Empresarios colombianos temen al fantasma de Ecuador, Chile y Bolivia

Para este jueves 21 de noviembre, el Comando Nacional Unitario (CNU), la central que aglutina a distintas e importantes confederaciones de trabajadores de Colombia, convocó a un paro nacional en rechazo a la presunta reforma de flexibilización laboral que estaría analizando impulsar el Gobierno de Iván Duque.

Pero, además, la medida de fuerza coincide, según distintos analistas políticos, con un profundo descontento social por numerosas cuestiones, como un desencanto con la actual gestión, el derrumbe del acuerdo de paz, el incremento de la violencia política, el aumento de la carga impositiva y un sentimiento de exclusión e inequidad que traspasa todas las fronteras de América Latina.

El presidente colombiano, Iván Duque

Con sus matices, particularidades y cadenas de sucesos, Ecuador, Chile, Bolivia vivieron masivos estallidos sociales, seguidos de una brutal represión, con decenas de muertos y miles de heridos y detenidos. Por la vía democrática, Brasil votó a un outsider de la política como Jair Bolsonaro; Argentina acaba de transformar a Macri en el primer presidente de la región en postularse a una reelección y perder; Uruguay está a punto de desplazar del Gobierno al Frente Amplio después de 15 años; y México dejó atrás al PRI para llevar a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. Y, a estas alturas, no hace falta mencionar el caso de Venezuela.

América Latina está en crisis, y Colombia hasta ahora ha logrado mantenerse bastante al margen. Pero el contexto regional en el que se va a desarrollar el paro de este jueves mantiene en vilo al Gobierno y también al sector empresario.

Tal es así, que el Gobierno dispuso el cierre de las fronteras para ese día, intentando poner en la agenda la posibilidad de que la medida de los sindicatos y los posibles disturbios estén generados por infiltrados extranjeros financiados por Nicolás Maduro, desde Venezuela. De hecho, el Centro Democrático, partido creado por Álvaro Uribe, se aseguró que se trata de “una estrategia desestabilizadora de las democracias” por parte del “Foro de San Pablo”. Y el Gobierno de Duque enfatizó esta postura lanzando la campaña “Colombia no para” y manifestó su temor ante posibles desmanes.

El Consejo Gremial Nacional de Colombia

El martes 19, el Consejo Gremial Nacional, que incluye a las cámaras turísticas, manifestó su apoyo a cualquier manifestación democrática, pero exhortando a los participantes de las marchas a mantener el orden público.

“El Consejo Gremial, con relación al paro nacional programado para el 21 de noviembre, resalta la importancia de respetar la protesta social, como un derecho constitucional que asiste a toda persona de reunirse y manifestarse pública y pacíficamente, siempre y cuando ese ejercicio se realice con absoluto respeto de los derechos de todos los ciudadanos incluyendo a quienes no participan en las protestas, en especial en lo que se refiere a su integridad física, a la protección de sus bienes, y a sus derechos entre ellos los de la movilidad, la alimentación y el trabajo”, sostiene el documento.

El comunicado del Consejo Gremial Nacional de Colombia

Finalmente, los empresarios insistieron: “Hacemos un llamado a todas las personas que decidan participar de la movilización a hacerlo en el marco de la ley, a rechazar cualquier acto de violencia o de vulneración de derechos de los no participantes y. Asimismo, a respaldar a las autoridades en el cumplimiento de sus deberes para desplegar acciones eficaces contra los actos violentos que busquen perturbar el curso pacífico del derecho a las protestas”.