Restricciones

IATA insiste en que la Argentina es “inviable” para las aerolíneas

La entidad afirma estar “decepcionada” por las medidas implementadas por el país

Publicada 23/07/21 -Actualizada 20/08/21 02:01h
IATA insiste en que la Argentina es “inviable” para las aerolíneas

Dos semanas después de que el Gobierno argentino ratificara su política de cupos aéreos para el ingreso de viajeros desde el exterior, la International Air Transport Association (IATA) emitió un comunicado en el que repudia esa medida; reitera que las aerolíneas podrían irse del país; y vuelve a pedir una reunión con el jefe de Gabinete argentino, Santiago Cafiero, quien viene eludiendo hasta ahora ese encuentro.

El 9 de julio pasado, la Jefatura de Gabinete de la Argentina, liderada por Santiago Cafiero, con el acompañamiento de las autoridades sanitarias, decidió extender las duras medidas restrictivas que rigen en el país para el ingreso de personas desde el exterior, sean o no residentes, para retrasar la llegada de la variante Delta del COVID-19.

La medida original, tomada a finales de junio, imponía un cupo de 600 pasajeros por día por vía aérea, distribuidos entre todas las aerolíneas y entre todos los destinos, lo que dejó más de 45.000 argentinos varados en el exterior, con reprogramaciones para agosto y septiembre, e incluso las empresas advertían que podrían demorar hasta cinco meses en llevarlos a todos de regreso.

La prórroga de julio amplió ese cupo a 740 primero y a 1.000 para fines de julio, pero las aerolíneas nacionales, agrupadas en la Jurca, habían dejado en claro que se trataba de una decisión “insuficiente” e “inviable”, ya que, además, esos vuelos se aprobaban “dos o tres días antes”.

Casi 15 días después, la International Air Transport Association (IATA) difundió un comunicado en el que alerta sobre “el impacto de las restricciones y modalidades de aprobación de vuelos” e insiste en que “operar en Argentina se está volviendo inviable”.

“La IATA se muestra muy decepcionada ante la última decisión administrativa (DA 683/21 del 9 de julio) del Gobierno argentino, que una vez más abandona a su suerte a los ciudadanos y residentes actualmente varados fuera del país y sigue sin considerar los requerimientos operacionales de la industria aérea”, afirma la entidad.

Tal como lo manifestaba la Jurca, el vicepresidente de IATA para las Américas, Peter Cerdá, sostiene: “Aunque los nuevos cupos prevén un aumento mínimo y gradual durante las próximas semanas, es insuficiente para resolver la situación de los pasajeros que siguen tirados por el mundo. Como la vigencia de lo anunciado es sólo hasta el 6 de agosto, las compañías aéreas están imposibilitadas para confirmar una fecha cierta de vuelo a sus pasajeros posterior a ese día, seguimos sin tener claridad y previsibilidad en las autorizaciones de vuelos y capacidades. Además, no sabemos cuál es la metodología que usan las autoridades para la distribución y asignación. El proceso sigue totalmente arbitrario y a veces parece ser discriminatorio”.

En ese contexto, la asociación brindó algunos números para dimensionar el impacto de las restricciones. De acuerdo a sus datos, se encuentran en riesgo unos US$ 5.910 millones de contribución al PIB argentino y unos 43.057 mil empleos, “reduciendo la oferta de itinerarios y la conectividad con 107 pares de ciudades, que equivalen a perder cerca de 21.000 frecuencias en junio 2021, comparado con el mismo mes de 2019.

Peter Cerdá, vicepresidente de IATA para las Américas

Entre esas bajas incluyen la retirada de algunas compañías que se produjeron durante la pandemia, pero que no necesariamente están vinculadas a estas medidas o las decisiones argentinas, como la salida de Latam del cabotaje; y la suspensión de los vuelos entre Buenos Aires y Auckland, Doha, Addis Abeba y Londres, además de los regionales a Brasil y Chile.

Por todo esto, IATA insistió en la necesidad de concretar la postergada reunión con las autoridades argentinas, pero en particular con el jefe de Gabinete, a quien consideran responsable de las mencionadas decisiones. Cafiero ha eludido hasta el momento juntarse con las compañías, que sí mantienen un diálogo con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), pero sin mayores avances.

Finalmente, el comunicado concluye: “Sin que los organismos del Gobierno trabajen de manera conjunta con las compañías aéreas, es muy probable que más aerolíneas suspendan e incluso abandonen su actividad en Argentina en el corto plazo, impactando la ya mermada conectividad del país con el resto del mundo. Más que para las aerolíneas, el daño es para el país y sus habitantes, muchas personas siguen perdiendo sus fuentes de ingreso, empleos y lo que es peor, la libertad de viajar”.

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