El turismo para un nuevo Gobierno en la España del Siglo XXI
29 diciembre, 2011 (13:06:29)El turismo para un nuevo Gobierno en la España del Siglo XXI
La lectura del post Turismo, esa rubia despampanante de Joan Gou publicado el día 20 de diciembre de 2011, y los comentarios aparecidos en el mismo, a lo largo del día siguiente, me impulsaron a escribir un comentario, que incluí en aquel post y que forma parte del contenido de éste.
Hoy 29 de diciembre Esther ha publicado el post El mandato de Rajoy: "Intentar que el turismo sea el motor de la recuperación", en el que también he intervenido con el comentario #4, que igualmente incluyo en este post.
Comentario en el post de Joan Gou:
“Joan, según leo tu post, que encuentro sumamente sugerente, entiendo que la despampanante rubia es el sector turístico, y me dejas fuera de juego, cuando en tu comentario #3 JoanGou, le dices a Esther “Los empresarios del sector son la “rubia” no confundir roles….”, y ahí me dejas tan liado como a Esther.
Porque puedo estar de acuerdo contigo en que el sector turístico, ha estado viviendo fuera del reconocimiento social y económico, si en el término sector, consideramos a los trabajadores de la hostelería, agencias de viajes, oficinas de turismo, etc., y muchos de los pequeños empresarios que forman parte del mismo en los múltiples servicios que se integran en ese sector, porque pase lo que pase, y mientras los grandes empresarios no cambien de aptitud, y quieran solucionar sus problemas pidiendo subvenciones y más promoción para buscar nuevos clientes que sustituyan a los millones de insatisfechos del servicio que les ofrecen, ese sector al que yo creía que te referías bajo la imagen de “LA RUBIA” a la que todos intentan (“meter mano”) seguirá cada vez “más jodido” expresión nada coloquial, puesto que es una triste realidad, derivada de la comercialización enfocada a una plena ocupación a cualquier precio, expulsando del mercado a los establecimientos de una y dos estrellas, hostales y pensiones que no pueden competir con los precios que ofertan las cadenas hoteleras en sus hoteles de cuatro y cinco estrellas, al arrastrar a la baja los precios de los de tres, y cuando por otra parte con el crecimiento descontrolado del todo incluido destruyen poco a poco la oferta complementaria, que en muchos destinos turísticos representaba uno de sus mayores atractivos.
No es que la chica sea “complicada” amigo Juan, es que a la pobrecita, no le queda más remedio que prostituirse para seguir mal viviendo, porque UNA PARTE DE LOS GRANDES EMPRESARIOS de ese sector, la meten mano por todos lados, sin permitirle ejercer un trabajo que pudiera depararle un futuro más digno.
Al tiempo de enviaros un deseo de Felices Navidades a todos, me gustaría creer que el nuevo gobierno, tenga la sensibilidad de ver la crítica situación de un sector que hace la aportación más alta al PIB de nuestro país, y que siendo uno de los pocos que puede ayudar con más rapidez a salir de la crisis en que se encuentra inmerso, está tan puteado por la falta de criterio de muchos de sus más importantes representantes, que piden subvenciones y promoción, en lugar de aportar criterios de mejora de sus obsoletas (por mucha nueva tecnología que utilicen) fórmulas de gestión.
No creo que esos empresarios a los que me refiero formen parte, por pequeña que pueda ser, de "LA RUBIA", dejo a juicio de quienes leáis este comentario, decidir cual es su papel en esta Shakesperiana tragicomedia.”
Comentario en el post de Esther:
“Esther, muy oportunas las preguntas y dudas que planteas en el post, y que necesitan rápida respuesta por parte del señor ministro, si de verdad quieren aprovechar la gran capacidad de sinergia que tiene el turismo.
El turismo, si de verdad fuese considerado como motor económico de nuestro país, como Secretaría de Estado, tendría mucho más sentido junto a Economía y Competitividad a las que reforzaría con el efecto de sinergia al que hago referencia en el primer párrafo, que junto a Industria y Energía que necesitarán mucha más atención, que un turismo que ha demostrado por activa y por pasiva, que pese al mal trato que ha recibido a lo largo de nuestra reciente historia, está demostrando que puede vivir sin necesidad de unas ayudas, que siempre han ido dirigidas, más a hacer la foto para satisfacer el ego del político de turno, que a potenciar la calidad de un turismo, que ha terminado convirtiéndose en una “commodity” sin capacidad de competir por otra razón que no sea el precio.
Y mis preguntas son ¿Es eso lo que quieren nuestros empresarios? ¿Seguirán pidiendo ayudas para la promoción de un modelo turístico obsoleto? ¿Decidirán dar respuesta a la pregunta, con la que hace más de dos años y medio titulé mi blog en esta Comunidad?
El título de mi blog como todos sabéis es ¿NECESITAN LOS HOTELES ESPAÑOLES UN CAMBIO DEL MODELO DE GESTIÓN?”
Como señala Manuel Colmenero en el comentario #3 “… si el turismo se ha desarrollado como se ha desarrollado es gracias a que los políticos se han alejado de él.”, hecho indiscutiblemente cierto, el problema que debemos plantearnos, es si ese desarrollo, ha sido el más beneficioso para los intereses del país y de cuantos hemos intervenido en el mismo.
Por mi parte, desde el momento en que hace cincuenta y un años ingresé en la Escuela de Hostelería con veinticuatro años de edad y diez de experiencia profesional, me sentí interesado por el análisis de un fenómeno que intuía con un gran potencial de futuro, y desde aquellos momentos empecé a tomar notas y analizar los cambios que el turismo iba introduciendo en nuestras vidas, siete años después al iniciar mi etapa como formador en el Hotel Escuela de Marbella, se incrementa ese interés, comenzando a redactar unidades didácticas, que pude comprobar eran de gran interés para mis alumnos, al tiempo que me permitían profundizar en el conocimiento de una industria que nos iba marcando el ritmo de nuestras vidas, sin que hubiese un gran control de la misma por nuestra parte.
El que la formación en aquel primer Hotel Escuela fuese eminentemente práctica, con la atención al cliente por parte de los alumnos desde el primer día de ingreso como alumnos de aquel centro, me llego a crear tantos problemas, que la necesidad de atender a los mismos, sin que éstos llegasen a tener connotaciones negativas para los clientes, me permitió a lo largo de los casi tres años dedicados a aquella actividad formativa, aprender a tener prevista la posibilidad de que surgiese un problema en cualquier momento. Sin duda, fue una de las etapas más enriquecedoras de mi vida profesional, permitiéndome crear una capacidad de análisis y de previsión, que fueron dando pie al desarrollo de un alto potencial como analista y consultor, faceta esta última que fue la que me permitió acceder a mi primer trabajo como Director de Hotel, en unas condiciones que me permitieron durante todo el tiempo que estuve al frente del mismo, dar mejores resultados de los previstos y poder tomar las decisiones más adecuadas a las circunstancias en constante cambio en que debía desarrollar mi actividad.
Los frecuentes cambios de trabajo, fueron ampliando la capacidad de análisis y de previsión que me permitían ir desarrollando estrategias de gestión cada vez más acertadas, basadas en las previsiones de los cambios de tendencia del mercado, y desarrollando herramientas que me pudieran permitir valorar las implicaciones de los cambios previsibles en dichas estrategias, de forma que pudiera tener previsto cualquier tipo de escenario futuro antes de que el mismo pudiera convertirse en una amenaza.
Todo lo señalado, me hacía ver que los grandes beneficios que generaba el turismo, se estaba convirtiendo en su principal “Talón de Aquiles”, en la práctica, la mayoría no consideraba necesaria la formación para triunfar en aquella nueva actividad en la que todo el mundo se enriquecía, sin más virtud que haber heredado un trozo de tierra en las improductivas tierras de la costa mediterránea, la realidad es que muchos terminaban arruinados, cada vez que había la más mínima crisis, normalmente provocada por problemas económicos en los países emisores del turismo que nos visitaba, llegando a su máximo exponente de lo que significaba la palabra crisis, en los años 73 al 75, en los que la costa española aparecía cubierta con gran número de esqueletos de edificios en construcción, años en los que un gran número de hoteles cambiaron de manos, permitiendo el crecimiento de las cadenas hoteleras existentes y la aparición de otras nuevas, con base en los hoteles que habiendo nacido en los primeros años del boom turístico, se encontraban en aquellos momentos amortizados y sin cargas financieras.
La situación descrita, unida al éxito que había tenido en la gestión de mis primeros establecimientos, y la capacidad como consultor de desarrollar estrategias válidas para cualquier tipo de establecimiento y circunstancia, me fueron facilitando ofertas de trabajo de establecimientos en difícil situación, en la mayoría de casos con altos niveles de ocupación y escasos beneficios o en situación de fuertes pérdidas, que en todos los casos en que previo análisis de su situación, aceptaban mi propuesta de gestión y condiciones, situaba en beneficios en el primer ejercicio en el que me hacía cargo de los mismos, siempre trabajando bajo las premisas que marco en cuanto escribo en esta Comunidad, y que puede desprenderse del título de mi blog en la misma
¿NECESITAN LOS HOTELES ESPAÑOLES UN CAMBIO DEL MODELO DE GESTIÓN?
Desde inicios de los años setenta, CONSIDERO QUE SI, porque siempre he pensado que nuestro éxito, más que a que haya capacidad y talento de sobras, ha sido debida a las desgracias de otros, Guerras de los Balcanes que durante muchos años impide el desarrollo y con ello la competencia de nuestros más cercanos competidores, Integrismo Islámico que reduce la capacidad de competencia del Norte de África, y cuando aquí nos encontramos en plena caída de nuestro turismo, a los problemas económicos de nuestros competidores europeos, se unen los problemas políticos de nuestros más importantes competidores en el medio oriente y costa africana del mediterráneo.
¿LO VERÁ DE IGUAL FORMA EL NUEVO GOBIERNO?
¿SERÁ CAPAZ EL NUEVO MINISTRO DE INDUSTRIA, ENERGIA Y TURISMO, DE DAR A ESTE ÚLTIMO LA IMPORTANCIA QUE REALMENTE TIENE PARA EL PAÍS?
¿TENDREMOS LA SUERTE DE QUE SE CUMPLA EL DICHO DEL EVANGELIO “LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS” BAJO EL GOBIERNO DE RAJOY?
La verdad es que los primeros pasos no parecen apuntar en ese sentido, pero la esperanza es lo último que se pierde, OJALA se den cuenta a tiempo de lo que el turismo significa para las posibilidades de recuperación de nuestra maltratada economía.
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