Ya no hay excusas
15 julio, 2025 (05:06:53)El turista ha cambiado, el clima ha cambiado, la tecnología ha cambiado, pero preguntémonos si nosotros como profesionales hemos cambiado, para ello hemos tenido que recabar datos, tomar decisiones, identificar situaciones de riesgo, aprender nuevas técnicas, estudiar nuevos perfiles, incluso llegar a cambiar nosotros mismos, la razón es simple, si seguimos ofreciendo ''lo mismo'' ofrecemos más camas, más ocupación, más ruido, más confusión, pero no personalizamos su estancia, no buscamos su propósito de viaje, no conocemos sus opiniones o creencias, estamos equivocados porque mientras los viajeros buscan experiencias sostenibles, altamente personalizadas y con propósito, nosotros seguimos ofreciendo nuestra '' zona de confort'', y esa probablemente no sea la misma de quienes nos visitan.
Ahora les planteo una pregunta algo incómoda, pero solamente para reflexionar o reaccionar si es necesario:
¿Nos estamos adaptando o estamos acomodando lo que ya tenemos?
No podemos calificarnos sostenibles o decir que apostamos por la innovación y no demostrarlo, el turista necesita ver ese cambio, necesita ver los cambios y sentir que van acorde a sus necesidades actuales.
Con este escenario tenemos que plantearnos, si nuestra empresa, se está adaptando a las nuevas demandas de turismo sostenible e inteligente, es decir, no vale con usarlo como argumento, es necesario que esta sostenibilidad o inteligencia se vea reflejada en el modelo de negocio de nuestra empresa.
Esto parece difícil en el momento de la primera lectura, pero realmente gracias a las nuevas tecnologías, podemos crear nuestras propias herramientas para adaptarnos, y resolver los problemas que se nos plantean.
El control de los flujos turísticos en tiempo real para evitar saturación y proteger a los residentes.
Experiencias que buscan un turismo regenerativo, buscando con sus acciones, no solo la reducción del daño, sino dejar los destinos en mejores condiciones, de lo que se encuentran, llevando a cabo proyectos relacionados con la reforestación, o el reciclaje.
Si hay algo claro es que, el turista inteligente no vendrá en un tiempo, ya está aquí, por ello, debemos plantearnos una segunda pregunta:
¿Estamos preparados para recibirlos?
Este nuevo perfil viaja, y no busca ‘’ lo de siempre’’ está buscando algo más, busca valores, busca el sentido de su viaje, busca experiencias y además desea que su visita deje un buen impacto en la economía local y en las personas.
Hay tres preguntas en las que muchos de los profesionales diferimos y debatimos entre nosotros, más de lo que cualquier usuario, puede llegar a pensar:
1. ¿Estamos preparados para la llegada de unos clientes que exigen experiencias personalizadas, impacto neutro y conexión con la comunidad?
Creo que la respuesta de muchos (cada vez menos), es la misma, un rotundo no, el motivo es que en ocasiones la sostenibilidad es considerada un gasto y no una inversión, y que la personalización no es vista más allá del enfoque del marketing, se nos olvida el valor que puede generar a nuestra empresa.
No es difícil llegar a este punto, y puede ser algo progresivo, pero ya no podemos concebir una empresa turística, sin un mínimo de innovación, como, por ejemplo:
Un sistema de reservas, que no solamente sirva para la reserva de habitaciones, también que registre a cada usuario individualmente conociendo sus intereses, ideas y necesidades.
Acuerdos con comerciantes y empresas locales para surtir de las experiencias que actualmente están demandando en destino.
Un plan de transición energética y de medición de emisiones.
Formación constante para tu equipo en tecnología, idiomas, hospitalidad regenerativa y digitalización, esto es una pieza clave, para poder continuar con tu equipo en cada etapa por las que pasa tu empresa u organización.
2. ¿Cómo demostramos el impacto positivo en la economía local?
Con esto nos referimos a generar empleos en la comunidad, comprar a proveedores locales, contribuir a proyectos educativos, culturales o ambientales, si contribuimos de alguna forma al turismo regenerativo.
3. ¿Utilizamos la tecnología para mejorar la experiencia del viajero?
Hoy en día, no basta con crear una app móvil o un chatbot con información sobre nuestros servicios, ni siquiera la web más moderna, para diferenciarnos de nuestra competencia, hoy se necesita algo más, se necesita integrar la Inteligencia Artificial para resolver las dudas, ofrecer sugerencias, mapas interactivos, accesibilidad, y otras necesidades derivadas de un simple hecho como viajar, todo ello sin perder nuestra calidez humana.
No solamente tenemos que enfocarnos en el cliente actual, también tenemos que prepararnos para el futuro, necesitamos controlar nuestro consumo energético, analizar nuestros propios flujos de demanda, entendiendo cuáles son nuestros puntos más altos y más bajos, y algo muy importante la reducción progresiva de desperdicios.
Quiero dejar una reflexión a modo de conclusión, y es que recuerden que la sostenibilidad, el turismo regenerativo y la Inteligencia Artificial, no es algo del futuro, ya lo tenemos en nuestro presente.
Debemos empezar a diseñar nuestra propuesta, más allá del precio y viendo los valores, reconocer la sostenibilidad como el camino a seguir hacia nuevas oportunidades.
Si hoy no podemos responder a estas preguntas que se hacen en el presente, el turista buscará otras alternativas, buscando coherencia, y que le transmita lo que vende, es decir, caminar en la misma dirección hacia una misma solución.
¿Y si nos dedicamos a responder cada uno a estas preguntas?
Lo más importante de todo esto es una única palabra, DECISIÓN
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta opinión no tiene comentarios.