3 claves que desvelan si una hotelera aprueba en economía circular
Una combinación de estrategia y práctica, pero con perspectiva cultural
Publicada 18/10/23 -Actualizada 23:36h
La economía circular es cada vez más importante para el sector turístico y, en especial, para las compañías hoteleras que lo lideran. Por ese motivo, la Fundación Impulsa Balears ha presentado una nueva edición de su 'Índice de progreso circular', tras lanzarlo inicialmente en 2019, y ha percibido notables cambios en positivo entre las empresas sondeadas. Para su director técnico, Antoni Riera, se avanza en la buena dirección en términos de turismo sostenible.
“Referenciar las estrategias empresariales a una noción de circularidad hotelera compartida, como la que propicia Impulsa Balears, no solo facilita el avance individual, sino que está permitiendo fijar una ambición circular colectiva que es posible monitorizar, gestionar y, por supuesto, elevar en base a los logros alcanzados”, ha remarcado este doctor en Economía Aplicada.
Según ha detallado la entidad, el progreso circular de las compañías hoteleras se refleja "particularmente" en cada uno de los tres building blocks o pilares que sustentan una estrategia de circularidad. Que para Impulsa Balears, que ha basado su índice en los resultados de 12 compañías referente ordenados en un baremo de 0 a 100 puntos, son los siguientes:
- En la dimensión estratégica, "la gestión de los recursos disponibles (58,8 puntos) revela un notable avance en materia de inversión (54,4 puntos) –por ejemplo, en capital físico (6.492 €/habitación) o tecnológico (1.614 €/habitación)– y, especialmente, de innovación (63,2 puntos) –de la mano de la digitalización de buena parte de los procesos de gestión– y gobernanza (58,7 puntos)".
- En la vertiente operacional, "la integración de pautas de producción y consumo circular en los procesos internos (55,7 puntos) recoge las puntuaciones más elevadas del índice, que corresponden a la dotación de activos (76,6 puntos) –ya sean edificaciones o instalaciones técnicas– y la prestación de servicios (58,4 puntos) –muy favorecida por las medidas adoptadas en materia de ahorro en el consumo de agua y energía o la recogida selectiva de residuos–. Por el contrario, existe margen de mejora para elevar el carácter circular de los aprovisionamientos (32,1 puntos), dada cuenta, por ejemplo, de las dificultades para incorporar productos de kilómetro cero (9,8%, del gasto en alimentos y bebidas)".
- Desde la perspectiva cultural, "la implicación de los principales stakeholders ha seguido mostrando cierto rezago (43,5 puntos), sobre todo, en el compromiso que se labra con los clientes (31,3 puntos), los proveedores (44,8 puntos) y, en una menor medida, los trabajadores (54,4 puntos), colectivo este último que participa en formación específica en circularidad en sus respectivas compañías (65,9%, de la plantilla total)".
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