El Castillo de Curiel se transforma en hotel

La idea de recuperar la fortaleza más antigua de la provincia de Valladolid, que data del siglo XII y está situada en un montículo del municipio, no nace de ninguna entidad pública, sino de la iniciativa de un particular, Rafael Ramos, que aseguró a Efe: "Cometimos la locura de reconstruir otra vez el castillo". "Hemos rescatado un monumento que tiene una historia increíble; sobre todo repasa la reconquista de los cristianos en el reino de Castilla", destacó el promotor, quien afirmó que fue un intento de "recuperar lo que parecía abocado a desaparecer", puesto que "eran ruinas progresivas y no visitables". La reconstrucción de la fortaleza se hizo a partir de un dibujo del siglo XVIII de Tomás López, "donde al fondo se divisaba el castillo en su forma original". El castillo se convierte en una posada que alberga 26 habitaciones, "cada una personalizada y decorada específicamente" y bautizada con el nombre de alguno de los moradores del castillo. Dote real, ya que fue la dote que se entregó para el matrimonio de cinco reinas, complejo defensivo del siglo XIV y más tarde prisión real, entre los personajes históricos que han habitado el castillo destacan Doña Urraca, Leonor de Inglaterra, María de Molina, Alfonso XI el Justiciero y Pedro I el Cruel. Entre todos los hechos históricos que sucedieron en el castillo, recogidos en un libro escrito por Rafael Ramos y titulado "Historia y leyendas del Castillo Curiel", el autor destaca que "fue la cárcel del preso que cumplió la condena más prolongada del reino de España, Diego de Castilla, que entró con 11 años y salió con 64". La remodelada fortaleza está ubicada en una superficie de 1.800 metros cuadrados y dará trabajo a catorce personas. El castillo se encuentra sobre un cerro y asemeja un barco en medio de los viñedos de Ribera de Duero, en los límites entre Valladolid y Burgos, similar a la vecina fortaleza de la localidad vallisoletana de Peñafiel.