Cómo los hoteles del Caribe están cultivando su capital humano
30 mayo, 2025 (11:09:30)Durante años, el debate sobre la escasez de personal en la hotelería caribeña ha sido recurrente, diría que crónico. Pero algo está cambiando. Lo que antes se percibía como un obstáculo, comienza a abordarse como una oportunidad para redefinir el modelo de empleo turístico en la zona.
Hoy, el Caribe —con epicentros como Jamaica, República Dominicana y la Riviera Maya— no solo busca cubrir vacantes: quiere formar, retener y profesionalizar a quienes sostienen su principal activo estratégico: el factor humano, que es esencial para el sector hotelero.
De la falta de manos a la activación del talento local
Recordar que tras la pandemia, miles de trabajadores abandonaron el sector. Unos emigraron y otros encontraron en otros sectores una pausa temporal. El resultado: un mercado tensionado, con alta demanda y baja disponibilidad de perfiles cualificados, pero la vocación por el turismo sigue siendo un imán que, bien acompañado, puede recuperar talento valioso.
Así que lejos de resignarse, el sector privado y los gobiernos locales están activando nuevas palancas.
En República Dominicana, el INFOTEP avanza en la apertura de la Escuela Hotelera Guarocuya en Barahona, un centro que combinará formación dual, simuladores digitales y prácticas remuneradas en colaboración con grandes grupos turísticos.
En Jamaica, el acuerdo suscrito con INVEROTEL —que reúne a 18 cadenas españolas con una fuerte presencia en el Caribe— marca un antes y un después: acceso a vivienda, formación certificada y previsión social como fórmula para fidelizar equipos y reducir rotación.

Alianzas y corresponsabilidad
Todo parte de la colaboración del sector público y privado. La hotelería ya no puede afrontar sola el reto de captar talento. Lo entiende y por tanto actúa en consecuencia:
1. Alianzas público-privadas para diseñar planes de estudio adaptados a las necesidades operativas del sector.
2. Ferias de empleo itinerantes, como las impulsadas por el Ministerio de Trabajo jamaicano, que permiten captar talento in situ, acortar tiempos de contratación y acercar las oportunidades a zonas menos urbanizadas.
3. Incorporación de colectivos tradicionalmente excluidos, como madres solteras, mayores de 50 o jóvenes sin experiencia, a través de modelos flexibles de jornada y formación express.
Bonos, formación y propósito
Ya no es suficiente con ofrecer un salario competitivo. Las hoteleras que lideran la transformación están reinventando su propuesta de valor, conscientes de que el verdadero lujo empieza por quien lo hace posible:
1. Bonos de permanencia estacional, alojamiento cercano al lugar de trabajo y transporte interno.
2. Programas de bienestar emocional, con acceso a apoyo psicológico y actividades físicas en el propio resort.
3. Microcredenciales internas, que permiten a un camarero proyectarse como maître en menos de dos años, sin salir del entorno operativo.El objetivo ya no es cubrir vacantes, sino sembrar raíces: construir una cultura donde crecer y quedarse tenga sentido
Los primeros resultados ya se han hecho visibles como la reducción del absentismo, la mejora del clima laboral y un mayor compromiso con la experiencia del huésped. Y con ello, una narrativa que ya no gira solo en torno al huésped, sino también al equipo que lo hace soñar.
El Caribe no quiere seguir siendo un exportador de mano de obra ni depender exclusivamente de trabajadores estacionales. Su aspiración es ser una región que forma, cuida y promueve a su gente. Porque construir turismo es también construir comunidad, identidad y sentido de pertenencia
Joana Tremba
Abogada de MONLEX
jtremba@monlexabogados.es
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