Tecnologías ganadoras en el proceso gradual de innovación hotelera

Cuando se introducen soluciones tecnológicas en el sector hotelero el nivel de aceptación suele ser bajo, según ha admitido Scott Dahl, dado que “la innovación es incremental: tarda en imponerse”. También hay que tener en cuenta, ha recordado, que “la tecnología por la tecnología no es el objetivo real, sino cómo se pueden resolver los problemas utilizándola. Se trata de entender el negocio que queremos revolucionar o impulsar, en lugar de centrarse en lo genial que puede ser una nueva tecnología. El reconocimiento facial es un ejemplo de ello”.

En su opinión, “aunque tenga que superar el obstáculo de la privacidad, es la mejor tecnología del planeta para el control de accesos. Así que hoteles y clientes, juntos, estamos implementando tecnología de forma limitada con la idea de ampliar sus capacidades más adelante”.

"Cuando se introducen soluciones tecnológicas en el sector hotelero el nivel de aceptación suele ser bajo porque la innovación es incremental: tarda en imponerse", según Scott Dahl

Dahl ha mencionado en este sentido “una aplicación futurista” que sería “el uso del reconocimiento facial para medir el sentimiento de los clientes. De este modo sabríamos, en cada una de las transacciones, si hemos hecho un buen trabajo o no, al mismo tiempo que codificamos los datos para proteger su anonimato. En este caso la tecnología sería una ayuda para las personas en lugar de un obstáculo, ya que nos permitiría afinar nuestro nivel de servicio”.

Una aplicación futurista que se convirtió en realidad cuando en 2017 se implantó el termómetro de la felicidad en el hotel Miguel Ángel by BlueBay, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo.

Realidad virtual

El experto ha puesto como ejemplo “un proyecto de realidad virtual alojado en la incubadora de empresas Spark de Les Roches”. No en vano Les Roches Marbella se ha convertido en laboratorio de ideas para el turismo. “A través de su aplicación, los usuarios pueden hacer fotos 2D y crear una experiencia básica de realidad virtual”.

Esta posibilidad, ha explicado, “teniendo en cuenta el precio prohibitivo de los contenidos de realidad virtual, sería realmente beneficiosa para muchos hoteles. Imaginemos a un grupo de huéspedes que se pasean por nuestro hotel haciendo fotos y que luego crean una experiencia inmersiva que además pueden ver todos sus amigos. Sería un paso más allá de la foto panorámica”.

Y es que, como ha concluido, “en general, creo que existe la oportunidad en la industria hotelera de democratizar la realidad virtual, ofreciéndola de manera gratuita. Pensemos en los menús infantiles y en la experiencia de los niños. Como las decisiones sobre dónde ir de vacaciones están muy influenciadas por los más pequeños, en este caso no hay duda de que estaríamos ante una poderosa herramienta de marketing”.