar y estudio de arquitectura. Sin la presión de un cliente externo, Sagnier dio rienda suelta a su creatividad en el diseño de su propia casa, combinando elementos de estilo gótico con esculturas ornamentales.

Tras muchos años de uso como conjunto de viviendas, el edificio se convirtió en hotel en 2008 y se ha restaurado en 2021 para recuperar su carácter original

El hotel Casa Sagnier cuenta con 51 habitaciones, de las que seis son suites, distribuidas en un edificio de siete plantas que se orienta hacia la Rambla de Catalunya y que conecta a través de grandes ventanales con el Passatge de la Concepció, una pequeña calle con encanto que se ha convertido en un enclave gastronómico de Barcelona.

Los elementos decorativos de las habitaciones hacen que el visitante se pregunte si lo que está viendo pertenece a la casa original o se ha incorporado recientemente. Foto: Rafael Vargas.

Al acceder a la puerta de entrada el espacio se abre hacia ambos lados, dejando la recepción en el centro. A la izquierda se encuentra la zona bar del Cafè de l’Arquitecte, que cuenta con una amplia barra y que ofrece vistas hacia el pasaje. A la derecha queda la zona salón del restaurante, una acogedora sala de estar con chimenea, biblioteca y mesas que ofrece un clima hogareño.

El Cafè de l’Arquitecte, que ofrece a lo largo del día servicio de restaurante, cafetería, bar y coctelería, rinde tributo en su interiorismo a Enric Sagnier a través de la reinterpretación contemporánea de las obras del arquitecto barcelonés

Las obras y el interiorismo han corrido a cargo de Federico Turull de TurullSørensen Arquitectos, quien ha dotado al hotel de ese estilo hogareño; y del estudio Elefante, con Eva Balart y Juan Carballido, que además han creado las instalaciones artísticas que evocan a Sagnier. El proyecto ha contado además con el asesoramiento de las interioristas Núria Pérez-Sala y Estrella Salietti; mientras que del diseño gráfico se ha encargado Pablo Juncadella, del estudio Mucho.

En la planta baja la decoración evoca el taller de un arquitecto. En la imagen, el bar. Foto: Rafael Vargas.

La reforma respeta la edificación original y se centra en intervenciones sutiles que generan una calidez sobria. La idea no ha sido reproducir de forma fiel la casa de Sagnier, sino crear un espacio atemporal con detalles que reflejan el estilo modernista. Se ha trabajado de forma similar a la de aquella época, en la que profesionales de distintas disciplinas aportaban oficio y creatividad a los proyectos. Así, en la reforma hay guiños al trabajo artesanal, tan importante en aquel periodo. Además, la familia Sagnier ha cedido su archivo de fotos familiares de la época.

Una tribuna con grandes ventanales domina los dos pisos superiores, algo no muy usual en la época, ya que habitualmente se situaba en la planta principal, que se añadió en 1906. Foto: Rafael Vargas.

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