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Cielos Abiertos con la UE y ventas online: las armas turísticas del nuevo Túnez

El primer gobierno democrático del país norteafricano prepara su agenda de reformas

Publicada 31/01/12 -Actualizada 15/07/18 23:29h
Cielos Abiertos con la UE y ventas online: las armas turísticas del nuevo Túnez
  • "Me reuní con el presidente de Globalia, pues había tenido una mala experiencia bajo el antiguo régimen"

Elyes Fakhfakh, nuevo ministro de Turismo de Túnez en el primer gobierno democrático de este país del sur del Mediterráneo, desvela los pasos en política turística que seguirá el gobierno tunecino en los próximos años.

Fakhfakh, de 39 años, es ingeniero de formación. Trabajó en Francia durante varios años para la petrolera Total y en 2006 regresó a Túnez, donde dirigió un grupo empresarial con negocios en la industria de la automoción y la hotelería.

Tras el fin del régimen dictatorial de Ben Ali, a raíz de la Primavera árabe de 2011, Elyes Fakhfakh se incorporó al Partido Socialdemócrata, que quedó tercero en las elecciones generales y se ha integrado en la coalicición de Gobierno.

El nuevo ministro de Turismo tunecino charló con HOSTELTUR noticias turismo durante la pasada edición de Fitur.

El partido ganador en las elecciones de Túnez fue la formación islámica Ennadhda. ¿A qué atribuye el hecho de que cedieran la cartera de Turismo a un miembro del Partido Socialdemócrata?

Ello es porque no hay divergencia en los programas de turismo propuestos por Ennadahda y por el Partido Socialdemócrata. Ambos compartimos la misma idea de que el turismo es un pilar importantísimo para la economía de Túnez y que es necesario diversificar, modernizar e impulsar este sector. De hecho, entre los 16 puntos que el jefe de Gobierno presentó ante la Asamblea Constituyente para conseguir su legitimidad figuraba la política de impulso al turismo.

¿Qué reformas en el ámbito económico va a emprender el nuevo Gobierno que puedan tener una incidencia directa en el turismo?

En primer lugar, la prioridad ahora mismo es comunicar la normalización de la situación en el país. Hemos encontrado, dentro del sector turístico, varios problemas que necesitan precisamente reformas. Por ejemplo, un problema importante es la concentración en una sola tipología de clientela, el turismo de sol y playa, a pesar de que hemos heredado 3.000 años de historia. Por tanto nuestra meta ahora es perseguir la diversificación y el desarrollo del turismo cultural y sahariano.

Pero también tenemos otra realidad: hemos perdido tiempo con respecto al mundo occidental en términos de conexiones aéreas y sistemas de comercialización.

¿Y respecto a esta esta otra realidad, qué piensan hacer?

En primer lugar, directamente buscaremos un acuerdo de Cielos Abiertos con la Unión Europea. El proceso de negociaciones ya está lanzado.

Respecto a la comercialización, queremos introducir las plataformas de venta online.

Habrá otras reformas que girarán alrededor de la calidad turística para todos los productos: sol y playa, cultura, incentivos, etc. Por ello habrá novedades a nivel de inversión, infraestructuras y formación. Para mejorar la formación, precisamente, esperamos cerrar nuevos acuerdos de colaboración con países vecinos, entre ellos España, a través de convenios con el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y con el ICTE.

Túnez también tiene algunos destinos maduros de sol y playa ¿van a reconvertirlos?

En 2006 se puso en marcha en Túnez un programa para la revalorización de destinos. Desde entonces, se han realizado inversiones para la modernización de establecimientos. El nuevo Gobierno va a reexaminar este programa y estudiar qué reformas podría introducir para mejorarlo.

En Túnez existen una treintena de hoteles operados por compañías españolas. ¿Qué puede decirnos respecto a la seguridad jurídica para empresas turísticas extranjeras, teniendo en cuenta el cambio de régimen político que se ha producido en Túnez?

De hecho, durante Fitur me reuní con el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, pues había tenido una mala experiencia bajo el antiguo régimen.

Me gustaría decir que la gente de Túnez hizo precisamente la revolución para acabar con los abusos de poder. Ahora hay una separación de poderes y trabajamos para un interés nacional, no personal. Nos encontramos en una primera fase de este proceso y mantenemos una transparencia total, abogamos por la justicia y acudimos al Derecho Internacional para atraer inversiones.

Además hemos creado una comisión especializada para tratar una serie de quejas y expedientes originadas en el pasado. Y hemos invitado al señor Hidalgo a que presente una queja a través de este organismo, para poder buscar los arreglos correspondientes.

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