Suecia ya no tiene vergüenza de volar: invierte millones en aviación
Suecia, país donde hace unos años nació el movimiento “flygskam” (vergüenza de volar), dice que ya no hay motivos y anuncia una millonaria inversión en la aviación sueca
Publicada 20/03/24 -Actualizada 21/03/24 08:02h
Suecia, país donde hace unos años nació el movimiento ambientalista “flygskam” (vergüenza de volar), dice que ya no hay motivos para ello y anuncia una millonaria inversión en la industria de la aviación sueca. El gobierno sueco planea invertir millones en el sector, buscando reforzar su competitividad.
"Hay pocos motivos para avergonzarse de volar y, a medida que aumente el cambio hacia tecnologías respetuosas con el medio ambiente, habrá aún menos motivos para ello", dijo el ministro de Transporte de Suecia, Andreas Carlson, al anunciar nuevas inversiones en el sector aéreo sueco
El término “vergüenza de volar”, en sueco “flygskam”, surgió por primera vez en 2018 y describe la conciencia culpable de los pasajeros al volar en vista del impacto en el medio ambiente y el calentamiento global, convirtiéndose en un movimiento ambientalista que animaba a la gente a dejar de viajar en avión para evitar las elevadas emisiones de CO₂, asociadas a ese modo de transporte, y de hecho, lo redujo en ese país. Inicialmente impulsado por el atleta olímpico Bjorn Ferry, se extendió internacionalmente, gracias al compromiso y popularidad de la activista climática sueca, la adolescente Greta Thunberg.
De la vergüenza a la competitividad
El gobierno de derecha de Suecia, formado en 2022 con el apoyo de los populistas Demócratas Suecos, ha anunciado ahora que invertirá más de 1.000 millones de coronas suecas (88 M€) para reforzar la competitividad de la industria de la aviación sueca.
Su objetivo es ayudar a la industria aérea, que en los últimos años ha sufrido mucho debido a la pandemia del coronavirus, los altos precios del queroseno y los efectos de la guerra de Ucrania.
El dinero fluiría al llamado sistema de redistribución de GAS para los costes de seguridad y manejo de equipaje de los aeropuertos, que se pagan por pasajero y se mantuvieron sin cambios durante la pandemia, a pesar de la drástica caída en el número de pasajeros, explicó el ministro. Ahora deberían reducirse las deudas del sector.
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