Unificación y promoción

El turismo rural ve con buenos ojos la nueva clasificación

Se cuestiona la elección de las estrellas como símbolo

Publicada 10/04/13 -Actualizada 15/07/18 21:30h
El turismo rural ve con buenos ojos la nueva clasificación

El turismo rural se homogeneizará bajo estrellas verdes en todas las comunidades menos Cataluña. Distintos expertos y profesionales de este segmento han acogido positivamente la iniciativa, pero con algunas puntualizaciones.

Desde Toprural consideran plausible la medida anunciada y confían en que tenga un impacto positivo en la demanda. En cuanto a la elección de las estrellas como símbolo para el turismo rural, su director de Comunicación, Joseba Cortázar, la considera una decisión acertada encaminada a que el turismo rural sea más entendible. Se ha hecho pensando en los clientes, de manera que sea la oferta la que se adecúe a la realidad de la demanda. Las estrellas son ya fácilmente identificables y con el color verde se relaciona con la realidad del turismo rural, por lo que opina que el viajero estará más familiarizado con este sistema.

Ana Alonso, directora de comunicación de EscapadaRural, apunta a que según el Observatorio del Turismo Rural -promovido por el portal EscapadaRural, CETT Tourism&Hospitality-Education/Research, adscrito a la Universidad de Barcelona, y Netquest, empresa de encuestas online- los propietarios apostaban más por el sistema de espigas (elegida por el 54% de los encuestados) que por las estrellas (preferida por el 14%). Desde la empresa afirman que aunque consideran que la estrella no era el símbolo más idóneo porque podía crear confusión con el sector hotelero, hay que quedarse con la parte positiva, ya que se trata de “un paso muy importante para el sector. El cliente necesita saber qué le espera cuando reserva un alojamiento”.

No obstante, en el Observatorio se destacaba un importante porcentaje de un 22% que no consideraba necesaria la homogeneización. Esto encaja, según Alonso, con el perfil menos profesional de los propietarios de de este tipo de establecimiento, que están cómodos con la con la normativa específica de su comunidad. Entre las principales problemáticas para estos propietarios se sitúan el exceso de oferta (elegido por el 48,9% de los encuestados en pregunta con posible respuesta múltiple) y la ilegalidad (señalada por el 48,8%), mientras que la diversidad de la norma reguladora (preocupante para el 19,4%) quedaba por debajo, preocupando más también la falta de promoción, la estacionalidad o la falta de profesionalidad.

El turismo rural ve con buenos ojos la nueva clasificación. #shu#El turismo rural ve con buenos ojos la nueva clasificación. Imagen Shutterstock

La Asociación de Profesionales del Turismo Rural (AUTURAL-UPTA) también ha evaluado positivamente el acuerdo alcanzado, valorando que la clasificación venga propuesta por la Administración y no por entidades privadas, lo que "asegura que se hará con criterio y con rigor”, según su presidente, Francisco Parra. Apuntan a la importancia de que el viajero sepa de antemano lo que va a encontrar cuando llegue al alojamiento rural, pero además servirá para "para que los propietarios se pongan las pilas y ofrezcan un servicio impecable, mejor imagen, y sobre todo y muy importante que no exista oferta ilegal, ya que quien otorgue las estrellas a cada establecimiento deberá comprobar la legalidad del mismo y su inscripción en el registro de las Comunidades Autónomas.", de acuerdo con Parra.

La organización, sin embargo, no está del todo de acuerdo con el símbolo adoptado, ya que cree que hubiera sido mejor diferenciar de una forma "más contundente" las estrellas hoteleras de las del turismo rural, y no solo basarla en el color. "La comparación de hoteles y alojamientos rurales en número de estrellas puede jugar en contra de éstos últimos", advirtió Parra.

A la espera de las medidas del Plan de Promoción

En relación al Plan de Promoción del Turismo que también ha propuesto el Gobierno, Cortázar afirma: “Bienvenido sea. Ojalá que este anuncio se concrete en acciones concretas”. La promoción de España como turismo rural ayudaría a posicionar y diferenciar España como algo más que sol y playa, segmento en el que compite con otros países con productos similares, como Turquía o Túnez. “De alguna manera debemos buscar otros atractivos del destino España que nos diferencian del resto”, resalta Cortázar.

Apoyándose en los datos del INE, el análisis de Toprural revela un crecimiento del mercado extranjero progresivo, tanto en pernoctaciones como en número de viajeros, en turismo rural. Ha crecido cinco puntos porcentuales en los últimos cuatro años, hasta situarse en el 15%, mientras que el 85% restante correspondería a turistas nacionales. Cortázar puntualiza que aunque al perfil internacional corresponda número pequeño del total de número de viajeros, su estancia es mayor (realiza una de cada cuatro pernoctaciones en turismo rural), por lo que tiene un gran impacto en el número de pernoctaciones y genera más gasto. “Por tanto, debemos orientar estrategias y desarrollar acciones promocionales y comerciales que vayan destinadas a este público, que quizás todavía no se ve tan afectado por la crisis como lo estamos en la demanda nacional”. El aumento del turismo internacional queda reflejado en la noticia publicada por HOSTELTUR noticias de turismoTurismo rural: cifras para el debate

Por su parte Alonso también se ha pronunciado a favor del Plan de Promoción e indica que era necesario desde hace mucho tiempo, ya que el producto no se estaba promocionando ni nacional ni internacionalmente, aunque se muestra expectante: “Habrá que ver en que va a consistir”. Reconoce que en momentos de crisis se mira hacia el cliente internacional como “flotador”, pero recuerda que para el turismo rural el mercado nacional es vital.

Retos pendientes: regularización y comercialización

Entre los retos principales con los que se enfrenta el turismo rural, Cortázar ha señalado dos: regularización, en cuanto a homogeneización de regulaciones autonómicas para facilitar el contexto legislativo en el país; y comercialización, de manera que se pueda conseguir que reservar una casa rural sea tan sencillo como reservar un hotel.

Véase también “Turismo rural, un producto a revisar” .

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Comentarios 1
Avatar Severino Garcia Severino Garcia hace 10 años
La decisión de homogeneizar el turismo rural a nivel estatal es bastante congruente teniendo en cuenta la realidad generada por veinte años de desmadre, donde la territorialización de las normativas con el afán de crear una oferta identitaria, pero sin criterios en cuanto al contenido, sólo consiguieron el resultado que conocemos: exceso de normas y oferta, escasez de producto y promoción deficiente. En este aspecto, una normalización estatal tiene ventajas simplificadoras para ordenar el sector. Pero si lo que se pretende es hacernos creer, que esta homogeneización en base a esos brotes verdes desplazando los tonos marrones de la rusticidad etérea de los inicios del turismo rural, va a clarificar la oferta y generar producto rural y sostenible, y ser la panacea de la comercialización del turismo rural de cara al futuro, ¡menudas ruedas de molino! La administración si finalmente lo hace hará lo que se debería haber hecho desde el principio, simplificando la normativa para que desde el sector se pueda crear producto sin toparse con tanta profusión de normativas confusas cuando no absurdas. Aunque a toro pasado ya no tiene remedio, hubiera sido más coherente hacerlo desde el principio, utilizando los recursos que llegaron de Europa para consolidar estrategias y productos, asentar el turismo rural en una vía sostenible e integrada en el medio rural vivo y diversificado, de cara a una comercialización duradera y no parchear ahora sobre una oferta excesiva y sin rumbo. Queda por lo tanto el reto de la creación de producto sostenible en el medio rural, para lo cual el propio sector organizado no puede escaquearse de un papel determinante en la definición de los parámetros y la estrategia a seguir, encauzando la comercialización de su producto hacia ese público objetivo que demanda productos rurales diferenciados y alternativos al producto convencional de sol, playa, campo o montaña.