La industria aérea, eslabón clave en la cadena de valor del sector turístico
24 octubre, 2022 (04:04:32)La industria aérea juega, sin duda, un papel clave en la activación del turismo en España. No en vano, ocho de cada diez turistas entran en nuestro país por vía aérea. En un momento de clara recuperación del sector, cuando los aeropuertos del país recuperaron el pasado verano más del 90% de las operaciones que realizaban antes de la pandemia, las compañías aéreas están acelerando su proceso de transformación para generar una industria más sostenible y con una oferta más integral y multimodal, adaptada a las necesidades del viajero post-Covid.
En lo que concierne al ámbito de la sostenibilidad, el proceso de descarbonización es un imperativo para un sector que ha sido una de las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero de más rápido crecimiento. Por tanto, la regulación para reducir o limitar emisiones contaminantes y la mayor concienciación de los viajeros en torno al impacto medioambiental del transporte aéreo jugarán un papel determinante en el futuro de esta industria. En su rumbo hacia la descarbonización, las aerolíneas ya están desplegando soluciones, como los nuevos modelos de aeronaves más eficientes o el uso de combustibles sostenibles de la aviación, entre otras muchas medidas, y que deben ir acompañados de otras iniciativas a nivel sectorial, como el desarrollo de una gestión integral del Cielo Único Europeo para la descongestión y optimización del espacio aéreo o incluso el desarrollo de los motores de propulsión eléctrica o de hidrógeno a medio y largo plazo.
Adicionalmente, la creciente demanda de integración de servicios y la aceleración de la digitalización de la sociedad, junto a los cambios en el comportamiento del consumidor, traen consigo la necesidad de ofrecer un servicio renovado, digital y con mayor foco en la gestión de las experiencias a este nuevo viajero. Las aerolíneas deberán crear una experiencia diferencial y desarrollarla a través de plataformas tecnológicas que habiliten nuevos ecosistemas, potencien la relación y conectividad con los clientes y abran nuevos modelos de negocio. El reto es ofrecer un servicio multimodal, que integre las diferentes soluciones acordes con las necesidades del viajero a lo largo de todo su travel journey: desde la preparación del viaje hasta su evaluación y valoración, pasando por la gestión de la reserva, la organización del hospedaje o las actividades durante su estancia. Para ello es clave establecer alianzas con actores de otros segmentos o industrias, como la hotelera o las empresas de movilidad, las agencias de actividades culturales, algunos organismos públicos o centros sanitarios, por citar algunos ejemplos.
Especialmente relevantes son las etapas previas del travel journey del turista, la reserva y preparación del viaje, así como el propio trayecto en avión, dado que juegan un papel fundamental en la calidad de servicio y en el inicio de la experiencia de usuario que perciben los turistas que visitan nuestro país. Aspectos como la calidad de producto, la experiencia en tierra previa al viaje y a bordo, un proceso ágil y flexible con comunicación dinámica con el viajero, etc. tienen un rol prioritario en el posicionamiento de nuestra industria turística. Por todo ello, una industria área fuerte y sólida, que contribuya a trasladar al turista una buena imagen al inicio del travel journey y a la entrada en el país es fundamental.
Por otro lado, mejorar la experiencia de usuario implica también apoyarse en herramientas digitales que faciliten la interacción con el viajero y mejoren la eficiencia de los procesos internos y operacionales del viaje. Algunos ejemplos de ello son la asistencia robótica o la tecnología biométrica –para mejorar la identificación del viajero y agilizar los procesos de embarque–, y las etiquetas electrónicas, para garantizar la trazabilidad del equipaje. También cobran cada día más importancia las aplicaciones tecnológicas que permiten una mayor interconexión entre las actividades del viaje junto con las actividades de alojamiento, ocio o restauración en destino.
El tema cobra más relevancia si cabe con las previsiones de crecimiento de las clases medias a nivel global en las próximas décadas, con lo que las actividades de viajes y turismo que se pueden desarrollar en torno a este colectivo crecerán exponencialmente.
No podemos olvidar que la industria de la aviación, en paralelo con este proceso de transformación, debe ser capaz de equilibrar sus necesidades de inversión en sostenibilidad, en oferta integral y en digitalización, con un retorno a la rentabilidad post-pandemia y a la sostenibilidad de los estados financieros, que han quedado muy deteriorados por el Covid. Las aerolíneas ya están empezando a recuperar los resultados positivos, y alcanzarán los niveles previos a la pandemia en poco tiempo, aunque de no tomarse medidas adicionales, los niveles de endeudamiento provocados por la crisis de la Covid 19 podrían prolongarse más allá de 2030. Con el fin de lograr ese equilibrio entre reducción de endeudamiento acumulado y necesidades de inversión, las compañías deben construir una estrategia financiera transformacional y a largo plazo, apoyada en la optimización de los costes y en la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos. Así pues, las compañías deberán aumentar el control sobre los costes gestionables mientras reinventan el modelo de negocio a través de nuevos modelos de pricing, creación de alianzas con otros segmentos o con otras industrias e identificación de nuevos nichos de clientes; entre otros.
Pese a las buenas cifras observadas el pasado verano, el entorno socio económico actual hace que no debamos bajar la guardia a la hora de preservar y proteger la industria aérea. La aplicación de posibles tasas adicionales que actualmente están en análisis, podría tener consecuencias importantes en la llegada de turistas internacionales y por tanto en el volumen del gasto turístico que estos realizan; además de impactar directamente en otros sectores como hostelería, restauración, retail o transportes; entre otros.
La industria aérea es un sector clave en la movilidad de los ciudadanos y representa también un eslabón vital en la cadena de valor del sector turístico español. Una industria aérea eficiente, digital, sostenible e interconectada con todos los eslabones de la industria turística es esencial para la economía del país, el bienestar de los ciudadanos y la competitividad de nuestras empresas.
Vicente Segura
Socio de consultoría de operaciones de Deloitte, experto en el sector Transporte
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