Las mujeres directivas contribuyen a que las empresas sean más rentables
Cristina Cabañas, de Guitart Hotels; Sara Sánchez, de Rusticae; y Mayka Rodríguez, del Sofitel Lisbon Liberdade, cuentan su experiencia
Publicada 21/10/23 -Actualizada 23/10/23 07:54h
- Se están dando grandes pasos en conciliación pero es difícil, lo que aumenta el sentimiento de culpabilidad en las mujeres
- Lo que más nos une es mostrarnos vulnerables; no es una debilidad porque somos humanos y abres la puerta a que la gente se muestre como es
- Cristina Cabañas habla del “suelo pegajoso”, las inseguridades de las mujeres que les hacen quedarse pegadas al suelo sin atreverse a subir
Las participantes en la mesa sobre “Equidad en la cima: mujeres CEO en la industria hotelera”, celebrada en el TIS (Tourism Innovation Summit), han coincidido en subrayar que, aunque se ha avanzado mucho en términos de equidad, aún queda mucho camino por recorrer. Y Sara Sánchez, CEO de Rusticae, lo ha plasmado en cifras: “El 60% del personal turístico son mujeres pero éstas sólo representan el 30% de los directivos, según las estadísticas de la OMT (Organización Mundial del Turismo). Además, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fija en un 20% la brecha salarial de las mujeres en turismo”. Estas cifras demuestran que, según ha recalcado, “tenemos que seguir trabajando para la inclusión de la mujer en puestos directivos, también para mejorar la rentabilidad de las empresas”.
Sara Sánchez ha incidido en este sentido en que “el Ebitda (beneficio bruto de explotación) de las empresas está directamente relacionado con la felicidad del equipo, no del cliente. La mujer directiva, por su capacidad de integrar, comprender al diferente, empatizar y crear equipo más diversos, es capaz de dotar de más felicidad a las empresas. Por ello está comprobado que las mujeres directivas contribuimos a incrementar la rentabilidad de las empresas”.
Por tanto, ha enfatizado que “no es sólo por justicia, sino también por un tema económico y de productividad. Si hay que modificar los modelos para la integración de las mujeres a los equipos directivos, habrá que hacerlo para que den un paso al frente ayudando a todos a compatibilizar los mundos profesional y personal, y no un paso atrás”.
“La COVID nos demostró que debíamos ser flexibles para incorporar todo ese talento, lo que ayudaría mucho no sólo a las mujeres, sino también a la economía de las empresas”, según ha destacado Sara Sánchez
Y es que, según ha asegurado la CEO de Rusticae, “cuando a los equipos les das esa flexibilidad y les demuestras que confías en ellos, hacen la empresa suya, con una productividad y un sentido de pertenencia a la marca impresionantes. Porque no hay dinero que pague el hecho de que te dejen ser tú y compatibilizar tus necesidades personales y profesionales. Es muy rentable”.
El talento no tiene género
Las expertas han coincidido asimismo en recordar que, en palabras de Cristina Cabañas, presidenta de Guitart Hotels y la Fundación Climent Guitart, “el talento no tiene género, tiene valía, da igual si es hombre o mujer. Pero muchas veces nosotras mismas pensamos que por ser mujer tenemos que hacer todo perfecto desde el primer momento, y puedes evolucionar. Organizarse es básico porque si no se desmorona todo. Pero debemos ir a por ello. Los hombre nos llevan dos vueltas de ventaja pero ya les pillaremos”.
Mayka Rodríguez, directora general del hotel Sofitel Lisbon Liberdade, valora el talento -“sea hombre o mujer”- y apuesta por “el equilibrio entre hombres y mujeres en los equipos, porque es lo que hace la fuerza; creo que es importante”
Nuevo liderazgo
En el nuevo liderazgo que requieren los nuevos tiempos se valora mucho, como ha detallado Rodríguez, “la inteligencia emocional, ser capaz de motivar al equipo. Las diferencias entre hombres y mujeres no son malas, hay que lograr un equilibrio. Teniendo en cuenta además que nos son características de hombre o de mujer, sino que hay personas más emocionales y otras más cerradas. Para ello el coaching es importante”.
Cristina Cabañas aboga por “el liderazgo compartido -sin mi núcleo duro no soy nadie, nos necesitamos mutuamente- y el salario emocional, que es lo que más suma y, ante la actual falta de talento, lo que más se busca”
Por su parte Sara Sánchez ha definido “los tres pilares de la filosofía que toda compañía debe adoptar para afrontar los retos que se nos plantean, como la inteligencia artificial o el cambio climático, sólo por nombrar algunos. El nuevo modelo debe basarse en la plenitud, que facilite que las mujeres den su mejor versión, para lo que deben poder ser ellas mismas; la autogestión, de manera que las mujeres puedan aportar para mejorar procesos; y ser un organismo vivo en el que no hay nada establecido, todo es cambiante”.
Por ello ha invitado a las mujeres a “observar más su perfil masculino, creérselo, sentirse seguras, confiar en su criterio… y no ser tan perfeccionistas; apostar por la flexibilidad, los sentimientos y la empatía. Sólo así las compañías y la sociedad serán mejores y el mundo más feliz para todos”.
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