Rusticae: proyectos de sostenibilidad en turismo rural

Casona de Labrada, 1m2 contra la Basuraleza

Casona de Labrada es un proyecto turístico que comenzó con la recuperación de varias casas abandonadas en la aldea de Labrada, en A Pontenova (Lugo), y que se caracteriza por su compromiso con la sostenibilidad. Utilizan energías renovables, la calefacción y agua caliente se obtiene de la instalación de geotermia, cuentan con medidas de ahorro energético y el aprovechamiento de aguas grises y pluviales, así como con cargadores para vehículos eléctricos.

Casona de Labrada es un proyecto turístico que comenzó con la recuperación de varias casas abandonadas en la aldea del mismo nombre, en A Pontenova (Lugo).

Situada en la Reserva de la Biosfera río Eo, Oscos y Terras de Burón, su anfitriona, Susana Sanz, subraya que “nos consideramos parte integrante del desarrollo rural, un nuevo futuro para estas zonas rurales despobladas y envejecidas, una forma de recuperar la arquitectura tradicional y la cultura y la historia de estas aldeas. Siempre tenemos la comunidad muy presente. Por ejemplo, hemos contratado locales tanto para los trabajos de restauración como para el equipo actual de Casona de Labrada. Para nosotros es un verdadero placer contribuir a la dinamización de la población rural".

El pasado mes de junio avanzaron un paso más con su participación activa en la campaña “1m2 contra la Basuraleza”, promovida por Rusticae entre los alojamientos miembros del Club. Para ello, involucraron para que participaran no sólo a sus huéspedes, sino también a los habitantes de las poblaciones cercanas. Con bolsas de basura y guantes, recorrieron una de las rutas más transitadas de la zona, la Ruta de las Minas, recogiendo cinco kilos de residuos que encontraron a su paso (bolsas de plástico, papel, mascarillas, colillas, latas…). El pasado diciembre volvieron a hacer una salida, con un saldo de cuatro kilos de residuos recogidos.

En Casona de Labrada han implicado a huéspedes y población local en su iniciativa “1m2 contra la Basuraleza” para recoger residuos en entornos naturales. En las dos salidas realizadas han recopilado nueve kilos de residuos.

La iniciativa “1m2 contra la Basuraleza” forma parte del proyecto Libera, impulsado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, con el objetivo de desarrollar acciones de movilización y concienciación ciudadana que aborden el problema de la basuraleza en los entornos naturales. Se trata de una gran recogida colaborativa de basura en los espacios naturales a nivel nacional, con la que se pretende concienciar a toda la población de la importancia de no deshacerse de residuos en la naturaleza.

El Gran Sueño, sostenibilidad y recuperación de hórreos

El Gran Sueño es un alojamiento rural sólo para adultos con certificado ecológico Ecolabel ECEAT en la aldea asturiana de Pintueles. Este alojamiento Rusticae es un referente en sostenibilidad, ya que desde que sus propietarios concibieron la idea tenían claro que debía ser su razón de ser y no simple postureo.

Así, el 80% de la energía que consumen para calefacción y agua caliente procede de una bomba de calor geotérmica; tienen una política de reciclaje, reutilización y compostaje de residuos que favorece la producción de unos pocos kilos de residuos al mes; apuestan por el comercio local (un 98% de su presupuesto en alimentación va a negocios y productores locales); los productos que utilizan son orgánicos y de proximidad en un 65% de los casos aproximadamente, y constantemente están buscando proveedores en esta línea.

En El Gran Sueño se han propuesto aportar su granito de arena para la recuperación de los hórreos de la zona.

Además, han creado una Fundación para preservar los hórreos de la aldea donde se encuentran; una forma de apoyar a la forma de vida tradicional de la zona. Para ello, de cada compra que se realiza en la tienda de productos locales de El Gran Sueño, se destina un porcentaje para su “Fondo para salvar nuestros hórreos”, muchos de ellos en peligro.

En la aldea de Pintueles hay tres, de probablemente más de 300 años de antigüedad, y en un estado urgente de restauración. Este tipo de trabajo es caro y ni los ayuntamientos ni el Gobierno del Principado de Asturias ofrecen ayudas para su restauración. Sus dueños son aldeanos que normalmente reciben una pensión y mantener estos edificios les es prácticamente imposible, a pesar de ser una seña de identidad de la zona.

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