El reto de convertir el turismo en un sector más atractivo para el empleo

El informe, que se ha realizado con la colaboración de Netquest sobre una muestra de 1.823 personas de entre 16 y 70 años –un 51,67% son hombres y el 48,33%, mujeres- y se ha completado con datos internos y la visión de diversos expertos, aprecia diferencias entre los que disponen de experiencia en esta actividad.

Así, para el 57% la percepción es buena o muy buena, frente a los que no han trabajado nunca en el sector que indican en un 33% que tienen una percepción mala o muy mala del sector, en contraposición al 23% que dice tenerla buena o muy buena -el 68,18% de los encuestados no ha trabajado en la hostelería y el 31,81% restante-.

Los aspectos mejor valorados por los profesionales que tienen experiencia en el turismo son el hecho de tener un trabajo, el trato con el cliente y las propinas. En el lado contrario, los peor valorados son los horarios y la conciliación, los salarios y la estabilidad laboral.

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Para los profesionales que no han trabajado en el sector, lo más atractivo es el trato con el cliente y las oportunidades laborales y lo menos atractivo son los horarios y la conciliación, los salarios y la flexibilidad.

El análisis destaca que un 36% de los encuestados no recomendaría a sus hijos trabajar en el sector y el 37% solo lo haría por necesidad.

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Radiografía del talento

Las funciones más demandadas corresponden a personal de sala. En concreto, un 30%, camareros, y 8%, ayudantes de camarero, que junto con los auxiliares de cocina (9%) configuran los tres perfiles más demandados.

Respecto al nivel de estudios de estos trabajadores, destaca la elevada formación de las personas que están trabajando, ya que un 43% dispone de estudios de segundo o tercer ciclo (licenciados, grados de segundo ciclo, tercer grado y máster) -el 40% de los trabajadores que ha participado en el informe cuenta estudios de segundo grado y el 35% son licenciados-.

“Nos encontramos ante un panorama con elevado número de perfiles muy cualificados que están trabajando en puestos que no requieren tanta formación”, según recoge el estudio.

En cuanto al tipo de contrato, el 68% asegura que es temporal -en alguna de sus diferentes variantes- y un 32%, indefinido. En lo que se refiere a los salarios, cerca de una tercera parte de los trabajadores indica tener un sueldo inferior a 1.000 euros mensuales y, en general, no suelen superar los 1.500 euros al mes (64%).

Respecto a la situación actual tras la pandemia de la COVID-19, el 40% de los encuestados manifiesta su preocupación por la irrupción de la digitalización y la robótica, ya que piensan que puede reducir las oportunidades laborales y obligarles a estar más cualificados.

Teniendo en cuenta los resultados del estudio, Raúl Sanchez, director general de Eurofirms Group España, destaca “la necesidad de atraer a las nuevas generaciones desarrollando herramientas adecuadas enfocadas a la digitalización y la flexibilidad horaria, dado que son dos componentes muy valorados por los jóvenes hoy en día”.