Las redes sociales, entre lo personal y lo profesional

Publicada 27/02/09 -Actualizada 30/08/18 09:47h
Las redes sociales, entre lo personal y lo profesional

"Los mercados son conversaciones", es la primera de las 95 máximas que se recogen en El Manifiesto Cluetrain, libro fundamental para entender la Web 2.0 y lo que significa. En efecto, los mercados son conversaciones, al igual que la vida privada, las relaciones, la familia y cualquier ámbito en el que el ser humano se desenvuelva.

Las redes sociales no son sino un entorno de relaciones, plataformas en las que sus usuarios desarrollan muchas de las acciones y comportamientos que siguen fuera de ellas, en el mundo offline. Pero con una característica fundamental y que determinan su naturaleza: son públicas. Independientemente de que podamos restringir en mayor o menor medida el acceso a nuestros perfiles, las redes sociales tienen la capacidad de actuar como altavoces de nuestras vidas, magnificando y voceando todo lo que hacemos o, incluso, sentimos.

Bernat Comas acierta al plantear el dilema de las redes sociales, personalizando en Facebook, que no son capaces de diferenciar la esfera personal de la profesional. De todos modos una consideración previa: quien da contenido a las redes sociales son los usuarios y son éstos los que determinan lo que quieren y no quieren mostrar en cada red social, como bien se ve en el debate iniciado por Comas.

La importancia del "quién"

Ya dijimos en una ocasión que el concepto de privacidad estaba siendo redefinido, el problema no es ya qué queremos mostrar y qué no sino a quién. Nuestras varias esferas sociales (familia, amigos, trabajo) se unen en las redes en una sola, y la información que transmitimos es la misma para todos. Pero tal vez no nos interese transmitir la misma información a nuestra esposa o marido, amigo o jefe. ¿Estamos unificando nuestra vida?

Es cierto que en las redes actuamos con una cierta inocencia. Nos atrevemos a decir y expresar cosas que tal vez no haríamos si supiéramos quién nos escucha. Pero también es verdad que tenemos las herramientas para evitar eso mediante la configuración de nuestros perfiles. ¿Inconsciencia o ignorancia?

La empresas ya están empezando a no diferenciar entre la esfera personal y social cuando hablamos de redes. The New York Times ha impuesto una serie de reglas deontológicas 2.0 en las que da instrucciones a sus trabajadores de cómo comportarse en las mismas, incluso en sus actos privados. La separación ya no es tan nítida como antes. Desde el periódico señalan que la imagen pública del trabajador, sobre todo si es periodista, puede afectar su credibilidad. Las empresas entran en la vida privada de los trabajadores para cuidar sus intereses.

Amistad vs relación profesional

Curiosamente los usuarios sí suelen diferenciar entre redes sociales para relaciones de amistad y redes para relaciones profesionales. Es por eso por lo que las empresas que quieran entrar en contacto con esos usuarios en las redes sociales han de conocer perfectamente el medio en el que se mueven. La etología de cada medio o de cada plataforma es distinta. Los usuarios no suelen aceptar relacionarse con marcas en estos entornos, buscan hacerlo con personas. Suele tener más éxito que una persona represente a esa marca y la gestione en el medio.

Lo que parece claro es que dependiendo a quién se pregunte esa fusión particular/profesional será más o menos interesante. Lo que ocurre es que hasta ahora Internet ha reconocido como su mercado más importante a los usuarios particulares y serán estos los que decidan qué tipo de plataformas quieren para expresarse y si les interesa o al menos no les importa que esa confusión vida privada/vida profesional sea un hecho.

Juan Sobejano (juan.sobejano@hosteltur.com)

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